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Cuando terminaron de comer, Mike y Bill fueron a buscar las pertenencias de Alysson, mientras ella y Richie seguían en la casa del último mencionado.
—no me quiero alejar de ustedes—confesó Alysson. Richie la miró con tristeza. Se acercó a ella (quien estaba en el sillón de la sala) y se hincó para quedar a su altura y darle la mano.
—yo no quiero que te vayas—besó su mano. Alysson acarició el cabello de Tozier, mezclando sus dedos en él. Richie, como un gatito, cerró los ojos y se relajó ante el tacto de ella. Luego de un momento abrió los ojos para mirarla y se acercó más. —no te vayas—dijo besando sus labios suave y lentamente.
La mano de la morena bajó hasta la nuca del chico de anteojos, y se mantuvo ahí ejerciendo un poco de presión para que el beso tenga intensidad. Richie se irguió un poco para estar en una posición más cómoda. Cuando sus labios se separaron, el chico apoyó su frente en la de Alysson y cerró los ojos, sintiendo la tristeza de esa despedida.
Alysson se rehusaba a que terminara de esa manera, así que tomó el mentón de Tozier e impactaron sus labios de nuevo, con ganas de fundirse y quedarse en el otro por siempre. Ella se levantó del sillón y obligó a Richie a sentarse en él. Se besaron nuevamente, y ella se sentó a horcajadas en las piernas del chico.
—déjame estar contigo una última vez—suplicó Alysson. Richie asintió.
Los besos volvieron cada vez con más pasión, pero sin ser apresurados. Las manos de uno acariciaban todo a su paso en el cuerpo del otro. Richie llevó sus manos a las nalgas de la muchacha y las movió para comenzar un vaivén sobre él.
Poco a poco la sala se fue llenando de calor corporal, Alysson succionaba la piel de Tozier que se interponía en su camino, y él, con una mano, acariciaba un seno de ella por debajo de su polera.
Se despojaron de la ropa pronto, y se contemplaron, dibujando en sus mentes cada parte del otro, sabiendo que sería la última vez que estarían juntos así.
Volvieron a besarse y acariciarse. Richie introdujo un pecho de ella en su boca y lo succionó, lo mordió y lo besó, dejando diversas marcas.
Se dirigió al cuello de la chica y dejó más marcas ahí mientras ella se movía sobre Richie, sin absorberlo aún. El joven gimió.
—eres demasiado—sonrió mirándola a los ojos, ella respondió a esa sonrisa y besó su cuello nuevamente. Bajó a la clavícula y mordió ahí, bajando más hasta llegar al punto en el que se arrodilló frente a Tozier para hacer lo típico. Pero él tenía planeada otra cosa.
—no—dijo alejándola sin ser brusco—hoy tú—la guió para que ella se sentara en el sillón, y ahora él se arrodilló. Besó los muslos de Alysson con cariño, acercándose cada vez más hacia ese punto. Con sus manos separó las piernas de la chica, y una de ellas la llevó a su hombro, para luego entrelazar sus dedos con los de ella. Se acercó más a la chica y besó su centro, provocando en Smith mil reacciones.
Succionó y lamió, todo a un ritmo divino, del cual pudo disfrutar notablemente Alysson. La mano de ella fue hasta la cabellera del de lentes, y lo presionó más contra su sexo. La respiración de la morena se aceleró y los dedos de sus pies se contrajeron en reacción a las caricias y besos de Richie.
Con un gemido bastante agudo llegó Alysson al clímax, desplomándose en el sillón. Sus músculos se relajaron y gimió nuevamente cuando Richie se alejó dejando besos a su paso, al igual que cuando comenzó. Los lentes del joven estaban empañados por el calor que ambos cuerpos emanaban, y se los quitó, dejándolos en la mesa de centro de la casa.
Delicadamente se sentó al lado de la chica, en el sillón. Alysson se subió a sus piernas y él se alineó abajo de ella. Lentamente fue empalándose en el miembro del chico y cuando ya estuvo completamente llena sus caderas se movieron de forma circular.
Richie se aferró a las caderas de Alysson marcando el ritmo de sus movimientos, volviéndolos más frenéticos y constantes. Las uñas de Smith se clavaron en el pecho del chico, y besó las pecas que adornaban sus pómulos.
Se quejó exclamando su nombre, y él respondió pellizcando sus senos. Los movimientos cada vez tenían menos ritmo y más rapidez, indicando que ya estaban por alcanzar el orgasmo.
Alysson jaló el cabello de Richie mientras gemía agudo, moviéndose sobre él con ritmo. El chico tocó ese punto de ella y la morena se desplomó sobre él, dejando todo a su alrededor. Al sentir el orgasmo de Alysson, Richie igual llegó, entregándose por completo a ella.
Dio un par de embestidas más, y la chica se levantó para sentarse a su lado, poniéndose sus bragas. Tozier la besó apasionadamente y le sonrió, para hacer lo mismo que ella hizo.
Minutos después, una llamada llegó a casa de Tozier, notificando que, dos horas después de marcharse de la estación de policías, el asistente social había llegado.
—Tozier—lo llamó. Estaba sentada en el sofá y él estaba en la cocina. Se asomó por la puerta para verla. —estoy enamorada de ti—. Richie casi sufre de un ataque al corazón al escuchar esa frase. —¿tú me quieres?—casi susurró, con miedo a la respuesta. En realidad, tenía miedo a sus propios sentimientos.
—no—respondió Tozier. Alysson levantó la mirada, asustada, y se dio cuenta que Tozier estaba frente a ella. —te amo—.
Ambos se sonrieron.
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