"Toy in jail"

Parte 1: El engañado

NOTA DE LA AUTORA: Como muchos/as ya empezáis a conocerme por aquí, solo os advertiré que la temática de este fic es fuertecita, hay mucho lemon, bien detallado, entre varios personajes que serán "bulto" y otros más protagonistas. Sale uno de mis personajes inventados (Haruka), es un AU y podría decirse que es un drama carcelario aunque también hay partes de humor y...digamos romanticismo XD ¡¡que lo disfrutéis!!

*Este fic fue publicado en amor yaoi en junio de 2015.

"Toy in jail"

1-El engañado

**Sen**

Toda mi vida he seguido fiel a mis instintos. Desde que tengo uso de razón y desde que me convertí en un hombre independiente, he hecho lo que he querido aunque a veces eso me haya dado problemas. No soy una mala persona...solo soy un idiota frustrado. Jodidamente cabreado por mi actual situación.

Mi corazón da un suave brinco en mi pecho cuando oigo el ruido que hace una puerta metálica al desplazarse para poder entrar. Agarro con tal fuerza la bandeja que han depositado en mis manos que puedo apreciar como mis nudillos han perdido totalmente su color, tornándose tan blancos como la pared que hay frente a mí, flanqueada por una línea amarilla a la altura de mis tobillos.

-Deja tus objetos personales en la bandeja y ve hacia la pared- un hombre corpulento y moreno, totalmente uniformado y con una pequeña placa en su pecho se dirige a mí hablándome en mi idioma lo cual me sorprende y alivia. No estoy en posición de defenderme ni ofenderme, pero al menos puedo preguntar qué va a ser de mí a partir de ahora.

-Me gustaría hacer una llamada- el hombre me mira abriendo sus ojos algo sorprendido y termina por menear la cabeza sonriendo.

-Lo siento amigo, nada de llamadas aún. Ve a la pared-

-Por favor, no tardaré en...-

-¿estás sordo o qué muñequita?- me ofendo enseguida ante ese apodo y el oficial me señala mi cabello largo como motivo de la burla. El que tenga un pelo tan largo no le da ningún derecho a tratarme como si fuera una niña ¡tengo veinticinco años ya!

-Bien. Mira a la cámara- el flash me ciega durante unos segundos y el moreno deja la cámara a un lado para coger unos guantes y ponérselos en ambas manos. Mientras tanto, otros hombres entran con las bandejas y empiezan a dejar sus objetos por orden de otro oficial que pasa y les habla en inglés.

-Kensei tradúceme, voy a reconocerles- el oficial moreno habla a su compañero, un hombre igual de corpulento aunque algo más bajo que el primero, que tiene el pelo blanco y unos ojos castaños con reflejos dorados que se fijan en mí unos instantes antes de asentir con la cabeza. ¡Es japonés también!

-Escuchadme todos. Soy el funcionario de prisiones Kugo Ginjo, natural de Japón. Me encargo precisamente de los presos de mi país y aquí mi compañero, Kensei Muguruma, también es de la misma nacionalidad pero sabe inglés y podrá ayudaros a todos en general. Estáis en una cárcel de alta protección y peligrosidad. América es la tierra de las oportunidades...para que gentuza como vosotros, seáis chinos, rusos o ingleses, podáis cometer todo tipo de atrocidades cuando os da la gana. Pues bien...se os acabó el juego. Desnudaros todos y poneros contra la pared con las piernas separadas-

Noto como se me sube la bilis a la boca de pensar en lo que va a hacernos. Claro que sé donde estoy metido ¡¡en una prisión extranjera! Y todo por su culpa....por mi propia pareja que me ha vendido como a un perro...si es que soy imbécil....

-vamos nenita, inclínate hacia delante y aprieta los dientes- Kugo me echa la cabeza hacia delante y forcejeo un poco para que no palpe donde sé que quiere llegar, pero un tirón de pelo me advierte de que me esté quieto si no quiere que esto sea más humillante. Oh kami, sus dedos están justo ahí....