Capitulo X. Él

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P.O.V. Sakura
Creí que iba a morir, sin embargo escuchaba tenuemente que alguien me llamaba, sentí posarse unos labios sobre los mios y entonces desperté, escupi agua y me volte de lado para respirar, tenia miedo mucho en realidad, a mi lado habían muchas personas, todos me veían expectante, estaba Lee y sus amigos y otros sujetos, entonces le vi a el, Sasuke.
-Tranquila cariño, estas bien, estas a salvo, estas conmigo, aquí estoy - Sasuke me dijo con ternura y su voz sonaba con preocupación.
-Sasuke - susurré su nombre, lo abrace mas fuerte y comencé a sollozar, estaba temblando de miedo, si no fuera por el habría muerto sin duda, siempre había tenido miedo al agua, ironía de la vida porque estaba apunto de morir de dicha manera.
-Aquí estoy dulzura, todo estará bien - me dijo con ternura, se puso de pie conmigo en brazos de forma tan fácil que parecía que no pesara nada, jade de sorpresa y me colgué literalmente a su cuello.
-Te llevare a casa - anunció y yo solo asenti.
-Lee estaras a cargo hoy del entrenamiento -Lee asintió y llamo al resto del grupo que estaba ahí, algunos nos miraban curiosos, escuche que susurraban que no podía ser cierto o incluso unos decían al fin, no se a que se referían, no tenia cabeza para averiguarlo o preocuparme por ello, solo deseaba llegar a casa, tomar un baño y dormir.
Sasuke me hacia sentir protegida, su presencia era cálida y de alguna manera me transmitía tanta paz, me sentía segura y de alguna forma aunque suene tonto querida, me cargaba con sumo cuidado, diciéndome constantemente que todo estaría bien, vi su cara de angustia, quizá molesto o tal vez desesperado se mordía el labio y su respiración era agitada.
-Si tan solo hubiera llegado antes dulzura, lamento haber tardado - su voz se quebró, de alguna forma parecía que se sentía mal consigo mismo, pero ¿porque? Si el había llegado justo a tiempo, de no ser por el incluso ya no estaría aquí.
-No deberías culparte Sasuke, de hecho de no ser por ti ya no estaría aquí probablemente, has salvado mi vida y te estaré eternamente agradecida - con mi mano derecha acaricie su mejilla izquierda y en su mejilla derecha le dio un beso -gracias - volví a colgarme de su cuello con ambas manos y me acurruque mas a su pecho, vi que su boca se curvo en una sonrisa, suspire y me beso la coronilla, durante el resto del viaje fuimos en silencio, un extraño pero agradable silencio.
No me habia percatado a donde habiamos llegado hasta que me indico que habiamos llegado a su casa, el habia dicho que iriamos a la mia, deduje que sera a la casa del abuelo, pero quizá iba tan perdido en su mente que no se dio cuenta de que íbamos a su casa y no a la suya, aunque realmente eso era lo de menos, lo único que me importaba en este momento era estar con el.

La Mate del BetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora