En cuanto a _____, ella se había ido con su tío lejos de la ciudad durante el verano. Ella vivía en el pequeño apartamento y su tío bastante lejos de allí, pero suficiente como para verla cada día, ya que era el jefe del local, del Wild Cherries. _____ era feliz por tener a algunos de sus amigos cerca y vivía el momento, haciendo surf por las mañanas y trabajando para el maniático de su tío por las tardes.
Las pocas veces que pensaba en su vida, se recordaba su lema; Disfrutar de todo y valorar cada segundo. Se lo repetía a menudo, como un mantra, porque sabía que si pensaba en todo lo que había pasado, se derrumbaría. Tan solo era una cría de diecisiete años con todo un futuro por delante. Y como mecanismo de defensa, había funcionado.
A pesar de su corta edad, _____ tenía la impresión de que las cosas iban bien y que si seguía así, pronto podría independizarse totalmente y comenzar su vida como mujer en cuanto cumpliera los dieciocho. Aunque también seguía con los pies en la tierra, era suficientemente inteligente para saber que no podía zambullirse en aquella piscina a la que los adultos llamaban Mundo Real, porque era demasiado profunda.
Al igual que _____, Jessica era poco propensa a entablar relaciones amorosas. Era raro que saliera más de una vez con un chico y mucho menos que reconociera que le gustaba de verdad.
-¿Estás segura con el tal Harry? -Preguntó _____- Ya sabes que los chicos con padres ricos son como los hombres que se pasan el día en el gimnasio para luego salir a la calle y triunfar con todas las tías. Siempre terminan siendo unos imbéciles.
-Este no -Afirmó Jessica, con una sonrisa embelesada- Por favor, _____. Sólo una cita. Sólo una noche…
_____ estaba impresionada por el interés que mostraba su amiga por Harry.
-De acuerdo -Accedió a regañadientes.
-No será tan terrible, y tienes el móvil; puedes llamarme todas las veces que quieras. Si me necesitas, iré a rescatarte. Te lo prometo. Además…
-He dicho que sí.
-Te daré…
-Jessica, cariño, voy a quedar con él.
Jessica parpadeó y sonrió aliviada.
-¿En serio?
-Sí, pero te advierto que si tiene el pelo sucio, le huele el aliento a ajo o trata de indagas en mis sentimientos, me largo.
-Hecho.
_____ se dio la vuelta y miró hacia la playa. Había cuatro o cinco surfistas, y varias personas corriendo por la arena. Para ser una noche cálida de agosto, el lugar estaba tranquilo.
-Vamos a nadar.
Jessica miró el reloj, algo que hacía raras veces. De hecho, _____ no se podía creer que llevara puesto un reloj.
-Tengo una hora antes de salir con Harry -Advirtió.
-Has llegado tarde desde el día en que naciste. ¿A qué se debe esta repentina preocupación por la puntualidad?
-Voy a conocer a sus padres -Dijo felizmente.
_____ tardó en reaccionar, al parecer, la relación con Harry era más seria de lo que había pensado.
-¿Cuánto hace que estáis juntos? ¿Una semana?
-Sí, pero parece toda la vida -Suspiró Jessica.
De camino hacia el agua, _____ adoptó una actitud protectora.
-¿Dónde estudia?
-En el instituto que hay a las afueras de la ciudad.
-En el instituto que hay a las afueras de la ciudad…-Repitió, pensando en lo imprecisa que era aquella contestación.
Siempre llevaban el traje de baño puesto, y se quitaron la falda de algodón que llevaban y la camiseta.
-Te prometo que te va a encantar -Dijo Jessica.
_____ no acababa de creerla. En su fuero interno, estaba dispuesta a odiar al chico que había cautivado el corazón de su mejor amiga. Más le valía tratarla bien, porque de lo contrario tendría que vérselas con ella.
-Lo que me recuerda -Añadió Jessica, con una mueca- Que hay una condición para tu cita.
-¿Una condición? -Preguntó, confusa.
-Además de ser amigo suyo, el chico está en la banda en la que también esta Harry. Y tienes que ser su pareja en una gala a la que se van a presentar.
-¿Con ropa de fiesta?
-Sí. Tienes que ser amable en la cena y durante la actuación de los chicos, y no puedes hablar con la prensa.
-¿Quién es ese tipo que me quieres presentar, Jessica? -Le preguntó enarcando una ceja.
_____ imaginó a un chico centrado en los estudios, en la música y estrafalario procedente de una ciudad rica como podría ser Hollywood.
-Sólo recuerda que es guapo, que tiene buen cuerpo y que sus padres son ricos.
-Eso espero…
-Entonces, ¿Aceptas la condición? ¿Lo de no hablar con la prensa y eso? -Preguntó Jessica, mirándola con preocupación- Aunque como nunca les has tenido mucho cariño a los periodistas, no debería ser ningún problema, ¿Verdad?
La noche siguiente iba a ser un gran ejercicio de paciencia para _____. No tenía nada en contra de las citas. Bien al contrario, le gustaba salir y conocer a chicos. Pero salir con uno al que no había elegido y teniendo que atenerse a ciertas reglas iba en contra de sus principios.
Aún así, al ver el gesto esperanzado de su amiga no pudo negarse.
-No hay problema -Dijo, con una sonrisa poco convincente.
A Jessica se le iluminó la cara.
-Te debo una.
-Sí. No lo olvides.
Acto seguido se zambulleron en una ola en perfecta sincronía.
