Capítulo 01.

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Jungkook odiaba ver como el resplandeciente Sol salía y comenzaba otro día a sabiendas que él se encontraba en aquella camilla. Lo encontraba injusto, que él estuviera ahí solo, sabiendo que todos los amigos que alguna vez hizo, ahora estaban jugando en algún parque junto a sus padres.

Por eso prefería la Luna. Ella lo tranquilizaba, le deseaba hermosos sueños en donde podía reencontrarse con sus padres en aquellos parques que, despierto, deseaba estar.

Además, el Sol solo le traía más que problemas para poder llegar a ser un niño normal.

― ¡No te puedes tomar el yogur de galleta! ― Bramó el doctor, cansado de esa discusión que estaba teniendo con el pequeño. ― La ultima vez que te lo digo Jungkookie, hoy no puedes comer o no te podremos hacer la biopsia, ¿entiendes?

Acarició la mata de cabello castaño que tenía el niño de grandes ojos, tratando de hacerlo entrar en razón, pero vamos, era un niño, ¿cómo quería que entendiera que aquella enfermera le mintió y ahora no podía comer lo que él más deseaba?

― ¡No, no, no! ― Chilló, pataleando hasta tirar al suelo el edredón que lo cubría. ― ¡Quiero yogur, lo quiero, lo quiero!

Cuando comenzó a llorar, fue el turno del doctor Min para masajear el puente de su nariz, buscando una paciencia que hacía años ya había desaparecido.

― Lleváoslo. ― Ordenó. ― Ya se dormirá con la anestesia.

Los demás enfermeros asintieron, para después empezar a mover la camilla con Jungkook sentado en ella mientras lloraba, rogando por su último deseo.

― No sé como te puede gustar algo tan simple. ― Le confesó Min, observando con detenimiento a aquel niño que horas atrás había hecho un berrinche tan grande que hasta en la azotea se escucharon sus gritos, cosa excepcional ya que estaban en la segunda planta de ocho que había.

El más pequeño paró de comer solo para poder responder al joven de afilados ojos.

― Es fácil hyung, solo conozco esto. ― Se encogió de hombros, para volver con su labor de engullirlo todo sin dejar rastro, cosa que hizo a la perfección. ― ¡He terminado!

El niño le extendió el envase con una sonrisa llena de felicidad en su rostro, Tenía los ojitos cerrados, pero la boca totalmente abierta por el grito que había hecho, creando una expresión demasiado adorable.

YoonGi lo tomó por arriba, para después tirarlo a la basura que llevaba en el carrito que tenía la comida para los pacientes.

― Muy bien Kookie, te lo has comido todo. ― Acarició con suavidad su cabeza, haciendo al niño sonreír. ― Y ahora debes irte a dormir, ¿bien?

Jungkook miró por la ventana, era cierto, se había hecho de noche, pero muy deprisa. Se recostó en la camilla y cubrió todo su cuerpo hasta parte de su rostro con el edredón.

― Buenas noches y ten cuidado con las vendas. ― Le dijo al oído, en un susurro casi inaudible.

Le dio un largo beso en la frente al pequeño, para cerrar las luces de la habitación e irse, sin embargo, Jungkook con los ojos muy abiertos, lo tomó por su antebrazo con la poca fuerza que tenía. Desde hacía días quería pedirle una cosa a su hyung favorito.

― Hyung, antes que te vayas o yo me duerma, me gustaría pedirte una cosa. ― Empezó a decir. Sus ojos estaban abiertos de par en par, suplicantes ante él. ― Sé que todos dicen que eres el mejor y puedes hacer lo que sea, por eso me gustaría que hicieras esta noche eterna.

― Kookie, estas delirando, será mejor que te vayas a dormir. ― Él arropó con rapidez al pequeño. ― Mañana, que no estarás bajo los efectos de la anestesia, hablaremos.

Jungkook apretó el agarre.

― ¡No, escúchame! ― Rogó con los ojos llenos de lágrimas. ― Sé que es egoísta de mi parte querer que esta noche sea eterna, lo sé, pero también sé que mañana todo será doloroso para mí. Los días duelen como si me clavaran millares de cuchillos en el pecho, los odio. Todo es doloroso durante el día, así que, por favor hyung, concédeme este pequeño deseo.

Pidió el más pequeño, llorando a moco tendido. Había dejado de aferrarse a YoonGi hacía un largo tiempo, por lo que el mayor decidió alejarse de él antes de que lo volviera a retener y no pudiera marcharse.

― Buenas noches Kookie. ― Le dijo antes de salir de la blanca habitación con una mueca en su rostro.

Junkook volvió a llorar aún más fuerte e intentó levantarse, pero fue imposible por culpa de su torso, le dolía. Sujetó en donde estaba el punto más doloroso para poder recostarse en esa cama que había empezado a odiar.

Pero no abandonó la posibilidad de que su hyung volviese, por ende, toda aquella noche, antes de que el sueño lo venciera, la pasó entre su inagotable llanto y gritos, aun si al día siguiente se encontraba afónico.

― ¡Hyung vuelve, por favor! ― Pedía y pedía sin ser escuchado. ― ¡Hyung, por favor, concédeme ese deseo!

Cuando la noche comenzaba a hacerse aún más oscura, con solo los tenues rayos de luz que brindaba la Luna a aquel pobre triste niño, por fin cesaron sus gritos, con un último susurro proveniente de él:

Hyung, por favor.

Izanami ➵ BTS;; jeon jungkook [BD #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora