¡Hola! Capítulo cortito para despedirse, continuación del anterior...¿Se nota mucho que no quiero despedirme?
Este ya es la escena final donde todos son felices, pero escribiré un extra (¿habrá drama? No se sabe...jejeje) para aclarar algunas cosas.
Escribiendo "Tras la máscara" he alcanzado ya los 700 seguidores, más de 1500 votos y más de 8500 visitas, unas cifras que a mí siempre me parecen increíbles, y que si son posibles, son gracias a vosotr@s, que estáis del otro lado de la pantalla esperando pacientemente y apoyando las cosas que se pasan por mi cabeza. Esto no es un adiós, porque aunque deje un tiempo de descanso, siempre volveré a escribir con mucha ilusión. Estoy empezando otra historia, pero que no tiene nada que ver con el mundo victoriano, a la que tengo que darle mil vueltas más hasta que me guste jajaja
Con todo dicho, os dejo con el capítulo. Me encanta escribir a William feliz jajaja
Todo fue muy confuso y rápido para ambos en el momento en el que lord Sackville advirtió que su cortesana era, nada más y nada menos, su esposa ante la ley. El hombre gritó escandalizado, al tiempo que se levantaba de sopetón y la arrastraba con él del brazo sin darse cuenta. La joven chilló también, asustada por el arrebato y en el forcejeo, se le cayó la peluca pelirroja, despeinando en el proceso su perfecto moño castaño. William se quedó mirando atónito a esa parte del disfraz, y después a ella, preguntándose cómo era posible que se encontrasen en un lugar así.
–¿Qué demonios estás haciendo aquí...así vestida? ¡No me digas que has decidido...!
–¿Convertirme en cortesana? ¡Por supuesto que no! Solo le pedí el favor a la madame de concederme una habitación para hablar.–protestó la joven, entre indignada y divertida–. ¡He venido a verle a usted!
–¿Y no podríamos encontrarnos a la luz del día?–preguntó rojo de la vergüenza. ¿Qué pensaría ella de que hubiese pisado ese local?–¡Yo no tenía pensado venir aquí! Todo esto fue idea del maldito Johnny...
–Yo organicé este encuentro, milord, no tiene que preocuparse.–le aseguró al entender su nerviosismo. William abrió los ojos más impresionado que enfadado–. John Bradbury ni siquiera está borracho, él me ha ayudado a traerlo aquí. Pensé que quizá...
–¿Quizá qué, Victoria? ¡No me dejes así!–exigió saber el hombre, fuera de sus casillas, al ver que a Victoria se le morían las palabras en los labios por la vergüenza.
–¡Pensé que no querría recibirme después de ser tan dura con usted!–a continuación, empezó a hablar muy rápido y seguido, soltando en tromba todo lo que quería decirle.– Aunque no podía quedarme sin decirle que las cosas entre nosotros nunca han sido como en el resto de parejas, y que me gustaría que me consultara la próxima vez que tomase una decisión que también me implicara a mí, pero...no puedo dejar que me aparte de su vida. No cuando yo también quiero estar en ella.
>> No fue fácil para mí dejar Knole House en aquellas condiciones. Creí que, después de nuestra discusión usted tampoco tendría ganas de verme, hasta que me llegó su carta...Me partió el alma leer su dolor, que era igual al mío, y decidí que tenía que solucionarlo. No podíamos estar ambos sufriendo por el mismo hecho.
William le soltó los brazos y retrocedió unos pasos, presa de una gran conmoción. ¿Era realmente ella, o el calor de la habitación y el alcohol le habían perturbado la mente? Victoria estaba frente a él, revelándole que también había sufrido su ausencia y que no quería pasar más tiempo lejos de su persona. Una ola de calor envolvió su cuerpo al darse cuenta de que no iba a vivir sin ella, y una sonrisa comenzó a formarse en su cara. Victoria, encogida y nerviosa en aquel ridículo traje que dejaba poco a la imaginación, lo observó con ojos recelosos: ¿sonreía de verdad o se burlaba de ella por llevar aquel humillante aspecto?
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Tras la máscara
RomanceHace cinco años, un terrible accidente destrozó a la familia Sackville. El duque de Dorset, en su desesperación, se ve obligado a acudir a un baile en busca de una esposa, y entre todas las candidatas, descubre a una joven heredera, poco llamativa a...