Capítulo 15: Escuchar al corazón.

32 0 0
                                    

Lo besé, nos besamos. Después de tanto tiempo. Nos abrazamos, no queriamos separarnos, no podía separarme de él, mi cuerpo, mi mente y mi corazón no me lo permitian, solo lo deseaban.
Pero en un instante, Danny se me cruzó por la cabeza. No podía hacerle eso, el realmente me quería y se queria casar conmigo. Él no se merecia eso. Pero era imposible, amaba a Alexander, no podía dejar de hacerlo. Ni siquiera con los años lo había logrado.

Me separe de Alexander. Me miró confundido.

-No puedo hacerle esto a Danny-derrame lagrimas.

Fuí corriendo a la puerta y la abri. Alexander volvío a tomarme del brazo.

-No lo hagas, no te cases-me suplicó.

Me liberé de su brazo y salí llorando de su casa. No podía estar ocurriendo lo mismo otra vez.

Llege a casa, Danny me esperaba.

-Hola amor-me recibío-Estoy preparando para nuestra boda.

-Que bueno-Dije fingiendo mi tristeza.

-Nuestra boda es en dos semanas, así que tomaremos nuestro avión la semana entrante y volveremos a España.

-¿La semana entrante?- pregunté sorprendida.

-¿Si?, ¿Hay algún problema?.-dijo Danny.

No quería irme, no quería casarme. Amaba a Alexander, no a Danny, pero no quería ser tan cruel con él.

-No, ninguno-le dije.

Esa noche deseaba que Alexander estuviera recostado a mi lado y poder dormir entre sua brazos.

Pasaron los días, no tuve noticia de Alex. Ya lo extrañaba. Danny mientras tanto preparaba la boda, y yo no tenía ningun entusiasmo alguno.
El día de nuestro viaje llegó. Tenía que irme y esta vez no volveria. Me quedaria en España, me romperia el corazón si tal vez regresaba y veia que Alexander había formado una familia con alguien más.
Mis padres no asistirian a mi boda, viajarian, a España, luego de esta.

Mientras preparaba la maleta en mi habitación mi mamá ingresó.

-Lucía, puedo hablar contigo hija.

-Claro que si, mamá.

-No te veo muy entusiasmada con tu boda-me dijo-¿Sucede algo?.

-No mamá-mentí.

-Te conozco, eres mi hija. Se que me estas mintiendo.

Me senté en la cama.

-Cuentame-me dijo.

-No he podido olvidar a Alexander, mamá-me confese.

-Sabía que se trataba de eso.

-¿Me regañaras?-Le pregunte.

-No-me dijo seria- Lucía ya eres una mujer. Solo tú sabes lo que quieres y si quieres escuchar a tu corazón o no.

-Entonces...¿No debo casarme con Danny?.

-Es tu decisión, hija. Yo estare feliz si tu estas feliz. Pero luego no te arepientas de lo que escojes.

Mi madre se marchó. Pero yo todavia no sabía que hacer.

Mis padres nos llevaron al aeropuerto, nos despidieron y se marcharon. Con Danny esperabamos nuestro avión.
Pero en un momento no pude finjir más.

-Danny... necesito decirte algo.

-¿Qué sucede Lucía?.

No quería romperle el corazón, pero no podía seguir con esa farsa.

-Danny... no me puedo casar contigo-le dije.

-¿De qué hablas?-me preguntó confundido.

-Danny eres una eres una persona maravillosa, pero no puedo amarte como tú lo haces, disculpame-dije apenada.

-¿Estas enamorada de otro hombre?-me miró.

Dude en confesarselo, pero al final lo hice.

-Sí-le dije seriamente.

Danny tomó aire, corrió la mirada y luego la volvió a mí.

-Vé con él-me dijo.

-¿Qué?-le pregunte algo confundida.

-No puedo obligarte a que te cases conmigo y porque te quiero, quiero que seas feliz, con la persona que amas. Ve con él. Yo regresare a España.

Danny era muy bueno, no tenía dudas. En ese momento lo abrazé y le agradecí.

Tomé mi maleta y me fuí corriendo.

-¡Lucía!-me gritó Danny mientras me marchaba.

Me dí vuelta y lo miré.

-Espero que seas muy feliz-me hizo una pequeña sonrisa.

-Deseo lo mismo para ti Danny- le dije.

Lleve un tiempo corriendo cuando vi a Alexander a unos metros, también estaba corriendo, venía a buscarme.
Solté mi maleta y corrí hasta sus brazos, él hizó lo mismo.
Nos encontramos, nos abrazamos, nos besamos.

-No iba a dejar que te fueras de nuevo-dijo con una gran sonrisa mientras me abrazaba.

En ese momento me llegó un mensaje.

"Espero que ya te hayas encontrado con tu verdadero amor. Mamá"

Mi madre le había hablado de mi viaje a Alex. También gracias a ella, ahora podía estar con Alexander.

Ya nada nos iba a poder separar.

Rompiendo ReglasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora