Lápiz y Papel ©

Capítulo 4: ¿Sueño o realidad?

"Desperté aturdida, había sido una larga noche. La verdad no recuerdo mucho lo que pasó... Solo queda en mi memoria el haberme quedado dormida, llorando, sola. Estos últimos días me he sentido confundida: ¿Mis sueños son la realidad? O ¿La realidad son mis sueños?"

Escuché a lo lejos como ruido de trompetas.

Una, dos y tres veces...

—¿Dios?

Había puesto ese tono de alarma, para así pensar que era el fin del mundo y por ende levantarme lo más rápido posible. ¡Pero por alguna razón parecía no funcionar! Por el contrario, ante ese sonido llegaba a la conclusión de que seguía soñando y me volvía a dormir como la vaga que soy.

—Dios, si eres tú ¡ya llévame por favor! —exclamé levantando mis manos al cielo y girando, hasta que me caí de la cama.

Auch.

—Tomaré eso como un no.

Me levanté del suelo y me dirigí al baño. Vaya la sorpresa que me llevé al ver mi rostro en el espejo. Tenía saliva seca por toda mi mejilla izquierda, sin embargo eso no fue lo que más me impresionó; sino mis ojos rojos con grandes y marcadas ojeras. ¿Qué pasó?

Me quedé pensando frente al espejo hasta que recordé lo que había pasado, todo de aquella noche, y a mi parecer el inicio de una nueva etapa: una nueva vida.

Es como si esa noche marcara la división entre lo antiguo y lo nuevo, mas ahora me pregunto ¿cuál es la realidad? Siento que estoy en un sueño donde Fredick no está y me siento sola. Pero a la vez pienso: ¿Y si todo lo que viví con él fue un sueño y estoy despertando a la realidad?

—¡Kat! ¿Estás bien hija? Llevas encerrada en el baño 20 minutos, ¿te duele el estómago o tienes dia...?

Abrí los ojos excesivamente ¿20 minutos? La corté antes de que diga algo más —Sí ma, estoy bien, ya voy.

—Se puede saber ¿Qué tanto hacías ahí?

—Mmm ¿me quedé dormida? ya sabes: yo, un sábado en la mañana, sentada sin hacer nada en especial...

—Bueno... te dejé el desayuno en la cocina, iré a ver a tu tía, cualquier cosa me llamas. Ah y tendrás que lavar todos los trastes.

—¿Qué? ¿Todos? Pero solo debería lavar lo mío, es lo justo.

—Y yo solo debería cocinar para mí, es lo justo —Sonrió con autosuficiencia— Pero no, cocino para todos. Así que usted, señorita lavará todos los trastes. ¿Entendido?

Ash siempre perdía ante ella.

—Sí, señora —le dije desganada

—Así me gusta, te quiero —Y cerró la puerta tras de sí.

Bien no debe ser para tanto, pensé, hasta que vi la cocina.

—Vale, esto tomará su tiempo —suspiré

Después de haber lavado y sufrido en el proceso, por fin pude descansar. Así que me senté a buscar programas interesantes que ver, pero lo único que encontraba eran dibujos animados que se veían muy aburridos ¿en serio? 

En fin, me quedé viendo "Alicia a través del espejo", buena elección teniendo en cuenta que me sentía como Alicia: En un mundo diferente. Había visto esa película antes, pero ya saben, es en la segunda vez que lo miras donde te concentras más en cada diálogo.

Y fue por la última parte donde me concentré más, recuerdo perfectamente ese diálogo:

—Sombrerero, temo que no vuelva a verte nunca.

—Mi querida Alicia, nos veremos en los jardines de la memoria y en el palacio de los sueños, ahí es donde tú y yo nos veremos.

—Pero un sueño no es la realidad.

—Y quién dice cual es cual.

Esas dos últimas líneas se quedaron grabadas en mi mente, pues era la pura verdad. ¿Quién decide cual es cuál? Cada persona decide que quiere vivir, que quiere tener como su "realidad": un sueño o la verdadera realidad.

Ahora yo debía decidir que vivir a partir de ahora.

¿Sueño o realidad?

Opté por afrontar la realidad.

***

Hola, bueno espero que les esté gustando la historia hasta acá ;) Queda más por delante. Gracias por su apoyo ^^