✨ Capítulo 17 ✨

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"¡Flint Lockwood!"
— Policía de Lluvia de hamburguesas

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(PDV de la Lectora)

«En verdad necesitaba salir de ahí, solo... Quiero estar sola con mis pensamientos».

—Soy una completa idiota. ¡¿Por qué tuvo que pasar todo esto?! —gimoteo, deslizándome en una pared de ladrillos hasta dar con el suelo.

Limpio mis lágrimas, soltando un suspiro y fijando mi mirada en mis pies. Agarro mi cabeza, dejando que mi cabello caiga sobre mi rostro.

Recuerdo aquel día en el que leí la nota de suicidio de Nagito y cómo una ve me dijo: "Es mejor que muera a que tenga mi cerebro pudriéndose dentro de mi cabeza". Su demencia y linfoma son cosas provenientes de horribles pesadillas, cosas en las que nunca pensé mucho hasta que lo conocí, pero ahora me doy cuenta de cuánto sufrimiento debe de sentir él y las otras personas con su misma condición.

«Komaeda... Te traeré de vuelta... Aun si es lo último que hago...».

Sintiendo una nueva determinación nacer en mí, me levanto del piso y aprieto mis puños. Tan solo iba a empezar a caminar, cuando el suelo bajo mis pies empieza a temblar, haciéndome volver a caer sobre la pared. 

«¿Está ocurriendo un puto temblor?».

Cuando miro hacia el final del callejón, deseo no estar aquí, porque aproximándose rápidamente hacia a mí se halla el Gran Robobear. Todavía lanzando sus bumeranes, hace el ademán de agarrarme, sin embargo, soy empujada por unas ásperas manos.

Me sorprendo al alzar la vista y ver allí a Komaeda, con su navaja, mirándome con sus ojos verdegrisáceos. Su verde jacket se balancea con el viento y su arma blanca brilla, reflejando la luz del sol. Arquea sus cejas manteniendo su vista en mí.

—Mejor quédate atrás si no quieres morir —advierte con burla y desprecio, para después esquivar velozmente otro golpe del Robobear.

—¡Upupupupupu! —chilla el Robobear.

Su chillido invoca decenas de arañas-monokuma, las cuales se empiezan a arrastrar por la calle, haciéndose paso hacía mí a la vez que sus patas hacen un nauseabundo sonido. En frenesí, paso mi mano con rapidez por el concreto detrás mío en busca de algún tipo de arma, sin suerte de hallar nada.

En el momento en el que una se sube a mi pierna, Naegi llega, corriendo y pateándola, alejándola así de mí. Saca una peculiar arma de su bolsillo, apunta y dispara, matándola de manera instantánea.

—Naegi... —murmuro, temblando—. Gracias.

Su arma parece un gran teléfono, pero claramente es algo de mecanismo único.

—Parece que la suerte está de mi lado. —Me sonríe con ternura—. Encontré esta pistola guardada en una de las bases de Fundación Futuro. —Ríe—. Junko debió haberla pasado por alto... —No puede terminar la oración, pues es interrumpido por las arañas. 

Les dispara lo más rápido que puede, esquivando los ataques a la vez que posa su mirada en mí.

—¡(Tu nombre)! ¡Corre! ¡Te alcanzaré más tarde!

No hay nada que le pueda responder, así que me doy la vuelta con la intención de salir corriendo. Sé que Naegi quiere que vuelva donde Nanami y Hinata están, empero la sensación que me hace sentir el pensamiento de dejarlo a él y a Komaeda..., me siento enferma.

Tan solo he avanzado unos pocos metros cuando algo áspero choca contra mí.

—Te dije que te largases, chica —dice Komaeda con dureza; su navaja está llena con aceite del Robokuma.

Losing Hope [ Nagito Komaeda x Reader ] { Versión en Español }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora