48. Charla nocturna

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______ POV'

Han pasado dos semanas, y estoy a dos días de irme a mi país. Sin duda las semanas que pase con Adrien fueron grandiosas. No solo salimos el y yo solos, sino que también tuvimos la compañía de nuestros amigos. Conocimos más de la ciudad e inclusive me he quedado a dormir en la casa de los Agreste, pero su madre nos pone en habitaciones separadas, lo que no sabe es que mal escabullimos para charlar gran parte de la noche.

Justo ahora, estoy con Adrien en si habitación teniendo una de esas charlas recostados en la cama mirando al techo.

—¿Ya tienes planeado que tomarás en la prepa? —preguntó el rubio.

—Dirás que estoy loca, pero elegí químico biólogo.

—Pero si no aprendimos nada con el profesor que nos tocó.

—Recuerda que lo mandé al hospital, al igual que Martín —reímos—. Y que ese día me diste mi primer beso —volteé para poder ver entre la luz de de la luna que daba en su habitación su rostro ruborizado—. Oye.

—¿Si? —volteó.

—Estás bien lindo —sonreí.

—Tu más, petite.

—Me gusta cuando lo dices siendo Chat Noir —sonreí—. Será porque es más romántico y MI novio.

—Lo dices por qué te pedí ser mi novia siendo Chat —rió.

—Exactamente, pero lo engaño con Levi Ackerman y a Levi lo engaño contigo.

—Extraño cuando me shippeabas con Nathanaël.

—Aún lo hago, chaton, sólo que en secreto —froté mi ojo izquierdo—. Lo hago por respeto a Daniela.

—¿Por fin son novios?

—Lo vi besándose en un armario.

—Genial —soltó risa—. ¿Pero son algo?

—Nah, esos dos son mejores separados que juntos —me acerqué más a él—. No como tú y yo.

—Tengo una duda más.

—Dila.

—De la nada me comenzaste a decir chaton, ¿por qué?

—Será porque te digo gatito, y estamos en París. Y porque te quiero y me gusta ser una cursi contigo. Así como tú me dices princesse. —seguido de eso le puse mi mejor cara de obviedad.

—Eres cruel.

—Cruel es bueno.

Escuchamos murmullos y pasos fuera de su habitación, a lo cual entramos en pánico y sin pensarlo dos veces me escondí bajo la cama de Adrien. Tocaron la puerta y Adrien espero unos 4 toques más para abrir, se revolvió el pelo aún más y froto sus ojos como si en realidad estuviera durmiendo.

—¿Que pasa, mamá?

—Tenemos que hablar —oh no, me encanta el chisme pero esto es indebido.

—Ignora que estoy aquí —escuché un susurro, iba a gritar pero me calle con las manos. Era Plagg—. Tranquila, sólo soy yo.

—Es noche y no te puedo ver bien, Plagg —susurré—. ¿Qué haces aquí?

—Vine a ver lo que estás viendo.

Volvimos la vista a dónde estaban Adrien y su madre. Al parecer ya se habían adelantado con la plática, la cual me perdí por discutir con Plagg.

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