Mr. Cigarette

Capítulo 11.

Cig se detuvo en la primera señal de "Motel" que vio. Entramos a la recepción para pedir una habitación para quedarnos una noche, aunque ninguno planeaba quedarse toda la noche, ya que debíamos volver pronto a nuestros padres.

Así que apenas nos entregaron la llave nos escabullimos rápidamente dentro de la habitación, y en un abrir y cerrar de ojos nuestros cuerpos se volvieron a encontrar y nuestros labios comenzaron a retomar lo que habían dejado hace unos minutos.

Cigarette comenzó a apretarme más contra el, sus manos bajaron de mi cintura a mi trasero y yo de puntillas le comencé a besar el cuello, hasta que comencé a quitarle su chaqueta y camisa.

Dios, ese cuerpo, esa cara, ese deseo. No podía esperar más así que me quité mi chaqueta y camisa y comencé a besarlo cada vez más abajo. Le pedí que se acostara sobre la cama y pronto estuvo sobre el.

Aún teníamos nuestros pantalones puestos y aunque yo nunca había estado en esta situación, no podía esperar más a que nuestros pantalones desaparecieran.

Así que comencé a quitarle su pantalón, mientas besaba su abdomen desnudo. Estaba.. tan cerca.

—No— dijo.

—Ah?— le pregunté, mirándolo a los ojos, mis manos aún en su pantalón.

Extrañamente... no se sentía como que Cig estuviese... encendido.

—¿Qué pasa?— le pregunté, alejando mis manos de su entrepierna.

—No puedo seguir, esto fue un error— me dijo. Tomó su camisa y su chaqueta y en un acto veloz, escapó de la habitación y cuando intenté perseguirlo me di cuenta que aún no tenía mi camiseta puesta así que me puse mi ropa y corrí tras él. Pero ya era muy tarde.

Su moto había desaparecido.

Tal vez entendía que no quería continuar lo que habíamos empezado, pero no entendía por qué me tenía que dejar en un motel a plenas horas de la noche.

¿Qué demonios?

Al día siguiente me fui directamente a mi casa sin hablar con nadie del colegio. Entré a mi casa y evité hacer contacto con mi madre ya que estaba en la cocina y no quería ser interrogado después de lo que había pasado ayer.

Una vez en mi cuarto comencé a estudiar para mis exámenes que cada vez estaban más cerca, hasta que mi madre me llamó gritando.

—LUKE, TIENES VISITAS!

—VOY MAMÁ

—LUKE, TIENES VISITAS!!— insistió. Típico.

Corrí a la puerta de la casa, algo estresado y no en mi mejor forma, y absolutamente no preparado para ver a Cigarette de pie frente a mi casa.

—Hola—.

—Ayer tuve que llamar a mi mamá y pretender que me había perdido y había llegado a un motel, ¿por qué me dejaste solo?— le pregunté, una vez que estábamos juntos en mi cuarto con la puerta cerrada.

—Lo lamento, vine a disculparme, sé que estuvo mal, es solo que me entró el pánico y escapé. Lo lamento— me dijo, tocándome la pierna. Decidí que no quería responder su disculpa, así que me quedé de brazos cruzados observando al piso.

Así que Cigarette puso su mano en mi mejilla y se acercó a mi. Pero cuando iba a comenzar a besarme, mi madre tocó la puerta e inmediatamente nos separamos.

—¿Luke, tu amigo se queda a cenar?— mierda, miré a Cig y el asintió con su cabeza sonriendo.

Ugh, a veces no soportaba a Cigarette.