Some might say

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"Algunos podrían decir que el rayo de sol le sigue al trueno
Ve y dícelo al hombre que no puede brillar
Algunos podrían decir que nunca deberíamos reflexionar
En nuestros pensamientos ahora pues ellos predominan al tiempo
Algunos podrían decir que encontraremos un día más esplendoroso"

Some Might Say, Oasis.

Recorría las frías calles de la ciudad con las manos dentro de los bolsillos de sus vaqueros y con los tenues rayos de sol iluminando la ciudad

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Recorría las frías calles de la ciudad con las manos dentro de los bolsillos de sus vaqueros y con los tenues rayos de sol iluminando la ciudad. El día no era nada malo en absoluto, podría decir que lo relajaba en ciertos momentos. Mientras iba caminando, su único objetivo era llegar a la estación y disfrutar de su último día de vacaciones, para no llegar a sus clases de universidad y decir que lo único que hizo en esa temporada fue vagar en las sucias calles donde se esconden las ratas del callejón de su barrio, ir de vez en cuando a fiestas y fumar porros junto a su grupo de amigos en húmedos callejones; se sentía un total experto en la materia y un amo del mundo por esas hazañas nada significativas. 

Amaba ser libre como el viento, fuerte e intenso como un huracán y arrasador como un tifón. Pensar en ello le provocó fumar un cigarrillo mentolado, su favorito, ese que tanto le encanta para despejar y ponerse a dar metáforas de vida con los vagabundos, aquellos que vivían cerca a él. Como buen pobre que era, o así se considera actualmente. 

No sentía pena ni culpa al encontrarse descendiendo de las escaleras eléctricas para llegar al lugar a donde quería estar cuando su mundo se veía desmoronar.  

Muchos podrían decir que era un joven idiota que creía que la vida se basaba solo en sexo, drogas, alcohol y mujeres. Algunos podrían comentar que lo único que tenía de productivo era ser un Don nadie. Otros podrían hablar que de valor no tenía nada, como una moneda devaluada. Nadie apostaría por él en un futuro, ni en los más alocados sueños. 

En realidad nadie apostaría por él porque no sabían quien era realmente. 

Al caminar aspiraba con mucha frustración su cigarrillo, para tomar aire y después exhalar ese humo tan delirante desde su interior, solo podía concluir en lo que todo le estaba destinado para él e intentaba concentrarse en cierto modo en tratar de no reincidir en actos que no lo ayuden. Por algo está en esa ciudad tan vanal. 

Lo que le encantaba del metro es que el ambiente de sus columnas y paredes era barroco, un arte que aprendió a disfrutarlo en las clases de Historia Universal, que lograba fusionarse a la perfección con el modelo renacentista en los cuadros y paredes del lugar; sabía apreciar aquello gracias a su profesor, luego de una ilustrativa cátedra sobre el tema logró comprender un poco más sobre la cultura de dicha ciudad amante del buen arte. Vivir en un lugar un tanto diferente al suyo era más que una realidad, su vida se tornó monótona y rutinaria al llegar aquí y aún más estando "solo". En su mente creyó que aquí tendría otra vida, otra forma de ver las cosas, empero no fue así. Seguía siendo la misma basura. 

A poison called love [Contestshipping // AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora