Eres mi limón

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POV; Arianne

Peterson me tenía agotada, este chico no era normal, hiperactivo o algo así.

En una semana me había vuelto loca.

Es que no paraba de hablar y de intentar averiguar sobre mí. Según él "iríamos lentamente pero sin pausa"

Esta semana era el turno de 'los pequeños detalles' es decir, de pequeñas cosas como tu color favorito, película, alimento y luego cosas como 'tu fruta cítrica' o 'tu prenda de ropa' favorita.

-¿Tu fruta cítrica favorita?-preguntó robándome la goma para borrar su ejercicio tras comprobar que estaba mal.

-La naranja sin duda-le indiqué señalando su libreta-Espera no borres que lo de la pizarra está mal, lo tienes bien-levanté un brazo para indicarlo-profesor está mal-dije señalando la pizarra.

-¿Qué está...? Cierto, señorita Ayón revise su ejercicio.

-¿Y el tuyo?- pregunté alzando las cejas-sorpréndeme.

-El limón-dijo con una sonrisa de autosuficiencia. Lo miré fijamente, para que se explicase-Es ácido y te hace arrugar la expresión, pero luego se vuelve dulce y adictivo.

Reí, había escuchado tonterías pero esa...sin duda se llevaba la medalla de oro.

-Eres mi limón-dijo de forma coqueta. Había intentado que conmigo no fuese siempre así. Pero no había forma de que cambiase, era su forma natural de comportarse, siempre coqueto con el género femenino.

Me mataba, os lo juro. En el sentido divertido claro está.

Nunca me había reído tanto en clase, es que Peterson era un caso especial, decía tantas tonterías por minuto que era imposible no reír con él.

En una semana me había reído más que en todos los años que llevaba de secundaria.

Sólo él era capaz de encontrarle algo gracioso a la teoría de las colisiones:

-Mira es sencillo, aquí hay una pareja que está pues... ya sabes en el acto de faire* el amor y luego llega un tercero y si llega con la dirección adecuada así como la velocidad, puede hacer que la pareja se rompa y éste se queda pegado a la chica para seguir, pues eso, 'trabajando'-hizo comillas con sus dedos al tiempo que sonreía.

-Exacto, que buena explicación, seguro que de esa forma hasta el más tonto lo entendería-dije con burla, pero Eric no la captó y se levantó de su asiento.

-Lo sé, debería decírselo al profesor-y se dirigió como si nada a hablar con el profesor.

-Eric, no creo que....allá va.

Y luego también hacía unas preguntas muy frikis:

-¿Señor de los anillos o Stars Wars?-dijo en clase de castellano-Espera, rómpeme el corazón...-dijo llevándose la mano al pecho, cerrando los ojos dramático.

-Señor de los anillos-dije como si fuese lo más obvio-Los libros son buenísimos.

Él hizo un sonido con la garganta de descontento.

-Lo sabía, me has roto el corazón-dijo lloriqueando-¿y las películas?-dijo esperanzado colocando las manos juntas como si estuviese rezando.

Hice un gesto con la cabeza negando:

-No he visto Star Wars-el puso cara de susto y se llevó las manos a la garganta como si le faltase aire-y además Legolas en la película está muy violable.

-Haré como que no he escuchado lo de Legolas-dijo tapándose las orejas- Te haré ver las películas de Stars Wars-prometió con una mano en el aire-¡y todas seguidas!

Quiero darte un besoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora