Forbes Guys

capítulo 4

Bien, nada salió como quería.
Se sentía amenazada? Si
Estaba asustada? No

Zoé se sentía furiosa, quien se creía para hablarle así. Ella era todo, callada, tímida, torpe y alguna veces tonta, pero jamas se dejaba humillar por nadie. Zoé era el cielo y el resto era el piso y tierra donde los insectos  morían.
Ella era su más grande héroe, y no se dejaría intimidar por nadie.

Zoé salió molesta, si bien quería verse tranquila, en verdad tenía muchas ganas de hablar con Lana. Ocultaba algo, un sentimiento. Había algo que quería gritar desde su interior, pero no podía con él cerca.

- Lila, cuando anotaste a la linda pareja?- pregunto Zoé. Con el sarcasmo muy obvio.

- sólo Lana reservo hora para mañana, se ve desesperado si me los preguntas. Y el otro tipo no dijo nada.

- Bien! Quiero hablar con ella. Debiste verla Lila, se veía tan estresada y desesperada por contar muchas cosas. Hay algo entre esos dos. Nose que es, pero me preocupa.

- estas pensando si él la golpea- Lila le pregunto interesada

- No, hay algo más. Algo oscuro y retorcido, que ninguno de los dos quiere ver o aceptar, o talvez lo saben y lo ignoran. Nose, pero quiero averiguar.

Zoé corrió a la ventana, y observó a la pareja salir por la puerta, caminaron al auto lujoso que los esperaba en la calle. Ethan abrió la puerta y dejo que su novia subiera primero. Él repentinamente se giró y miro a la ventana que daba a su oficina. Zoé se quedó helada, conectaron miradas, sintió que todo su cuerpo se cargaba de energía. Ethan se giró, aún mantenía ese rostro serio y subió al auto.

Zoé y Lila llegaron a casa después, Zoé corrió directo a su habitación, tomó otra ducha, se sentía muy sucia y sudada. Sin duda alguna mañana sería muy interesante.

Lila vio a Zoé leer sus libros de la Universidad como si su vida dependiera de ello. Rodo los ojos, que tan difícil podía ser eso, Zoé había tratado por mucho tiempo con todo tipo de personas y ahora se sentía nerviosa? Lila pensaba que era ridiculo, si estuviera en los zapatos de su hermana, aplastada a esa perra y al bastardo de su novio, pero bueno, cada quien.

Zoé se sentía muy nerviosa, pero mañana tenía que ser diferente.

Y tan fácil como voltear una hoja, el sol salió y el reloj marcaba las 9:00 am. Zoé fue caminando a su oficina, imaginaba que Lila ya estaba en la oficina.
Zoé llegó unos 10 min después, hacia frío y traía un café caliente en la mano. Subió por las escaleras de madera, saludando a los vecinos.

Llegó y como de costumbre Lila la miro aburrida. Zoé le sonrió y camino directo a su oficina, saludando a los pacientes que la esperaban.
Cansada, se quitó el sacó y dejo su bolso en la mesa. Tomo los papeles y empezó a ver los nombres de las personas que llegarían hoy.

Sus manos temblaron cuando vio que el primer nombre era Lana Winter.
Se levantó del sofá y camino a la puerta. La abrió y con voz fuerte y firme, pronunció el nombre de la mujer.

Lana se levantó, estaba oculta detrás de la puerta de entrada, con su bolso y zapatos caros camino hasta su oficina.
Se veía nerviosa, y un poco alterada.

- Buenos días - murmuró nerviosa.

Zoé le sonrio, tratando de tranquilizarla.

- tomé asiento, y empezamos cuando este lista

- ya estoy lista, quiero contarle a alguien lo que pasa en mi vida- la miro segura

- Bien, la escucho y tenga toda la confianza que todo lo que hable conmigo nunca saldrá de está habitación.