yoonmin; ‹ mi querido esposo.

09

Todo transcurría con total tranquilidad, Jimin sostenía la mano del mayor mientras ambos daban un paseo por un pequeño parque que se encontraba cerca de donde ellos vivían. No decían nada, simplemente se dejaban llevar por el ambiente y el relajante viento que aquel cálido día les brindaba.

Últimamente se sentían más enamorados que nunca, Yoongi todas las mañanas le llevaba el desayuno a la cama a Jimin y ni que hablar de las tardes donde ambos se ponían melosos y no tardaban en darse mimos. Jimin era muy afortunado de tener a Yoongi como esposo.

De repente la noche había caído, Jimin suspiró pesadamente mientras miraba al pelinegro. Y si, Yoongi había vuelto al negro, ese color iba mucho a su favor, se veía más varonil—aunque ya lo era—. Le sonrió con ternura y éste no tardó en estampar sus labios con los contrarios sacándole una risita.

— Deberíamos ir a casa, ya es tarde y no sé qué tanto estará haciendo Jinho — dijo con cansancio, el mayor asintió.

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Al llegar a casa Jimin fue directamente a la cocina pues al entrar un exquisito aroma a chocolate fue su bienvenida. Esbozó una gran sonrisa al ver a Jinho reír mientras Chen decoraba lo que al parecer era un pastel.

— ¿Qué hacen, pequeños? — se aproximó a ellos dándoles un besito en la mejilla.

— No falta mucho para que Papá cumpla años y realmente quería hacerle esto, además, Chen me ayudó mucho

— Me parece muy lindo de tu parte, anda, ve y dáselo. Está en la sala — Jinho se limpió la ropa y fue hacia donde Jimin le había dicho, con una gran sonrisa.

No pasó mucho tiempo, realmente fueron segundos en los cuales Min Yoongi se encontraba con lágrimas y una sonrisa enorme, haciendo notar sus ansias. Jimin daba pequeños aplausos, emocionado.

Jinho sonreía satisfecho por la reacción de su padre, mientras que Chen igualmente aplaudía.

Aquella noche todos estuvieron viendo películas hasta tarde, deseaban volver a vivir un momento así.

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—Buenos días, cariño— besó su mejilla sacándole una linda risa al menor, de nuevo le había traído el desayuno.

—Eres muy tierno, Min— lo abrazo haciendo que se volviera a acostar con él, cosa que no tardó en hacer.

—Soy el mejor, lo sé— sonrió

—Dame un beso~ — dijo con una voz melosa.

YoonGi no tardó en dejar varios besitos en sus labios, haciéndolo reír.

Jimin se separó de él, mirándolo atentamente, viendo cada pequeño detalle en su rostro. Yoongi realmente era muy apuesto, con el pasar de los años había tomado un aspecto más varonil, su mirada cada vez más penetrante y su sonrisa que cada vez que sonría Jimin parecía colapsar de lo lindo que se veía, estaba muy enamorado de él.

—Te amo— besó la punto de su nariz

—Yo igual...— sonrió.