"¿Cuánto tiempo estaré así? No lo sé... Esperar primavera y verano, navidad y un milagro para dejarlo. Dejar de formar mares, océanos; dejar de sentir que el pecho se comprime. ¿Dejar de actuar? No sé si eso sea posible, y es que pasas tanto tiempo en algo que te acostumbras, se vuelve parte de tu vida... O en este caso de una supervivencia."Ugg , como odio la escuela, y peor aún los días de la competencia de atletismo; yo no entiendo por qué me siguen inscribiendo en algo así si lo mío no es correr. Y peor aún que no tenía fuerzas: lo único que había comido por 3 largos días era gelatina.
*Inicio Flash back*
—¡¿Qué?! ¿Cómo dijo?
—Señorita, usted será sometida a una revisión de rayos X, por lo cual deberá estar en una dieta por 3 días —me dijo el intento de médico con unos kilos de más.
—Una dieta, sí eso le vendría mejor a usted —entiéndanme, me había levantado un sábado a las 6 am para venir al médico. ¿Enserio?
Mi madre, que hasta el momento estaba con la mirada fija en quién sabe donde, me miró molesta.
Ella quería que me comportara.
Y yo quería comer.
—Discúlpela doctor, usted no se preocupe, yo me encargaré de esa dieta. ¿En qué consiste?
—Bueno señora, entiendo el fastidio de su hija —nop usted no me entiende— no se preocupe. Su dieta consistirá de agua y gelatina.
—¿Gelatina? —me dirigí a mi madre con carita de cachorro abandonado— no puedes obligarme a comer solo eso.
—Ya lo veremos. Sonrió.*Fin Flash Back*
Y ahí estaba yo: tirada en una colchoneta gigante, escuchando música y devorando un plato entero de gelatina de fresa. Pensé en mandarle un mensaje a Fredick, pero no estaba conectado, ni siquiera le había llegado mi último mensaje. Que extraño.
Decidí dejar eso de lado ya que era mi turno de correr. Rayos, no quería dejar mi colchoneta, estaba tan cómoda; pero bueno el deber llama y pronto se darían cuenta por qué fue una mala idea inscribirme en estos jueguitos que no me causaban nada de gracia.
—¡En sus marcas!
¿Ese es un gusano?
—¿¡Listos!?
No, definitivamente debe ser una oruga
—¡Fuera!
(...)
No puede ser, ¡gané! Sí bueno, le gané al que quedó en último puesto, es decir quedé penúltima. Un pequeño paso para Katlyn, pero un gran salto para la humanidad. Después de recibir todas las supuestas muestras de apoyo de mis compañeros de equipo, y las burlas de otros "homo sapiens no desarrollados" tomé mi celular para así poder llamar a Fredick y contarle mi gran logro.
Ya íbamos hablando 6 meses, saliendo a distintos lugares y chateando pero nunca me había dado su dirección, solo tenía su número. Y aunque nunca me importó no tener su dirección, en ese momento lo deseé con todas mis fuerzas.
El número que usted a marcado no existe
Me quedé helada ... Esto no puede ser posible.
Insistí cientos de veces y todas tenían el mismo mensaje de la operadora como respuesta. No me lo podía creer, muy dentro de mí quería creer que esto no era cierto, que lo vería de nuevo y debatiríamos de cualquier tema hasta la madrugada; pero la otra parte, más racional, me decía que no, que no había esperanzas y que lo había perdido.
Me quedé echada en aquella colchoneta, procesando la información y aguantándome unas intensas ganas de llorar. La colchoneta ya no era cómoda. Para nada.
El camino de regreso fue el viaje más largo que he experimentado, ya que me sentaba con mis amigas quienes me conocían muy bien.
—Kat, dinos lo que tienes, por favor, has estado muy callada.
Lo más difícil fue mentirles a ellas y aguantar ese nudo que se formaba en mi garganta cada vez que quería hablar, esa presión en mi pecho que no me dejaba ni respirar.
Decidí no contarle a nadie sobre esto, no era el momento, y ahí empezaron mis clases de actuación. Me volví una experta, eso te lo puedo asegurar.
Sonreí, una sonrisa hecha de tristeza y engaño. Las tranquilicé y hasta les conté un chiste.
—No tengo nada —reí— Nada.
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Lápiz y Papel ©
Short Story"Al regresar a mi casa tomé su consejo y decidí intentarlo. Al final ya no tenía nada que perder, pues sentía que ya lo había perdido todo. Examiné mi habitación y lo primero que vi fue un lápiz y una hoja de papel. Sonreí cansada para mis adentros...