[Hamilton] Cuando Vuelvas (Jamilton con Ham histórico y Jefferson Musical)

26._Mejor amigo

James es el mejor amigo del mundo.

Fue lo que Thomas se recordó a sí mismo cuando se quedó con el hasta que dejó de llorar, sin moverse, dejándose humedecer la ropa de lágrimas.

Había intentado quejarse, pero las palabras eran balbuceos inentendibles, así que al final ambos dejaron de hablar y solo lloraron. Por todo, solo dejaron que sus sentimientos se derramarán.

Una vez Thomas logro respirar con calma, Madison lo mando a tomar un baño, así que eso hizo.

Se sentía tan extraño en su casa. Amaba su hogar, pero las paredes, el piso, todo se sentía tan diferente, y la ducha no era la excepción.

Fue un poco relajante sentir que todo su rostro, bañado en lágrimas desde el día anterior, estaba limpio. Se quedó al menos diez minutos bajo el agua caliente antes de limpiarse como era debido.

Cuando por fin se apresuró a salir, limpiando su cuerpo y su pelo, tomo lo primero de su clóset.

Estaba preocupado porque, legalmente, estaba muerto.

Con la toalla en su espalda, sobre su ropa y bajo su pelo, bajo a buscar a James.

—¿Jemmy?—Extraño tanto llamarle por ese nombre.

—Te prepare el desayuno.

No pensó que se habría tardado tanto como para que James tuviera tiempo de preparar huevos, tocino, tostadas y café para ambos.

Estaba sorprendido, pero feliz, sentía que no podía recuperar aquella actitud infantil suya, como si se hubiera ido lejos dejando un Thomas gris y apagado, pero se obligó a dejar de pensar en eso.

Corrió a abrazarlo.—Gracias.—Por primera vez, en un buen tiempo, James sonrió.

Le acarició el pelo un momento y luego le dio un par de palmadas en la espalda.

—Ya, ya, come. Tenemos que hablar.—Thomas se tenso horrible al escucharlo y eso fue tan notable, el pánico se extendió por su cara y se congelo.—Tranquilo, no estoy enojado, solo que hay muchas cosas que resolver ¿No crees?

Thomas tembló un poco, trago saliva, respiro un hondo y asintió. Tenía que aprender a lidiar con sus emociones, de nuevo.

Así que comieron, mientras discutían sobre sí Washington lo dejaría volver a su trabajo, el que hacer con respecto a que estuviera muerto legalmente y que todas sus cosas habían pasado a manos de Alexander. Casi lloro de nuevo cuando se pronunció su nombre.

—Probablemente deba gastar montones de dinero para poder arreglar todo, sería más fácil fingir que estoy muerto.—Madison le dio una mala cara.

—Arreglaremos eso mañana temprano.

El rostro de sufrimiento tras escuchar aquello era claro. No quería, obviamente, no solo iba a ser algo bastante complicado, si no que no se sentía con humor.

Sabía que James lo obligaría, pero eso no quitó su deseo de acurrucarse en sí mismo y quedarse acostado en la mesa, quejándose en voz baja.

Madison le puso una mano en el hombro.—Entre más pronto, mejor. Lo sabes.

Asintió, sin levantarse. Se sentía tan miserable.

Quería ir a buscar a Alexander, pero sería una estupidez. Después de lo que había hecho, necesitaba que se calmara, si no lo hacía, todo estaría completamente perdido.

Madison se levantó, abrazándole por la espalda.

—Estoy tan feliz de que volvieras.

Y por fin, James logro sacar todas esas lágrimas que había luchado por guardar. Thomas no pudo hacer mucho más que abrazarlo, intentar calmarlo y estar profundamente conmovido.