"Si no tuviéramos acceso a la verdad, o si esta no existiera, ¿qué diferencia habría entre un culpable y un inocente? ¿Entre un testimonio y una calumnia? ¿Entre la justicia y un error judicial?"
Se oyó el estruendo de la puerta abriéndose de par en par.
—¡Esperen! —¿quién es ese?, el hombre traía en sus manos un USB y caminaba con pasos decididos hacia el juez.— Señor, tengo la evidencia irrefutable de los hechos.
—¿Y usted quién se cree que es para entrar así como así? —dijo el abogado de Álex— Señor juez —volteó en su dirección— usted ya dio su veredicto.
—¡Silencio! Yo soy el que determina aquí, y considero prudente escuchar su declaración.
—Pero...
—He dicho —señaló el juez.
Voltee hacia Thiago —¿Quién es? ¿Y de qué evidencia habla?
—No lo sé, estoy tan confundido como tú, quizá sea...
—Es el que maneja las cámaras del cine —volteamos a ver al hombre canoso a mi costado— le pedí que examinara las cámaras del lugar y le dije que asistiera al juicio en caso encontraba algo. Al parecer lo hizo —sonrió victorioso.
El hombre entregó el USB y se proyectó un vídeo, uno que era muy familiar para mí. En él se veían las escaleras y un pequeño espacio donde nos encontrábamos nosotros, Álex y yo, hablando tranquilamente hasta que se ve cómo soy empujada a la pared. No necesito ver todo el vídeo para saber qué está ocurriendo cada segundo, yo lo viví. Puedo sentir sus manos recorriendo mi piel y un escalofrío recorre mi médula espinal. También se puede apreciar la entrada de Thiago, la pistola y finalmente la policía.
El vídeo acaba y volteo hacia mi derecha para ver a Álex, está pasmado. Puedo leer la angustia en su rostro. Es sorprendente porque esa cámara ,según contó el técnico, fue instalada un día antes del altercado. La sala está en un completo silencio, incluso se puede escuchar la respiración pesada de Álex y su abogado.
—Bueno —es el juez quien lo rompe— siendo todos testigos de la evidencia mostrada e irrefutable, declaro al señor Álex Struner culpable de privación a la libertad e intento de homicidio. Y será sentenciado a un año en el reclusorio de menores para después pasar a diez años de cárcel. —Y golpeó el martillo.
Todos los presentes se fueron retirando. Yo no podía estar más aliviada en estos momentos. Había ganado el juicio y ese desquiciado no caminaría por las calles en los próximos once años.
—Muchas gracias señor abogado —le estreché la mano sonriéndole.
—Es mi trabajo, no se preocupen
Volteé hacia Thiago y no pude evitar abrazarlo de la felicidad que sentía.
—Gracias —susurré contra su pecho.
—Lo lograste —afirmó en un tono tranquilizador.
Me separé para mirarlo mejor —No, lo logramos.
Me encontraba en las afueras del salón, esperando a Thiago quien dijo debía conversar con el abogado. Yo no quería estar más en ese ambiente así que salí a tomar aire fresco.
—Hola, pequeña.
Voltee asustada sintiendo mi corazón en la garganta. Ahí estaba él, con el rostro algo demacrado pero manteniendo esa sonrisa perturbadora y esos ojos café penetrantes y llenos de determinación. Retrocedí por instinto.
—Álex —dije casi en un susurro.
—¿Me extrañaste? Porque yo sí, Katlyn, no sabes cuánto —extendió su mano para tocarme, pero me aparté rápidamente.
—¿Qué quieres Álex? —Tomé fuerzas para mostrarme firme ante él— Ya no puedes hacer nada, tú te buscaste esto. Se mostraron las pruebas, ahora todos saben lo que realmente eres —pronuncié las palabras con odio- y pasarás mucho tiempo en prisión, eso te lo aseguro.
—Mi querida Kat —sentía asco de solo escuchar mi nombre salir de sus labios— no te librarás tan fácil de mí; cuando salgas de tu casa, ahí estaré; cuando camines por las calles, ahí estaré. Estoy en tu mente, pequeña.
Estaba desquiciado, totalmente loco. Y eso no hacía más que alimentar mis deseos de golpearlo.
—Álex, te pido que te vayas. Con esto no lograrás nada más que años en la cárcel.
—Precisamente eso, Katlyn. Ya no tengo nada que perder —mi paciencia se estaba agotando— Pagarás por lo que me estás haciendo al meterme a la cárcel —sentía mis uñas clavarse en la palma de mi mano— Ya verás Katlyn —tenía mis manos en puños y sentía poco a poco mis ojos cristalizándose— Tú pudiste haber evitado esto, pudiste haber estado conmigo y nada de esto estuviera pasando —si decía algo más lo iba a golpear.
—Pero claro, no eres más que una... —Bien, es suficiente.
Estaba a punto de asestarle un golpe cuando un cuerpo se interpuso entre los dos. Tomando a Álex del cuello de la camisa y diciendo con rechazo cada palabra.
—Aléjate de ella, ¿entendiste?
—Y si no ¿qué?
—Yo mismo me encargaré de que te quedes tras las rejas el resto de tu enferma vida.
No dijo nada más y lo siguiente que vi fue su puño en la mejilla izquierda de Álex.
—¡Thiago! —llamé agarrándolo de la muñeca, tratando de alejarlo.
Sin embargo parecía no notar mi presencia y lo único que hacía era apretar más fuerte el cuello de la camisa de Álex.
—Por favor, ya suéltalo. Thiago, escúchame —supliqué buscando su mirada— no tiene caso hacer esto, solo empeorará las cosas.
Parecía que hablaba sola pues nadie me escuchaba, ¿qué podía hacer? ...Gritar.
—¡Pero qué están haciendo! ¡Suéltalo, no se peleen!
De pronto la gente alrededor se acercaba a ver lo que pasaba y afortunadamente los guardias de seguridad también, quienes los separaron y se llevaron a Álex.
Thiago estaba de espaldas a mí, pero aun así podía notar lo enojado que estaba. Su espalda subía y bajaba constantemente e incluso podía oír su respiración agitada.
—Hey, tranquilo —tomé su mano y lo volteé para que me mirara— él no lo vale.
Noté cómo su respiración se iba calmando y sus gestos se ablandaban, Thiago decía tener todo bajo control, pero llega un momento en el que toda persona explota y expresa sus emociones de diferentes maneras. Él se desahogó con el causante de su enfado.
—Katlyn, lo siento. Yo... estaba enfadado con él por lo que hizo y verlo acercándose a ti con tanta normalidad solo hizo que ese sentimiento creciera.
Esbocé una sonrisa de comprensión y agradecimiento —Olvidémonos de esto, ¿sí? Mejor vayamos por un helado ¿qué te parece?
Me dedicó una sonrisa débil —¿Cómo podría negarme a eso?
Reí —Vamos.
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Capítulo nuevouu :p
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Lápiz y Papel ©
Truyện Ngắn"Al regresar a mi casa tomé su consejo y decidí intentarlo. Al final ya no tenía nada que perder, pues sentía que ya lo había perdido todo. Examiné mi habitación y lo primero que vi fue un lápiz y una hoja de papel. Sonreí cansada para mis adentros...