Capitulo 31

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—Sí —contestó, mientras él le hacía un masaje en la espalda—. Nos vemos por la mañana.

—¿Me aseguras que estás bien?

—Te prometo que lo estaré.

—Oh, ________ —exclamó Jessica, llorando—. Te quiero.

Ella contuvo un sollozo.

—Y yo a ti.

Acto seguido, ________ colgó el auricular, pero mantuvo la cabeza agachada.

—Perdón —le dijo a Zayn—. No quería despertarte.

—No lo has hecho. Sabía que no estabas durmiendo. Sólo estaba tratando de cederte espacio.

Aquello fue tan inesperadamente tierno que a ________ se le escapó una lágrima. Dejó la cabeza baja hasta que creyó que podía controlar sus emociones.

—Gracias.

Él le acarició la espalda.

—Creo que ya has tenido suficiente espacio, ________.

Ella levantó la cabeza y se dio la vuelta para poder mirarlo a la cara. Zayn sólo llevaba unos boxers. En medio de la fuerte luz de la cocina, despeinado, y con una marca en el hombro que se parecía sospechosamente a sus dientes, estaba muy sensual, y ella deseaba hacerle el amor una vez más.

—Tienes razón —afirmó, tomándolo de la cintura y acurrucándose contra su pecho—. Ya no quiero más espacio. No por el resto de la noche. Llévame a la cama, Zayn.

—Tu mano…

—Se me curará, siempre que no me apartes las tuyas del cuerpo. Supongo que tengo que reconsiderar esta actitud protectora tuya. Creo que me gusta —le rodeó el cuello con los brazos—. Me gusta mucho.

De nuevo en el dormitorio, Zayn la acostó en la cama de sábanas revueltas y se recostó encima de ella.

—Se supone que deberías tomar un analgésico y descansar un poco —dijo con sus labios rozando los de ella, tiernamente, y acariciándole la mejilla.

Ella le deslizó las manos por la espalda hasta acariciar las nalgas más sensuales y masculinas que había visto nunca. Él soltó una carcajada, la tomó de la cara y apretó las caderas contra las suyas.

—Veo que aún no estás preparada para dormir.

—No me digas que tú sí.

________ gimió al sentir la erección de Zayn.

—Y esta vez cuando hayamos terminado, si sigues sin poder dormir, dímelo.

—No quiero mantenerte despierto toda la noche.

—Tú dímelo —insistió él, dejando dos besos en sus labios—Y te haré compañía hasta que te duermas.

—¿Qué vamos a hacer?

—Lo que quieras.

—Zayn…

Una vez más, él se acercó para besarla, y ella lo encontró a mitad de camino. Era lo que ella quería: el desenfreno, la pasión. Sexo frenético y ardiente, justo lo que el médico debería haberle recetado.
Sólo que era como si él la conociera demasiado bien, porque cambió de estrategia, dándole lo único a lo que no se podía resistir: ternura. Una conexión inconmensurable, en cuerpo, mente y alma.
Zayn la transportó a un territorio en el que no había estado nunca, algo que la habría aterrado de no haber sentido que él estaba con ella, igual de perdido y asustado. Y después de alcanzar el éxtasis, mientras trataban de recuperar el aliento, abrazados, ________ se sintió plena, otra sensación que no había experimentado nunca.

Se despertó entre los cálidos y enormes brazos de un chico. Era una excelente forma de empezar el día, salvo porque la noche anterior se le había incendiado la casa donde pasaba los veranos y lugar de trabajo. Pronto, la euforia se transformó en desaliento.

Zayn abrió los ojos y la miró apenado mientras le apartaba un mechón de pelo de la cara. El gesto la conmovió profundamente.
Aquel hombre tenía una habilidad especial para hacerla derretir. Era tan maravilloso, tan apasionado, tan sensual y tan ajeno a su futuro…
Era algo que habían acordado desde el primer momento. El único problema era que ________ ya no sabía qué había en su futuro. Sólo sabía que tenía que ir a ver el Wild Cherries de día. Tenía que hacer planes y tomar decisiones.

Aunque le dolía el corazón, se apartó del abrazo de Zayn y se levantó lentamente de la cama.

—Tengo que irme.

Él se puso de lado para mirarla. Recostado en aquella cama enorme, era una tentación irresistible.

—¿Por qué no dejas que te prepare antes el desayuno?

Ella fue hacia el cuarto de baño, recogió su ropa interior y se la puso.

—¿De verdad sabes usar esa cocina tan elegante?

—¿Por qué no te quedas y lo averiguas?

—No puedo. Quiero ir al café.

Con un suspiro, Zayn se puso en pie.

—Te llevo.

—Puedo tomar un taxi…

—Te llevo —insistió él, acercándose y sujetándola de la cara—. ¿Crees que te dejaría hacer esto sola? ¿Que vayas tú sola a ver cómo ha quedado?

A ________ se le volvieron a llenar los ojos de lágrimas y trató de volverse, pero él la retuvo.

—Vamos a hacer esto juntos —añadió.

—He quedado allí con Jessica, y Red también viene. No te preocupes.

—________…

—No necesito una niñera, Zayn.

—Ya me doy cuenta.

Se quedó mirándola en silencio antes de soltarla.

Ella se dio la vuelta, porque no podía controlar la emoción que le causaba. Como no podía ir en la camisa que llevó la noche anterior, le pidió prestados una camiseta y unos pantalones. Después de vestirse se volvió y afrontó el doloroso silencio de Zayn.

Sedúceme *Zayn Malik*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora