Capítulo 03.

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El pequeño despertó de su camilla e intentó incorporarse, cosa difícil pues le dolía otra vez el torso.

― Qué extraño. ― Murmuró con un puchero. ― Anoche con Izanami no me dolía.

Recordaba vagamente como su nueva amiga y él estuvieron correteando como lo que eran, niños pequeños, por todo el hospital en busca de esa nueva cosa que ahora deseaba. Pero en ningún momento le dolió, ni siquiera cuando casi cae encima de Izanami y por eso le dio un manotazo justo ahí.

Extraño, extraño, extraño.

Sin embargo, no le prestó demasiada atención ya que se temía aquello. El daño siempre era por culpa del día, no le sorprendía que por la noche no le doliera.

― Buenos días, Jungguo. ― Saludó una enfermera. ― ¿Cómo te encuentras hoy?

Él alzó su pequeño mentón hacia aquella señora, analizándola con sus característicos ojos castaños, solo para volver su atención a aquellos dibujos animados que se le hacían pesados, ¿quizás estaba madurando o simplemente le aburría volverlo a ver por decimoctava vez?

― ¡Argh, que niño más maleducado! ― Apagó el televisor. ― Ven, quítate la camisa, debo cambiarte las vendas.

Jungkook hizo caso omiso y volteó su rostro hacía la ventana.

Él nunca había sido maleducado con los enfermeros, les tenía bastante aprecio, sin embargo, todos aquellos que se portaban mal con él, se lo devolvía.

Precisamente, quien más odiaba, estaba delante suyo.

― No, quiero al doctor Min, llámalo. ― Le dijo sin siquiera mirarla.

― Mira, Jungguo, soy yo quien les cambia las vendas a todos los niños de esta planta y tu no serás la excepción. Ahora quítate la camisa o tendré que hacerlo yo, tú decides.

Él la miró desafiante, advirtiéndole con la mirada que ni de coña iba a hacer lo que ella quisiese.

Lentamente movió su cabecilla hacía los lados, alzando las comisuras de sus labios hacia arriba. Le encantaba la sensación de poder que tenía en esos momentos que podía decidir qué hacer, sin que ella pudiera reñirle ya que no tenía ninguna clase de autoridad sobre él.

La señora resopló fatigada.

― Está bien, ¿tú los has querido por las malas? Lo haremos por las malas Jungguo.

Lo tomó por el brazo y empezó a tirar de él como una posesa. Desabotonó un poco la camisa de el niño con la izquierda, quien había comenzado a gritar a alguien que lo rescatase y llorar, mientras con su diestra mantenía el agarre.

― Maldita sea, ¡estate quieto! ― Bramaba ella con histeria.

― ¡No quiero!, ¡no me toques! ― Jungkook, llorando a moco tendido, tiraba una y otra vez, trataba lo imposible para poder escapar de aquella señora aun si le dolía el torso y su muñeca. ― ¡Que me dejes!

Mas aquella enfermera no parecía querer escucharle pues ya le había quitado la camisa y ahora iba por sus pantaloncitos.

― Por favor, pare. ― Susurró junto a un sollozo que ahogó. No sentía más aquella fuerza para poder luchar como antes, solo estaba cansado de esa situación, sentirse débil, así que solo la dejó cuando le hubo quitado los pantalones sin poder hacer nada más que llorar.

Odiaba tanto aquellos infernales días.

Izanami ➵ BTS;; jeon jungkook [BD #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora