Capitulo XI.Ella

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Linkanesan85 Nadiia_Valdivia

P.O.V. Sasuke

Le había dicho que la llevaría a casa y ahí estaba, porque todo lo mío era de ella, de mi hermosa y amada mate.
Al llegar a casa, abrí la puerta y la baje lentamente de mis brazos, ella camino al principio insegura, después me miro como pidiendo permiso para adentrarse, yo solo le sonreí y ella sonrojo tan dulcemente.
-Puedes hacer lo que desees para que estés mas cómoda, iré a prepararte el baño para que no vayas a pescar un resfriado y te relajes - anuncie.
-Gracias Sasuke, no deberias tomarte tantas molestias - comento en un susurro.
-No son molestias preciosa, es un honor y un privilegio que solo es mio poder cuidar de ti, vamos cariño, no tardare en alistar todo, te sentirás mas cómoda después de eso - tome un mechón de su hermoso y húmedo cabello rosado para colocarlo tras su oreja.
-Esta bien, gracias - sonrió tan hermosa, subí rápido a preparar la tina, coloque el agua tibia tendiendo un poco mas a lo caliente, prendi velas aromatizantes, deje sobre la encimera jabones neutros y de loción, shampoo y algunas toallas limpias, también deje una playera, una sudadera y un pantalón de chándal para que Sakura tuviera con que vestirse, baje las escaleras y observe que se encontraba absorta viendo unas fotografías.
-El baño esta listo - le hice sabwe y ella salto del susto - lo siento, no quise asustarte - ella nego y sonrio.
-Esta buen, ha sido culpa mia por estar distraída, es solo que no te escuche llegar, eres muy grande para pisar tan suavemente - señalo y yo sonrei ante su comentario, la lleve a mi recamara, dado que ahí estaba la bañera, le indique donde estaban las cosas y que solo tendría que llamar a la menor molestia, ella asintió y enseguida baje para que se sintiera mucho más cómoda y para prepararle algo de comer, no sabia si había desayunado así que opte por algo no tan ligero pero tampoco tan sustancioso, le había preparado huevos con mortadela y arroz, así como agua fresca de melón, yo no tenia mucha hambre pero no sabia si ella era vegetariana así que comencé a preparar una ensalada por si acaso, cuando escuche que bajaba de las escaleras, voltee a verla y mi corazón se detuvo en ese instante, traía puesta una camiseta mía, no era exactamente la que le había puesto para que se cambiara, no era eso lo que me había hecho perder la razón si no como se ajustaba a su hermoso cuerpo, se ceñía como una segunda piel y dios sus piernas largas sobresalían, sus muslos se veían firmes y suaves, necesitaba tocarlos, ella lucia sonrojada, su largo cabello rosa lo traía sobre su pecho derecho, se veía tan hermosa, además de que su aroma estaba esperso por toda la casa, deben imaginar como estaba se excitado, ella debía de estar cansada y quizá muy asustada mala combinación con la tienda de campaña que amenazaba con formarse ferozmente en mi pantalón.
-Lamento haber esculcado en tu armario, es solo que...
-Esta bien, ya te he dicho que todo lo mio es tuyo (y era verdad).
-Huele delicioso - me miro y sonrió ampliamente, su sonrojo desapareció al instante y se dirigió a observar lo que antes había cocinado.
-Espero que te guste
-Estoy segura de que asi sera, si sigues mirándome asi no me sacaras fácilmente de tu casa
-En realidad ese era el plan
-Bien no me quejare - comento guiñandome el ojo, dios esta mujer estaba matandome, definitivamente me volvería loco.

La Mate del BetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora