56. Nath ama a Dan.

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______ POV'

—Vaya...

De repente hubo un silencio más incómodo que estar en mis días.

—¿Era eso le que querías saber de mí? —se está volviendo salvaje este tomate.

—No le respondas a tus mayores, señorito ukelele.

—¡Ya casi cumplo 19 años!

Era divertido hacer eso. Sip, el pequeño Nath nació a finales de noviembre. Es un bebé.

De la nada mi puerta fue más abierta que una actriz porno. Eran la rubia oxigenada de Adrien y mi casi prima Daniela.

—¡Llegamos! —informó la Danielas. Sip, Danielas, como la Caelis.

—¡Mi puerta, estúpida! —me quejé—. Ahora está más abierta y aguada que tu estando en el hospital con Nathanaël.

Adrien soltó la carcajada más grande de toda su vida. La casi pareja se puso más roja que el cabello de Nath.

—¡NO PASÓ NADA ENTRE NOSOTROS DOS EN ESE ARMARIO! —dijo Nathanaël molesto.

—Yo jamás dije qué pasó en el armario.

—¡NATHANAËL KURTZBERG!

Adrien y yo no paramos de reír. Amaba hacerlos enojar.

—Los amo, chicos —finalicé.

[...]

Habían pasado unas 3 horas. Lo único que hacíamos era charlar. Más Daniela y yo, ya que Adrien estaba metido en la laptop estudiando. Una persona de su escuela vendrá para hacerle uña examen. Ah, pero el niño quería estudiar por línea.

No puedo enojarme por el, vino hará acá por mi. Lo amooo. Pero tengo que ser la gruñona de la relación.

—Pon música, esto está más triste que un velorio —comenté.

—Voy —ella prendió la bocina de Nathanaël y conectó mi celular para la música.

Yes —había sonado una de Big Time Rush, mis hombres.

Mientras estaba sonando Stuck, aproveché para sacarle la sopa a Daniela. Adrien y yo habíamos charlado sobre esto.

Los íbamos a unir a toda costa.

—Lo que tengas que decir, dilo.

Maldita. Sabe leer mi mente.

—De acuerdo.

Toqué el hombro de mi rubia. Rápidamente volteó. Daniela solo negó, ya sabía que la interrogaríamos. Amor hacerla sufrir, pero con amor.

—Así que... cuando le dijiste que lo querías —Adrien y Daniela me miraron como si no supiera—. Acabo de despertar de un coma, me perdí de algunas cosas.

—El día que despertaste, y Adrien llegó. Estábamos en la cocina —respondió como si nada.

—Y como fue... —Agreste no me dejó terminar.

—Como lo hicieron en el armario.

Me ganó.

New Life »Miraculous Ladybug✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora