¿en verdad me amas? © || LIBRO OFICIAL

CAPÍTULO 25

"Náufrago"

Mackenzie.

- Sabes que usualmente no me gusta meterme en tu vida lau pero ¿joey? -hablo elevando una ceja mientras tomo asiento en el sillón celeste al frente de su cama.

- lo sé -habla tapándose la cara, pueod notar como sus mejillas toman ese color tan normal en ella cuando algo la agobia- es solo qué.... Ni yo lo sé, solo ocurrió.

- te entiendo pero ¿joey? Y ¿cómo es eso que besaste a brandon? -sonrió un poco. No es normal hablar de brandon y menos que haya besado a mi mejor amiga cuando quizás aún siento algo.

- lo sé, estaba furiosa porque joey beso a carly y quería callar a brandon y al final antes de ir a la cafetería el me dio un pequeño beso -dice echándose en su cama- sabes que brandon siempre me gusto pero por respeto a ti y por como es Johnny nunca he pasado a mayores, pero ya no sé ni lo que siento kenz.

Me levanto y acaricio su cabello mientras ella levanta el peluche que le dio Johnny en sus manos.

- tranquila, son unos idiotas -comentó en risas.

Ella da una carcajada y por fin la veo sonreír y iluminarse sus ojos.

- iré a ver a Johnny un rato, y después iré a mi depa ¿vale? -pregunto acercándome la puerta, ella asiente y salgo de su habitación.

Escucho risas a la distancia, camino lento y cautelosamente. Me asomo un poco en la puerta entreabierta y observó a nadia debajo de Johnny, los dos están sonriendo y se miran tan.... No sé, me asomo un poco más y caigo de bruses en el suelo. Johnny y nadia levantan la vista. Me limpio las rodillas y paso mis manos por mi pantalón.

- yo ya me iba, ustedes pueden seguir.

Salgo rápido de ahí con lágrimas en los ojos y me vuelvo a caer al bajar las gradas, esta vez el pantalón esta rasgado y sale sangre de mis rodilla y palmas de la mano. Salgo de la casa y corro.

El corazón me late tan rápido al solo recordar como estaban tan cerca.

Sigo corriendo y me detengo un rato cerca a una cerca y respiro cuando los ladridos de un perro me asustan, volteo y observó un perro negro grande viniendo de atrás. Tomo aliento y corro. Corro y corro. Paso el pasto del parque y sigo escuchando los ladridos, entonces mi tobillo se dobla y mi palma cae encima d e una roca puntegauda incandose en ella. Hago un grito ahogado y me tapo la boca con la otra mientras lloró, en la oscuridad veo como el perro se queda quieto observando, entonces se voltea y regresa corriendo por donde vino.

Conozco esta calle y realmente necesito ayuda aunque odie este estado. Me levanto y siento el sonido de mi tobillo y los huesos de mi pierna crujir. Vuelvo a gritar y llorar cuando saco la roca de mi mano, hay harta sangre pero no importa.

A duras penas me pongo de pie. Me saco mi camiseta como top y la amarro en mi mano, rápidamente la tela blanca se mancha de rojo. Siento frío al caminar, pues al solo encontrarme con un polo negro de tiras y un pantalón rasgado he de sentirlo.

Me vuelvo a caer y apoyo mis manos en la acera emitiendo un quejido mordiendome el labio. Paso mis dedos por este y esta saliendo sangre. La puerta de este idiota está al frente así que solo grito.

- ¡Saca afuera tu culo y ayudame idiota! -grito entre lágrimas.

Veo como las luces de su habitación se prenden. Y la casa cobra vida desde como las luces de las gradas de la casa, la cocina y la sala se iluminan.

Y es ahí cuando lo veo con su cabello alborotado, con su pantalón largo de pijama y sin camiseta como usualmente le gusta dormir.

El sonríe al verme y es ahí cuando siento que puedo caer rendida ante el de nuevo.

- pensé que nunca te volvería a ver en mi casa kenz -habla sonriendo.

Entonces sus ojos bajan en donde estoy tirada y como tengo un trapo manchado de sangre amarrado en mi mano y un labio roto- ¿Quién coño te ha hecho eso mackenzie? ¿HA sido Johnny, ha sido ESE GILIPOLLAS si o no!

Ruedo lo ojos y vuelvo a dar un quejido- solo ayudame brandon, por favor.

Brandon se acerca y pasa sus dedos por mis labios, me mira un rato y es ahí cuando caería mil veces en esos ojos azules como el mar volviendome náufrago. Sostiene mis mejillas y estampa sus labios con los míos.

He soportado mucho y ya no puedo resistir, prefiero ser náufrago a una cuernuda.