-¿Quieres un catador?
-¿Te refieres a…?
-Por unos brownies soy capaz de ir a China. Iré al café y los probaré.
-¡No! Quiero decir, no estoy segura de que sea una buena idea. Nunca he conseguido que me salgan bien.
-Si están malos, te prometo que no diré anda.
-Mira, yo…-balbuceó ella-No. No, gracias. Lo siento…
A él se le desdibujó la sonrisa. Lo había malinterpretado todo.
-No, está bien. Lo entiendo.
-Es que la otra noche fue tan… tan…
-“Tan” es una buena manera de definirlo.
-Supongo que estaba esperando verte el sábado y darme cuenta de que no eras tan divertido como pensaba.
De repente, Zayn se sintió increíblemente bien.
-Suerte con los brownies, _____.
-Los brownies…
Se oyó un ruido extraño, y Zayn se dio cuenta de que ____ se había apartado del teléfono. Cuando volvió, estaba molesta.
-Tengo que llamar para que me arreglen ese horno. El maldito termostato está roto, y se ha quemado todo.
-¿Así que ahora la culpa es del horno?
-¿Qué? ¿Quieres que diga que se me ha quemado porque me has distraído? Llevas varios días distrayéndome. Aléjate, Zayn. Y mantente fuera de mi cabeza hasta el sábado. Por favor.
-Lo haré si tú lo haces.
-¿Tienes el mismo problema?
Ella sonaba más preocupada que divertida, y Zayn pasó de sentirse complacido a sentir otras emociones que no quería examinar.
Zayn se mantuvo ocupado como pudo, pero solo aguantó dos días hasta que volvió a llamar al Wild Cherries. La habría llamado a su casa, pero no le había dado el número. Le gustaba que no se lo hubiera dado; aquello quería decir que había sido sincera con lo de su fobia al compromiso, lo cual siempre era un rasgo muy atractivo en una chica.
Y aún así, el corazón le latía a toda velocidad ante la idea de volver a oír la voz de _____.
-Wild Cherries-contestó ella, aparentemente agitada.
-¿_____?
-Hola.
Había una sonrisa en la voz de ____, y de repente, apareció otra en la cara de Zayn.
-Solo quería oírte.
-Ya me estás oyendo. ¿Qué tal?
-¿Has hecho surf hoy?
-Sí-contestó ella, antes de cubrir el auricular para hablar con alguien del bar-Olvídalo, Nash. No le voy a decir eso.
-¿Decirme qué?
-He cometido el error de dar de comer a unos amigos y ahora están molestando.
-¿Qué quieren que me digas?
Ella vaciló un momento y después soltó una carcajada.
-Que ellos, y yo, te daremos una paliza si me haces daño. No comprenden a quien están amenazando.
-¡Dioses!
Ella rió.
-En cuanto al surf, hoy el mar estaba revuelto, y a Jessica le ha dado un ataque de risa porque me he caído delante de ella.
-¿Te has hecho daño?
-No tengo ni un arañazo. ¿Y qué hay de ti? ¿Qué has estado haciendo?
-Perder una partido de fútbol contra Harry y los de más.
-Pobrecito. Deberías jugar conmigo alguna vez; eso te haría recuperar la dignidad-dijo ______, entre risas-Soy pésima, malísima.
Él soltó una carcajada.
-¿Has visto las revistas?-Le preguntó luego ella.
-Sí. Lo siento.
-No lo sientas. Hoy, un cliente me ha pedido un autógrafo. He sido famosa por un día.
-Te lo estás tomando muy bien.
-Así es la vida, ¿No?
-Sí y no. ¿Sabes qué? Eres justo lo que necesitaba hoy.
-¿Sí?-Preguntó ella, complacida.
-Sí.
-¿Nos vemos el sábado?
-Claro.
Después, ______ le preguntó por Harry y la banda, y él por su última creación culinaria. Antes de que Zayn se diera cuenta, había pasado una hora, y ella se tenía que ir porque Jessica estaba atendiendo sola el café mientras charlaban por teléfono.
Aquella noche, Zayn soñó que la tenía entre sus brazos, con la piel mojada y caliente, como cuando habían nadado a la luz de la luna, charlando, riendo y besándose. Y a pesar de no haber tenido relaciones sexuales con ella, aquella primera cita había valido más que cualquiera de las noches que había pasado con una chica. De hecho, había sido la noche más ardiente y sensual en sus jóvenes diecinueve años.
El sábado llegó antes de que _______ se diera cuenta. El día amaneció fresco y nublado, pero el clima no impidió que fuera a hacer surf y a nadar con Jessica y los demás, como siempre. Cuando terminaron, Jessica abrió el café y _____ subió a su pequeña casita a prepararse.
-Ya basta-se dijo al ver su excitación reflejada en el espejo-Solo es un chico.
En efecto, solo era un chico. Un chico guapísimo que la hacía reír y que besaba como los dioses, o incluso mejor. Pero _____ estaba decidida a impedir que se repitiera lo de la otra noche. Solo se verían para ayudar a aquellos niños discapacitados por los que ‘One Direction’ tocaría una de sus canciones. Aquel día, Zayn la fastidiaría de alguna forma, y ella dejaría de pensar en él, de soñar con él.
Oyó que un coche entraba en el aparcamiento y corrió a la ventana. Pegó la frente al cristal, y al ver el BMW de Zayn se le hizo un nudo en el estómago.
No era precisamente un síntoma de fastidio. Sin embargo, el día aún era joven, y ella nunca llegaba más allá de la segunda cita sin querer deshacerse del hombre con el que hubiera quedado. De modo que solo era una cuestión de tiempo.
_____ bajó corriendo al Wild Cherries y en cuanto vio a Zayn entrando por la puerta, se lanzó a sus brazos, abrazándolo. El chico le sonrió y la besó en la mejilla. Ella misma se recordó que tenía que mantener la calma, pero aunque hacía fresco, la visión de Zayn le provocaba un calor infernal.
A causa del clima, los clientes del café pedían bebidas calientes, en lugar de los típicos zumos y refrescos. _____ sabía que Jessica y las dos chicas que había contratados aquella semana podrían ocuparse del local en su ausencia.
Jessica estaba a unos pocos metros, pasando un trapo húmedo por la barra, y sus cejas arqueadas indicaban que no sólo había visto llegar a Zayn, sino que también había visto como ______ se tiraba en sus brazos.
Tej estaba sentado cerca de la ventana con unos amigos y, por su sonrisa cómplice, era evidente que también lo había visto. _____ le hizo una mueca, pero cuando se percató de que Zayn la miraba fijamente a los ojos, sonriente, y con sus manos en las caderas de ella, el corazón le dio un vuelco.