-Cuéntamelo.
-Soy…-balbuceó ella, poniendo los ojos en blanco-Ya deberías haberlo adivinado.
-Dilo de todas formas.
-Les tengo fobia a los compromisos afectivos. ¿Entiendes? Solo tengo diecisiete años, no quiero atarme a nada. Al menos por el momento.
-Lo entiendo perfectamente-afirmó nadando hacía ella-Porque compartimos la misma manía.
-Eres un chico atípico, Zayn.
-Gracias. Creo.
Empezaron a nadar hacia la orilla, surcando las olas, girando juntos y riendo. Para cuando llegaron a la arena estaban abrazados.
El agua se retiró, y Zayn miró el cuerpo semidesnudo de la chica que tenía contra él. No muy alta, no muy baja, y con sus perfectas curvas. Tenía la piel de gallina, pero era cálida y suave, deliciosamente suave. Sus senos invitaban a tocarlos, a besarlos, y a él se la hacía la boca agua solo pensarlo. Sentirla tan pegada a él lo hacía desear morirse de placer.
Un deseo que por suerte también estaba reflejado en los ojos de _______.
-Lo que he dicho es cierto-Murmuró Zayn, mirándola a los ojos-Detesto los compromisos tanto como tú. Aunque deberías saber que te encuentro tan sensual y atractiva que cuando te miró apenas puedo respirar.
Ella levantó las manos y le acarició la cabeza, echandole el pelo mojado hacía atrás.
-Pero sólo es atracción superficial, sólo una cuestión de piel, ¿verdad?
La atracción superficial, la piel, era algo que encajaba perfectamente con los cánones de Zayn. Sin embargo, con ella, la descripción parecía un poco fría.
-______...
-Lo mío es sólo superficial, Zayn. Prefiero que lo sepas desde el primer momento. No me estoy haciendo la interesante ni estoy jugando. Soy así.
-Bueno.
Zayn pensó en las veces en las que él había dicho lo mismo. Le recorrió el cuerpo con la mirada y sintió que se quemaba por dentro. Le subió una mano por el estómago y le acarició los pechos.
_______ contuvo la respiración y se le puso la piel de gallina. Él quiso abrazarla para darle calor, pero ella se apartó.
-Ni siquiera una chica de playa como yo involucra demasiado la piel en la primera cita-Dijo.
A tientas, _____ buscó su vestido y se cubrió el cuerpo con el que Zayn sabía que se pasaría toda la noche soñado, luchando con la cremallera, que se negaba a subir.
Con un suspiro y una mueca de dolor, él se puso en pie y la ayudó a terminar de cerrarse el vestido.
Ella se volvió a mirarlo y sonrió; su recelo previo había desaparecido.
-Gracias.
-De nada.
______ le miró los pies.
-Como ves, solo tengo diez dedos.
-Sí-dijo ella, divertida-Y no son feos.
-Vaya… Gracias a Dios. Me alegro de que los apruebes.
-Esta noche ha sido muy agradable, Zayn.
Parecía sorprendida, él la tomó de las mejillas y se acercó un poco más.
-También me alegro por eso.
-Supongo que no lo esperaba.
-Yo tampoco.
-Sí…
____ retrocedió unos pasos y se volvió hacia el café. Zayn recogió su ropa, y empezaron a subir el peñasco. Ella sentía como la protegía la brisa con su cuerpo. Le gustaba verlo en bóxers y completamente mojado. Su cabello revuelto lo hacía verse más sexy de lo que ya era de por sí aquel chico. Tenía que reconocer que aquella noche había vivido una de las experiencias más divertidas, alocadas y eróticas de su vida, aunque sólo se habían besado.
Al llegar a las escaleras de madera que subían hasta su piso, se volvió hacía Zayn.
-Buenas noches.
Él le sonrió con aquella sonrisa embriagadora que tanto la conmovía.
-Buenas noches.
Como él se quedó inmóvil, mirándola, ella extendió la mano. Zayn soltó una carcajada y la atrajo hacía sí. Dejó su ropa en el techo del coche y le dio un beso apasionado que la dejó temblando, succionando sus labios como si el mundo fuera a terminarse en poco segundos.
______ se alegró de tener la casa a unos tantos escalones, ya que apenas podía tenerse en pie. Se apoyó contra un barrote y sintió la necesidad de replantearse la norma de no tener relaciones sexuales en la primera cita, porque lo deseaba desesperadamente.
-¿En que piensas?-Preguntó él, acariciándole la mejilla tiernamente.
Ella rió y sacudió la cabeza.
-En nada, ¿Y tú?
-Se me ocurre una cosa, pero no la puedo decir.
Zayn sonrió de lado mientras se ponía los pantalones y la camisa. _______ deseó que esta ultima prenda de ropa, se la dejara desabrochada, para contemplar su moreno y perfecto abdomen.
-De verdad-insistió con los zapatos en la mano.
-Entiendo.
Pero resultaba tan irresistible descalzo y con la ropa y el cabello mojado que ______ no pudo evitar ceder a la tentación de tomarlo de la camisa y atraerlo hacía sí.
-¿Más?
-Solo un poco-Murmuró antes de besarlo.
Zayn dejó caer los zapatos al suelo y la abrazó, acariciándole la espalda y el pelo, ladeando la cabeza hacía un lado para perfeccionar el beso.
Fue aún más intenso, húmedo, ardiente y difícil de interrumpir. Zayn chocaba sus labios contra los de ella. Le costaba respirar. El tacto de sus labios la ponía a volar, quería más. Aunque en algún momento tenía que terminar, y ella se apartó y lo miró a la cara. Aturdida por lo duro que le había parecido separarse, pensó que tal vez podía permitirse un poco más.
Sin embargo, antes de que pudiera decir una palabra, él se alejó hasta su coche, estiró la mano, abrió la puerta y entró con una sonrisa.
Podría haber subido ya a su apartamento, pero esperó a que Zayn encendiera el motor y se pusiera el cinturón de seguridad. Dos minutos después, ya no había rastro del chico moreno y de ojos miel.
Y ahora ella tenía mucho en qué pensar, demasiado para una chica que no era aficionada a la introspección, porque conllevaba demasiada pena y dolor.
El mar era una masa negra a su derecha. Las colinas, una sombra a su izquierda. Nada que pudiera distraerla de sus pensamientos.
Había sido una noche increíble. Quería más noches como aquella, con Zayn. Por primera vez en muchísimo tiempo había conocido a un hombre que la hacía soñar con una segunda cita.
Y estaba aterrada.