"Toy in jail"

Parte 16: La trampa

16-La trampa

**Aizen**

Todo va sobre ruedas. No pensé que me haría con el control del módulo 3 con tanta facilidad, pero está visto que basta mover unos hilos para tener a todos, o bien amenazados u obedientes para que no molesten.

Observo con satisfacción la cara de estúpido que se le pone a Iba cuando le llevo a la habitación donde tenemos encerrado a su guardia, al cual corre a abrazarle y liberarle de sus ataduras.

-Lo siento Shinobu.... ¿estos cabrones te han hecho algo?-

-No...estoy bien, pero él...- Iba me mira directamente fulminándome con sus ojos negros y yo levanto la barbilla con orgullo sin dejar intimidar. Uno menos, no pienso perder el tiempo con alguien que se ha dejado aniquilar tan fácil y eso sin contar a los otros líderes.

-¡Aizen! El rubio está saliendo de la enfermería tras hablar con Ichimaru-

Vamos con el siguiente objetivo, el preso loco peligroso. Kira Izuru, un arma letal dentro de esta prisión. Salgo en compañía de mis dos presos fieles y me asomo al pasillo viendo como el rubio está hablando con Ichimaru Gin, que hace de guardia y médico de la cárcel. Por cómo se están mirando veo que hay entre ellos algo más que una relación cordial y pienso aprovecharlo.

-Estaros preparados. Ese rubio tiene que acabar en mi celda-

**Kira**

Sonrío cuando siento la caricia que Gin deposita sobre mi mejilla mientras me mira intensamente.

-Si quieres te acompaño a la sala de llamadas. No quiero que estés a solas con ese tipo-

-No debes preocuparte tanto Gin, sé cuidarme...así que por favor, sigue trabajando, nos veremos luego-

Me siento el hombre más afortunado del mundo al tener a Gin a mi lado. Pese al aspecto sombrío y malicioso que pueda dar, es un hombre maravilloso y sé que se ha fijado en mí pese a esta enfermedad que acarreo porque en realidad le importo. Me gustaría corresponderle todo el amor que me está transmitiendo, aunque no sé cómo hacérselo llegar.

Entro en la sala de llamadas tras identificarme y me siento frente a un cristal donde hay un hombre rubio con gafas esperándome. Mi tío Iemura. El hombre que se ocupó de mí tras la muerte de mis padres. Cada vez que le veo siento un escalofrío, pero intento disimularlo con una sonrisa a lo que él contesta con una mueca de asco.

-¿Cómo estás, Izuru? ¿Te tratan bien?-

-Sí, tío....estoy bien-

-Tienes golpes en la cara, no me mientas-

-Bueno...no todos los presos son tranquilos, tío....-

-Pediré con urgencia tu traslado a una prisión psiquiátrica. Si sigues así no te cuidarías sobrino mío y....sabes lo importante que eres para mí-

Me gustaría creer sus palabras pero mi mente "cuerda" me grita que me aparte de él. Cuelgo el teléfono dando por finalizada la llamada y me despido batiendo mi mano antes de volver a mi celda, o eso intento porque nada más entrar, dos presos me tapan la boca y me inmovilizan tirándome contra la litera. Veo que están acompañados del preso más reciente de la prisión, Aizen Sousuke, un hombre que ya ha creado estragos entre varios de mis compañeros.

-Así que tú eres el conejo tan famoso....ju, no esperaba que fueras una mosquita muerta-

-¡eso es solo cuando está despierto, pero tío, no veas que genio tiene dormido!!-

¿Están hablando de mi doble personalidad? Oh no....ni siquiera sé que pretenden hacer conmigo y ya puedo intuir por dónde van los tiros...

-¿sabes Kira? Gracias al dinero que manipulé de los Kuchiki he viajado por muchos lugares a lo largo de mi vida y he aprendido muchas técnicas, como el hipnotismo- parpadeo varias veces al ver como Aizen saca de su bolsillo una especie de medalla reluciente que pone ante mis ojos.