Rompiendo Reglas

Capítulo 7: Dudas.

Pasó un mes. El mejor mes de mi vida. Alex y yo ya eramos pareja oficialmente, una pareja que se encontraban a escondidas.

En la escuela mis amigas comenzaban a sospechar.

-Lucía- Me dijo Ludmila- ¿Qué con tu enamoramiento de esa persona que era grande para ti?

-Nada- mentí- no lo he vuelto a ver.

-Que bueno- dijo Martina.

Luego Martina y Ludmila se marcharon hacia el negocio que había dentro del colegio.

Barbara se acercó a mí.

-No te creo-me dijo.

-¿Qué?-dije confundida.

-Lucía, amiga, sabes que puedes confiar en mí. Cuentame que esta pasando.

Barbara era una excelente amiga. Sabía que de su boca no saldria ni una palabra. Confiaba en ella.

-Me estoy viendo frecuentemente con Alexander, ya somos novios-dije en vos baja.

-No te juzagare, creo que estas siendo muy feliz. Solo quiero que estes bien y que no te hagan daño.

-Alexander es una excelente persona, me gustaria presentartelo. Pero levantaria sospechas.

-Te endiento, sabes que siempre estare para ti- me tomó del brazo.

-Gracias amiga.

Eran mis últimos días en la escuela. La celebración de año nuevo estaba cerca. Pensaba encontrarme con Alex en esta. Obviamente a escondidas.

Esa tarde nos reunimos.

-Quiero verte en año nuevo-me dijo tomandome abrazandome.

-Yo también- le dije- pero quiero pedirte algo.

-Lo que mi pequeña princesa quiera.

Me sentí especial.

-Quiero conocer a Lucía y Leandro, quiero verlos.

-¿Tienes curiosidad de lo que piensen de ti?.

-¿Les has hablado de mí?.

-Les dije que papá tenía una amiga, y que me gustaria que la conocieran y se llevaran bien con ella.

Le sonreí.

-¿Cuándo podre verlos?

-Mañana los conoceras.

Al medio día del día siguente, Alexander me llevó a su casa.
Cocianamos entre risas por lo mal que lo haciamos. Sus hijos llegarian de la guarderia en cualquier momento.
Así fue, vi por la ventana de su cocina como Alexander recibia a los pequeños que bajaban de su autobus escolar.
Eran muy pequeños aun pero me ponia nerviosa conocerlos.
Ellos ingresaron y los salude. Me miraron un poco sorprendidos.

-Papi-dijo la niña-¿quien es ella?.

-Ella es la amiga que quería que conocieran-contestó Alexander- su nombre es Lucía.

Comenzamos a almorzar. Nadie hablaba. Luego, al terminar, Alex comenzó a recoger los platos.

-Ven te mostrare mis jugetes-Dijo el pequeño Leandro.

Fuimos a su habitación. Era muy bonito y esta llena de muñecos y jugetes por todas partes.
Leandro comenzo a mostrarme los jugetes que Alexander le compraba. Hasta que en un momento se quedo callado y me miro.

-¿Leandro?-pregunte-¿te sucede algo?.

-Eres muy bonita-me dijo con su vocesita llena de ternura.

-¡Gracias!-le dije.

-¿Tu eres mi mamá?.-me preguntó.

Me paralice. Me sentí muy triste en ese instante. No puede responder nada.

-Lean ¿Que tal si vas a jugar con tu hermanita?-cambie de tema.

Leandro salió corriendo de la habitación a buscar a Lucía.

Volví a la cocina con Alex. Fuimos al living y nos sentamos en el sillon.

-Me gustaria presentarte con el resto de mi familia.- me abrazo- Que ellos conozcan a la chica que amo.

-A mi también me gustaria- lo bese- pero mis padres no permitirian esta relación.

Nos quedamos abrazados en silencio. Veiamos jugar a Lucía y Leandro, hasta que llego mi gran duda.

-¿Que pasaria si la madre de tus hijos regresara?

-Dejaria que Lucía y Leandro la conocieran, pero yo no tendria ninguna relación con ella.-me dijo- ¿Porqué me preguntas eso?.

-Solo tenía esa duda-Baje la cabeza y me quede en silencio.

-¿Tienes miedo de que dejara por ella?- me pregunto-Creo que no entiendes que la única persona en la que estoy interesado es en tí. Lucía tú eres la unica mujer en mi vida. Solo tengo ojos para tí.
Si ella regresara no cambiaria nada entre nosotros, yo te amo.

Le sonreí tiernamente y lo abreze.

-Te amo muchisimo, no te imaginas cuanto-le dije mientras él me besaba en la mejilla.

Esa noche llege a mi casa totalmente deprimida. Había pensado muchas