27. Majestuoso atardecer.

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______ POV'

— Y dijo que el se encargaría de todo —le estaba comentando a mi mamá sobre el viaje, era la primera vez que mencionaba a Adrien en la presencia de mi mamá—. Además sirve que veo a los abuelos.

— Está bien, puedes ir.

— ¡Si!

— Pero, tu tía irá, ella cuidara de su casa y de los que se metan a dormir ahí.

— ¡Gracias, gracias! —al abracé—. Y no lo olvides, di que es un viaje escolar en la cara de mi papá y Andrés.

— Tranquila, lo que menos quiero es que sepa que se trata de un chico.

No supe que hacer de ahí, cuando tu mamá tiene 8 meses es fácil de convencer.

Me fui a mi habitación, Nathanaël estaba ahí escuchando música en su iPad, como haya nada les cuesta, pero yo le descubrí una aplicación para que no tenga que quitarle dinero a mi tía.

Así que no le notó entrar a mi habitación, que ahora, era de ambos. No me molesta compartir habitación con el, todo lo contrario, me gusta. De hecho es con el único varón de mi familia con quien congenio bien, Daniel también pero el por qué es pequeño.

Me senté en la orilla de mi cama, estaba revisando unos apuntes de mi libreta, ya que, últimamente me siento adicta a escribir todo lo que pienso, me hacia sentir bien. Nathanaël era el único que los leía, y de ahí nadie más, Daniela sólo leyó unos cuantos, pero dijo que no era necesario que los leyera ella, porque a veces profundizo demasiado que le cuesta creer.

Miré por la ventana, mi habitación está en le seguido piso, así que tengo una leve referencia hacia el cielo. Me ayuda a aclarar bien todo, con suerte pude escuchar la música de Nath, ya que tenía un volumen muy alto. El sólo estaba dibujando, así que se pierde en su mundo. 

Ya había terminado de escribir, deje la libreta en la mesa que está aún lado de mi cama y me dirigí a la ventana. Ya estaba comenzando a atardecer, y el aire era abundante ahora, me estaba despeinando más de lo usual.

No podía quitar de mi cabeza la idea de ir a París, la ciudad de la luz, ¡del amor! Y sobre todo, irían mis a mis amigos, y parte de mi familia. Mamá se niega a ir porque ella tiene cierta fama haya, los secretos de Nora Kurtzberg, como se llamaba en sus días de soltería.

Me pregunto si se desarrollará una historia haya, si por fin me decido, tal vez yo tenga una historia que se quede haya y sólo haya. Sólo quiero que por fin llegue la hora, pero, a la vez no. Daniela se irá, y eso me pesa demasiado.

Desde lo lejos visualicé a alguien parado en un techo, mirando al sol decir adiós y la llegada de su amiga luna. Miro más a detalle, ese cabello, esa mirada. Se veía hermoso como su cabellera dorada combinaba con los tonos naranjas, amarillos y rojizos del cielo, y su mirada esmeralda era lo que rompía juego, como diría Nath, una majestuosa obra de arte.

Me alegro que Nathanaël esté en su mundo, y no me vea como boba mirando esto. Es que no podía ser mar hermoso. Saque mi celular y le tomé una foto, sólo suspiré, ¡Dios! ¡Amaba cada vez más a este chico!, no lo niego.

Algo pasó, se percató que lo miraba, vi que sonreía y saludó. Yo saludé con timidez. Pero él se acercó más a mi casa, ya que estaba en la casa de al lado, por lo cual no tardó en llegar.

Vi como su bastón se extendió hasta mi ventana.

— Sube, es seguro —lo escuché decir.

Mire a Nathanaël, no de percató de esto, así que salí de la ventana y me sujeté del bastón.

New Life »Miraculous Ladybug✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora