Capítulo 14.

2.4K 242 49
                                    

—Dilo una vez más— le exigí a Cigarette.

El, un poco frustrado me repitió la información que venía escrita en las Notas Importantes para el examen de Química.

—Muy bien, gracias. Y creo que ya hemos terminado— le dije sonriendo.

Si, enserio había obligado a Cigarette a estudiar.

Ok bien, por que tengo hambre— me dijo, poniéndose de pie y abandonándome en su cama. —Ven conmigo— me dijo, con su voz grave, extendiéndome su mano.

Me puse de pie y le tomé la mano. Bajamos a la cocina y Cigarette comenzó a buscar comida en el refrigerador.

Se veía muy guapo, estaba usando un jogger gris y una camiseta de tirantes blanca, estaba descalzo.

Yo en cambio, andaba puesto un short deportivo bastante corto para lucir mi trasero y una camiseta amarilla y medias negras, ya que había dejado mis zapatos en la entrada.

—¿Que prefieres, carne, pollo o salchicha?— me preguntó aún viendo en el refrigerador.

Reí en silencio al comentario tan malpensable.

—Lo que tu prefieras— le dije, Cig se volteó para mirarme.

—Preferiría comerte a ti— me dijo, acercándose. Puse mis brazos al rededor de su cuello y comencé a besarlo.

—¿Ah, si?— le susurré entre besos.

Mis manos bajaron a su pecho, y de ahí bajaron a su abdomen marcado. Bajé mis manos aún más y metí mis manos bajo su camiseta, dándome permiso para acariciar cada centímetro de su cuerpo tan marcado.

Aún besándome, Cig tomó mi trasero y me subió a su cintura, obligándome a cruzar mis piernas para no caerme.

Cig comenzó a caminar y mientras besaba mi cuello me acostó en el sillón más grande de la sala principal de su casa.

Cuando nos separamos, Cig se quitó su camiseta y pude notar como una erección relucía en su jogger.

Me senté en el sillón y sin poder evitarlo, bajé su jogger y su bóxer. Y sin pensarlo dos veces o darle tiempo a Cigarette de retroceder, introduje a su amigo en mi boca.

Estaba disfrutando de saborear a Cigarette, y al fin mis fantasías se estaban cumpliendo, pero lo que me hizo disfrutar aún más todo, fueron los sonidos que empezaron a salir de la boca de Cig.

Placer, deseo, amor; todo comenzó a flotar en el ambiente. Y una vez que Cig ya estaba satisfecho con el trabajo que había hecho mi boca. Comenzó a desvestirme.

Besándome, me quitó mi camiseta, luego mi short deportivo, y por último mi bóxer. Y el, decidido, y con su boca, comenzó a jugar con mi erección.

Me hizo sentir cosas que no sabía que podía sentir.

Y cuando ya estaba cerca de terminar, le pedí que parara. Cig se sentó en el sillón, y utilizando todo mi conocimiento, me subí sobre el.

No sé si estoy listo para lo que viene.

—¿Quieres...?— me preguntó, besando mi pecho.

Tomé su cara en mis manos y lo acerqué a mi. Lo besé y lo acaricié.

—Si— le dije. Seguro.

Cig tomó su jogger que estaba en el sillón, y de su bolsa sacó un condón.

Oh por Dios que estoy haciendo.

Una vez listo, me avisó que ya lo iba a hacer. Y dicho esto, comenzó a entrar en mi.

—Ah— dije, sin poder evitarlo. Cig me besó en el cuello, en un punto donde me provocaba mucho placer.

Como estaba yo encima de él, era mi trabajo lo que seguía. Así que comencé a subir y bajar en él.

Al inicio me dolió, era un dolor nuevo y extraño. Pero pronto dejó de ser eso y comenzó a convertirse en placer.

Subía y bajaba, subía y bajaba, y cada vez era más placentero. Era un placer distinto, un placer inigualable, era él dentro de mi, y eso no se podía comparar.

Cigarette me tomó fuerte y nos cambió de posición. Me acostó en el sofá y el se quedó de pie, luego comenzó a entrar y salir de mi con más euforia, más fuerza, más consistencia.

Me daba con todo, gimiendo, y con fuerza. Se notaba cuanto disfrutaba mi cuerpo, mi trasero. Le gustaba hacerme sentir bien, le gustaba escucharme gemir. Así que lo complací.

—Sigue— dije, con placer.

—¿Te gusta?— preguntó con su voz grave, dominante. Estaba sudando y su cuerpo se veía inclusive mejor dándome todo de él.

—Me encanta— le dije.

Cada centímetro de él que entraba y salía de mi se sentía como haber ganado la lotería, una y otra vez. Ambos estábamos gimiendo, nos besábamos con frecuencia y cada vez estábamos más cerca de acabar.

Cig comenzó a masturbarme mientras seguía penetrándome. Se sentía increíble.

Sus gemidos me ponían cada vez más caliente, y luego me di cuenta de lo que estábamos haciendo.

Yo, y Cigarette, haciéndolo.

Había algo en todo esto que me excitaba cada vez más, así que me corrí.

—Si— gimió Cigarette, y el se corrió también. Dentro de mi, pero en el condón.

—Ahhh— gimió de nuevo. Y aún en pleno orgasmo, me besó y me atrajo más hacia a él.

Esto, esto es placer.



————————
Oh wow,

¿les gustó? ;)

Mr. CigaretteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora