Eran las 8 de la noche del 20 de junio de 2013, el cumpleaños de Delmira, Ancel estaba sentado en su sofá, bebiendo una copa de vino tinto mientras miraba la cortina blanca de su departamento, suspiró y regresó a su ordenador, cuando recibió un mensaje. Un viejo amigo.
Hola, amigo. ¿cómo has estado?
No estaba acostumbrado a esa clase de cercanía y le producía un mal sabor de boca su tónica, se le antojaba a petición.
¿Necesitas algo?
Miró cómo los tres puntos de la conversación bailaban en la pantalla, desaparecían y volvían a aparecer.
De hecho, si. Creo que tienes un conocido que se tiene que andar con cuidado, parece que tiene las riendas en el negocio y tiene a varios en la mira. ¿Crees que me podrías comunicar con el?
<<No.>> pensó sin titubear, pero se tomó su tiempo en contestar.
Le sonaba directamente a un gancho y por mucho que Lancelot fuera su amigo, su petición había sido un tanto específica y particular, tomando en cuenta que usó las palabras "el negocio" juntas, incluso se le antojaba vulgarmente específico y descuidado para alguien que siempre tenía que cuidarse por su trabajo.
No estarás investigándola.
<<Mierda, mierda, mierda.>>
¿Entonces es una mujer?
Se maldijo a sí mismo por su descuido, pero no titubeó tanto y prefirió hacerlo parecer completamente intencional, prefirió, como dice una expresión que alguna vez escuchó en cierto barrio mexicano "darle atole con el dedo". Estaba investigándola.
¿Algún problema con eso?
Para nada. ¿sabes dónde está o cómo puedo contactarla?
Rió sin voz al leer este mensaje recordando a la mujer en cuestión a pesar de que Lancelot no lo entendería.
No, hace años que no hablamos, me ha ayudado mucho desde el principio.
¡qué mala suerte!
Lamento no ser de ayuda.
Al contrario, lamento interrumpirte.
Decidió hacerle otra broma que no entendería.
Suerte encontrándola.
Claro, ¿Cómo dijiste que se llama?
Sus sentidos se aguzaron y sus pupilas se volvieron pequeñas, gruñó de nuevo sin voz, algo enfadado.
No te dije su nombre.
¿lo harás?
Auf Wiedersehen.
Cerró de golpe el ordenador.
- Scheiße! - gritó internamente e inmediatamente texteó a alguien para que se encargara de él con la cara hirviendo en rabia y apretando los dientes con fuerza. Era su amigo, pero no podía dejar que alguien investigara a Scarlett bajo sus mismos ojos, incluso más que nada, le haría un favor a Lancelot ya que si se metía en problemas con ella, le saldría un muy caro recibo. Nadie quiere ser buscado por ella y si la buscas, es porque estás en serios problemas. Ahora necesitaba notificarle de lo sucedido a ella y eso, le suponía uno de los mayores problemas, suponía tener la mente fría para no cometer ninguna estupidez a la hora de comunicarse, moría de nervios y de sólo pensarlo le sudaban las manos.
- Lancelot Herbst, en Inglaterra.
Se esperó hasta recibir alguna respuesta, que no se hizo esperar demasiado.

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die Dunkelheit
غموض / إثارةScarlett maneja una empresa ilegal desde los cimientos , impulsándola aún entre las dificultades, se enfrenta a un oponente duro, es un misterio y un dolor de cabeza al que Scarlett se propone erradicar, enfrentándose con acertijos relacionados con...