Capítulo 14: Debilidad.

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-¿Qué haces aqui?este es el baño de mujeres -le dije.

-Regresaste-me dijo.

No le respondí.

-¿Él es tu novio?-dijo refiriendose a Danny.

-Sí-dije seriamente.

-Lucía ¿porqué te fuiste? ¿porqué me dejaste?.

-Lo tenía que hacer Alexander. Nuestras relación era incorrecta.

Se acerco a mi y acaricio mi cabello suavemente.

-¿Donde esta esa chica que hizó que le prometiera que nunca diría que nuestro amor era incorrecto?-dijo con sus ojos llenos de tristeza.

No podía resistir al tenerlo tan cerca. Tenía unas ganas locas de abrazarlo tan fuerte y decirle lo mucho que lo amaba, que nunca lo había olvidado y que lo extrañe todo ese tiempo.
Pero no pude hacerlo.

-Esa chica crecío, ya no es más una niña. Ahora es una mujer-dije sacando su mano de mi cabeza.

-Yo amo a esta mujer, siempre lo hare y sé que tú tampoco te has podido olvidar de mí. Tus ojos no me mienten.

Me aleje de él con intención de salir del baño.

-¡Lucía!-me dijo.

Me detuve dandole la espalda.

-Ven a mi casa este viernes, tenemos que hablar-me dijo.

-Te equivocas, no tenemos nada de que hablar-dije sin darme vuelta.

-Se que iras-me afirmó.

Salí del baño y me direje a la mesa donde Danny me estaba esperando.

-¿Estas bien?¿tardaste mucho en el baño?-me preguntó Danny preocupado.

-No me sieto bien ¿podemos irnos de aqui?-le dije.

-Claro mi amor-dijo levantandose de su asiento.

Alexander mientras tanto me miraba desde atras del escenario con su mirada penetrante y hermosa.
Pedimos la cuenta y nos fuimos del lugar.

Esa noche nos acostamos a dormir. Danny me abrazaba y yo en lo único en que pensaba era en Alex. No podía sacar de mi mente sus palabras.
También pensaba en lo difícil e imposible de lo nuestro, pues, estaba a unas semanas de mi boda. No podía hacerle eso a Danny, él era muy buena persona y me quería. Pero me ponía triste el hecho de que yo no le podía entregar el mismo amor.

Pasó la semana y todavia me atormentaba el hecho de no saber si ir a la casa de Alexander. Pero luego me decidí, no se porque lo hice pero fui a su casa, sin que mis padres o Danny se enteraran.

Glopeé la puerta. Alexander abrió.

-Sabía que lo harías-me dijo dejandome pasar.

Pasé y me senté en su sillon.

-Vine por una sola razón ¿De que quería hablarme?-dije seria.

-Esa noche, en la que me dejaste, te encontraste con Victoria y ella te dijo puras mentiras. Yo no me encontraba en casa. Había ido a buscar a Lucía y Leandro a la casa de mis padres. No se como pero Victoria todavia tenia las llaves de la casa y entro. Tú llegaste y te sumergió en un mar de dudas. Luego de que te marchaste, tuvimos una discución. Ella no tenía ninguna intención de regresar conmigo. Solo quería separte de mi, separarme de mis hijos.

-¿Donde estan Lucía y Leandro, Alexander?-le pregunte deseperada.

-Victoria se los llevó por unas semanas. Sentí que mi mundo se caía a pedazos. No tenía a mis hijos, no te tenía a ti. Luego gané la patria potestad de Lucía y Leandro, y ellos regrasaron a casa. Ahora se encuentran en la escuela.

-Me alegró-le sonrei.

-Solo me faltas tú-me miró.

-Creo que ya tengo que marcharme. Ya me dijiste lo que paso. Ahora debó irme-dije levantandome nerviosa.

Camine hacia la puerta, Alexander me tomó la mano y me giro hacía él.
Quedamos frente a frente, solo centimetros nos separaban.

-No te vayas, no me dejes de nuevo-me dijo acariciando mi mejilla.

-Alex esto ya se termino. Me voy a casar...

Pusó su mano suavemente sobre mi boca.

-Sé que no amas a ese hombre, se que nunca me olvidaste.

-Eso no es así-le dije.

-Entonces ¿porqué tu respiración se altera cuando estas cerca de mí?, ¿porqué tu corazón late tan fuerte en este instante?-pusó la mano en mi pecho- y veó que todavia llevas el collar de estrella que te regale.

No le respondí, solo lo miré a los ojos. No podía engañarlo, él me hacía debil y fuerte a la vez.

Se acercó más a mi y me beso. ¡Que falta me hacían sus besos!.

Rompiendo ReglasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora