"¿Te encontré mirándome o me encontraste mirándote?
No lo sé, pero tu sonrisa al mirarnos fue perfecta."Trato de ponerme los pantalones vaqueros por tercera vez.
—¿Por qué....no....entran? —Doy un último tirón y lo logro.
—¡Sí! —jadeo cansada y sonrío triunfante.
No sé si se encogieron al lavarse o es producto de mi falta de ejercicio. De cualquier modo no nací para las dietas y todo eso.
Me pongo una blusa blanca y veo mi reflejo en el espejo. Una mueca aparece en mi rostro casi al instante. Bueno, es lo que se puede hacer.
Miro la hora en mi celular. 4:30 pm
Por un momento dudo en ir a la casa de Thiago y no es por los problemas inconclusos de matemática sino por los nervios que sentí hace un momento, el no saber por qué sentí eso hace que no quiera ver al causante de este sentimiento.
Sin embargo esa duda solo dura unos segundos ya que la mejor manera de descubrir qué me pasa es estando cerca de él.
—¡Mamá! —llamo desde mi habitación.
No obtengo respuesta. ¿Volvió a salir?¿En qué momento? Doy un vistazo a la casa y noto que sí, no está y tampoco mi padre.
Para evitar preocuparla cojo un pedazo de papel y dejo una nota diciéndole que fui a la casa de Mel para terminar un trabajo y que cualquier cosa me llame.
No quiero mentirle, cosa que se me está haciendo un hábito, pero no hay manera que le diga: «Hey, mamá, me fui a la casa de un chico a ver una película, y por cierto no tengo muy en claro los sentimientos que aparecen al estar cerca de él. PD: No terminé mi tarea. Adiós.»
Salgo de mi casa y tomo un taxi ya que no sé cómo llegar en bus a casa de Thiago y solo tengo apuntado en mi celular su dirección.
Al llegar me topo con una casa enorme, hermosos jardines y una pileta en el centro, cualquiera diría que es la casa de un narco o algo así.
Me estremesco con pensar en ello y quito la idea de mi cabeza.
Doy un paso al frente y llamo a la imponente puerta. Espero unos segundos y la puerta se abre dejándome ver lo inesperado.
Thiago está con el cabello húmedo, algo despeinado, pequeñas gotas cayendo por su torso desnudo y una toalla sujeta a su cintura.
Oh mi Dios.
—¿Kat? Pensé que llegarías más tarde—se ve tan conmocionado como yo.
—Pues...—me aclaro la garganta—aquí estoy.
Hablo mirando hacia un costado tratando de no ver sus abdominales marcados.
—Ya veo —ríe—, pasa te presentaré a mis primos.
Debo decir que fallé en el intento y mis ojos parecían tener vida propia.
Ugh por qué tiene que ser tan lindo.
Me conduce hasta un salón donde se encuentran dos chicos y una chica, los cuales al verme dejan de arrojarse los cojines del sillón.
—Chicos, les presento a Katlyn. Kat, él es Daniel —señala a uno de los chicos—, ella es Christine —señala a la chica quien saluda con una mano, le sonrío— y él es Joseph —señala al chico con el cojín en la mano, quien me examina y esboza una sonrisa pícara.
—Hola —saludo con la mano.
—Siéntate, yo me voy a cambiar.
Acepto y me siento en un espacio libre junto a Joseph.
—Así que... Katlyn —veo como se junta más hacia mí.
—Em... sí. —Joseph hace un gesto pensativo.
—Bonito nombre —me muestra la misma sonrisa pícara de hace un momento.
—Gracias —digo separándome un poco disimuladamente.
Al parecer lo nota pero eso no evita que siga hablando.
—¿Sabes Katlyn?
Pasa su brazo por mis hombros pegándome hacia él. ¿Qué le pasa a este chico? ¿No entiende el espacio personal, o qué?
—Siempre pensé que tendría una novia de muy buena apariencia, así como yo —dice señalándose con su mano libre— pero nunca pensé que mi primo la traería.
Eso me toma por sorpresa y giro en su dirección encontrándolo muy cerca, demasiado diría yo. Casi puedo sentir su aliento chocando con el mío.
—¿Pero qué...?
Al escuchar eso Joseph voltea a ver a Thiago quien se encuentra detrás suyo mirándolo con el ceño fruncido.
—Hola primito justo estaba hablando con Katlyn y...
Joseph deja de hablar al darse cuenta de la mirada que le da su primo, una que nunca había visto en él por lo que no podría decifrarla. Sin embargo Joseph al parecer la entendió ya que dejó de hablar al instante.
—Oh ya veo —se dirigió a Thiago.
—Katlyn —continuó Joseph— ¿puedes elegir una película mientras hablo con mi primo?
Asiento confusa por la situación mientras veo como los dos se alejan y empiezan a hablar sobre quién sabe qué.
—Veo que ya conociste a Joseph —una voz me sobresalta.
—Hola. Sí, es algo...
—¿Molestoso?¿Presumido?¿Raro?
Río ante eso y Christine se me une.
—Lo sé, pero solo bromea. Es mi hermano.
Una O se forma en mis labios, eso explica su gran parecido.
—Bueno, ¿Qué tal si elegimos la película? —dice sacando de un cajón unos cuantos DVDs.
—Claro —digo mirando de reojo a Thiago y Joseph quienes siguen en su conversación.
Después de revolver todos los DVDs optamos por «La chica del tren» una película que ansiaba ver desde hace mucho tiempo tras leer el libro.
Apagamos las luces y me siento junto a Christine para ver la película.Esta ya ha empezado cuando tengo la sensación de que alguien me mira, volteo a mi izquierda y me encuentro con los ojos de Thiago, este sonríe y le dedico una sonrisa de igual manera sintiendo como mis mejillas se calientan ligeramente.
Vuelvo mis ojos al televisor cuando un leve golpe me desconecta de la trama.
—¿Qué fue eso? —dice Christine subiendo y bajando sus cejas con una sonrisa cómplice.
—¿A qué te refieres? —cuestiono confundida.
—A esas miradas, sonrisas... —murmura.
Me sonrojo al pensar que lo notó.
—No sé de qué me hablas —me hago la que no comprende nada.
Ella arquea una ceja ante mi respuesta, suelto un suspiro ante eso.
—Yo... no lo sé —digo con sinceridad.
—Pues deberías pensar en ello, personalmente diría que te gusta —canturrea en voz baja para que solo yo pueda escucharlo.
Río suavemente en respuesta restandole inportancia y pongo mi atención nuevamente en la película.
Sin embargo las palabras de Christine se repiten una y otra vez. ¿Será esa la respuesta a mis preguntas?Giro otra vez en dirección a Thiago quien al parecer siente mi mirada y me observa fijamente. Siento mi corazón palpitar más rápido cada vez y una sonrisa formarse en mis labios inconscientemente. Y entonces lo comprendo.
Oh no.
—Me gusta Thiago Lesarde —digo de una manera en que solo yo pueda escucharme.
*****
Nuevo Capítulooo
Gracias por leer :)
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Lápiz y Papel ©
Short Story"Al regresar a mi casa tomé su consejo y decidí intentarlo. Al final ya no tenía nada que perder, pues sentía que ya lo había perdido todo. Examiné mi habitación y lo primero que vi fue un lápiz y una hoja de papel. Sonreí cansada para mis adentros...