New Life »Miraculous Ladybug✓

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— ¡Deja de criticar y cuestionar mis opiniones, Gabriel! —gritaba furiosa aquella mujer de cabellos rubios y ojos verdes.

— ¡No digo que sean malas tus ideas, mujer! ¡Solamente digo que no les gato un futuro interesante para nosotros, para nuestro hijo! —le respondía su esposo, imitando su acto.

Los pleitos eran frecuentes. Ya nada era como antes. Lo que alguna vez fueron risas y amor, ahora son gritos y odio. El joven rubio de ojos verdes, oía los gritos de sus progenitores, cada vez pensaba que ya no eran estables sus pleitos, al principio eran por cosas más serias pero después los pleitos se hacían por cualquier cosa.

El sólo estaba recargado en la puerta de su habitación, derramando lágrimas, tanto de desesperación como de tristeza. Debía mantenerse fuerte, eso era lo que pensaba. No quería causar un akuma para hacer destrucción total en su amada ciudad. Su kwami el cual lo miraba con suma pena y tristeza hacia lo posible por levantarle el animo, pero cuando uno es adolescente no controla sus emociones del todo bien, casi como un bebé o eso pensaba el kwami.

Entonces escucho los pasos de que se dirigían a su habitación, rápidamente se metió a su baño, así evitaría que lo vieran llorar. Respiró profundo nos y solamente escucho que alguien abrió la puerta.

— Adrien, hijo, ¿estás aquí? —era su madre la cual había entrado—. Estas en baño, puedo entrar —tocó suavemente la puerta.

— A-Ah s-si, mamá. No te preocupes por mi —decía tratando de disimular su voz algo frágil.

— Necesito que me hagas un favor. Ocupo que guardes tus cosas rápido, nos iremos de la casa.

Sin nada más que decir su madre se fue cerrando la puerta de su habitación, seguido de eso el salió e hizo caso a lo que su madre dijo, no estaba seguro de lo que tenía planeado su madre pero si se trataba de una orden de ella sabría que todo estaría bien. Pero esta vez sabía que nada estaría bien.

[...]

Al cabo de una hora termino de guardar todo en dos maletas y una mochila, su madre llamó a la puerta y ella entró.

— ¿Estas listo? —el sólo asintió inseguro—. Sé que esto no te gusta pero tengo algo planeado, hable con la madre de una amiga tuya. Marinette es su nombre si no me equivoco, ella nos dará hospedaje esta noche ya que mañana será tu último día de escuela.

— ¡¿Que?! Mamá, porque.

— Se es que es difícil de aceptar pero... —la mujer solamente respiro profundo—. Tu padre y yo nos separaremos. Nos iremos a vivir a otro país, necesito comenzar de nuevo. Y que más que comenzar esta aventura contigo, hijo.

Al chico se le aguadaron los ojos y abrazo a si madre con fuerza, soltando todo lo que habia guardado durante mucho.

Al cabo de unos minutos salieron de la casa, no sin antes despedirse de Gabriel Agreste, el padre del chico. Aunque para el chico se le hará difícil tener lejos a su padre, Gabriel demostró tristeza al despedirse de su hijo, en cuanto a su futura ex esposa, demostró firmeza e indiferencia en cada palabra que le dijo. Ambos simplemente se despidieron con un apretón de manos lleno de rencor y algo de nostalgia, en cambio con su hijo fue un abrazo lleno de simple tristeza y algo de lagrimas por parte del chico.