Seguían pasando segundos, minutos, horas, días, meses...
Alex y yo seguiamos viviendo nuestro amor el cual esta intacto como el primer día.
El cumpleaños de Alexander había llegado. Tenía ya 30 años.
Sal8 a buscar un hermoso regalo para darle ese día.
Iba a celebrar con sus padres, hermanos, tíos e hijos y luego se iria a su casa así podiamos vernos.
Me ponía mal el hecho de no poder festejar su cumpleaños junto a él y su familia. Muchas veces habíamos tocado el tema de cuando nuestras familias se entereran de lo nuestro pero todavia no estaba segura de hacerlo.Eaa noche me preparé. Peiné mi cabello y lo dejé suelto al viento, había crecido mucho los últimos meses. Me puse un lindo vestido y un acojedor abrigo, pues estaba lloviendo.
Recibí su mensaje."Estoy camino a casa, amor".
"Estoy saliendo. Te quiero".
Salí de mi casa con mi paraguas. De nuevo el mismo pretexto :"voy a casa de una amiga".
En el camino, cuando estaba a una cuadra de la casa de Alexander, un filoso y peligroso vidrio se incrusto en mi pie.
No pude con el dolor. Alexander, que también estaba llegando, corrió hasta a mí y me cargo hasta su casa.
Me pusó en el sillon.-Me duele mucho-me queje.
-Lo se amor, voy por la caja de primeros auxilios-dijo mientras se levantaba.
-¿Dónde estan Lucía y Leandro?- pregunte cuando él volvia.
-Mis padres los invitaron a dormir esta noche en su casa- me contestó mientras sacaba los materiales de la caja.
Curó mi pie y se aseguró de que ninguna pequña astilla hubiera quedado adentro de este.
-El corte no es profundo, estaras bien-me tranquilizo.
-¡Feliz cumpleaños!-le dije cuando termino.
Comenzo a reir.
-Supongo que tendre que decir "muchas gracias"- río.
-Tengo un presente para ti.
-Tú eres el mejor regalo que yo puedo tener-me besó.
Comenzamos a besarnos apasionadamente. Comenzó a acariciarme el rostro luego bajo por mi brazo hasta mi cintura. Tocó mi pierna y levantó un poco mi vestido. Sentía como todo mi cuerpo pusó piel de gallina. Nos separamos.
-¿Nerviosa?-me preguntó.
-Yo... nunca he estado con nadie- le dije.
-No te voy a obligar a nada, no lo haremos si no quieres-me dijo acariciando mis cabellos.
Lo mire. Él era todo lo que yo quería. Estaba nerviosa pero confiaba en él. Quería estar entre sus brazos.
Me lanzé sobre él y lo besé.-Yo te quiero a ti-le dije entre besos.
Comezamos a acariciarnos, se quitó su camisa y luego besó mi cuello. Me cargó y me llevó hasta su habitación, no podiamos dejar de besarnos.
Me sentó en su cama, mientras suavemente me sacó el vestido y mi brasier.-Prometo cuidarte.-me dijo mientras apreciaba mi cuepo.
-Confió en ti.- lo traje hacia mí.
Comezó a tocarme, a descubrime, a besarme. Mientras yo acariciaba y besaba su cuerpo. Me sentía en otro planeta. Nos fundimos en un beso que nos llevó a acostarnos en aquella cama. Me besó de pies a cabeza, me hizó sentir mujer.
Entre esos besos y caricias nos volmimos uno y senti que el era solamente mio y yo solamente de él.-Te amo Alex- le dije al oido.
-Te amo Lucía-me dijo, mientras entrelazabamos nuestras manos.
Nos amamos, nos exploramos, nos cuidamos, nos entregamos todo nuestro amor.
Eramos dos cuerpos, dos almas que se volvian una y que terminaban de romper con todas las reglas establecidas. Pero no interesaba nada, solo nosotros y el amor que nos estabamos entregando.Terminamos abrazados.
-Eres todo lo que necesito para ser feliz- me dijo colocando su cabeza en mi pecho.
-Ya nada podra separarnos, soy solo tuya-cerre mis ojos y comenze a acariciar su cabello.
Recibí un mensaje.
"¿Te quedaras a dormir en lo de tu amiga?" Preguntaba mi madre.
"Si mamá" .
Le conteste mientras me acomodaba para dormir entre los brazos del hombre que amaba, escuchando la lluvia caer.
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Rompiendo Reglas
RomanceLucía Sandivares, una adolecente de 17 años se enamora de Alexander Guevara, un muchacho mayor que ella. Ambos buscaran los momentos para amarse, escondiendo su relación de todos los conocidos y especialmente de los padres de ella. ¿Existe el amor c...