Capítulo 5.

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Al fin era viernes, el día de la fiesta.

Verán, soy una persona que ama festejar, sin razón alguna. Me gusta el licor y me gustan las fiestas, son los pocos momentos que realmente disfruto. Y ya que mis nuevos amigos iban a ir, sería bastante divertido.

Cigarette había desaparecido de mi vida, pues ahora me evitaba. Y era mi culpa. El no me debía nada, no era su culpa tener una novia. Así que tenía un excelente plan. Bajo los efectos del alcohol, iba a hablarle y arreglar los problemas que comencé.

Al fin y al cabo, se veía como una excelente (y perfecta) persona para hacer amistad.

Julia, Amy y Martin estaban muy emocionados, ya que ambos amaban festejar también. Leah y Andrés decían que no les molestaba, pero que no iban a beber ni una sola gota de alcohol.

Compartía clase de Literatura con Amy y Andrés, quienes por alguna razón se veían muy incómodos juntos. Yo estaba con ellos, para aliviar la incomodidad.

—¿Y cual es tu meta en la fiesta de hoy?— preguntó Andrés a la mesa (donde estábamos los 3 realizando un ejercicio que había escrito el profesor en la pizarra).

—¿Meta?— pregunté yo.

—Mmm, tal vez Johna—, contestó Amy. ¿Meta? ¿Se referían a las personas con las que...?

—Wow, no sabia que ahora te rebajabas tanto— susurró Andrés, claramente celoso.

Oh. Por. Dios. Ya entendía todo.

—¿Perdón?— preguntó Amy, enfadada.

—Nada, dije que buena suerte—, dijo él, removiéndose en su asiento.

Quería comer palomitas viendo este espectáculo.

—Ooook, sigamos con el ejercicio— dije, apresurado. Tan solo faltaban unas horas para la fiesta.

Estaba en casa de Julia, quien me había ofrecido hospedaje para que mis padres no se dieran cuenta que 1) andaba en una fiesta y 2) había tomado alcohol.

Nos estábamos preparando para la fiesta, ella se estaba maquillando cuando mi teléfono celular vibró.

Facebook: ¡Axel Asher te ha añadido como amigo! ¿Aceptar?

—Oh—, dije, sin pensar.

—What happened my love?— exclamó Julia desde su baño.

—¡Cigarette me ha mandado solicitud de amistad!— le dije, y corrí al baño para mostrarle.

—¡OMG! O sea, hoy debes hablarle. Tal vez puedan solucionar sus... problemas— dijo ella, mirándose al espejo, concentrada en que una ala de sus pestañas no calzaba la otra. —Ugh, odio ser mujer.

—You can always go trans— le dije, guiñándole un ojo.

—¡Es una expresión, no lo digo enserio!

Amy, Julia y yo estábamos en el uber de camino a la fiesta. Íbamos hablando sobre Andrés y sus celos. Al parecer, algo había pasado antes entre Andrés y Amy, y ahora Andrés estaba enamorado de ella.

—¡Llegamos! Diviértanse—, dijo el conductor del Uber. Le agradecimos y salimos. Había una enorme cantidad de adolescentes rodeando la enorme casa, cada quién creando su propia historia para contar mañana por la mañana.

—¿A que hora comenzamos a tomar?— preguntó Amy, histérica. No pude evitar reír.

—Apenas son las 7 pm, no te descontroles aún— le dijo Julia, riendo conmigo.

La fiesta estaba dividida en varios sectores. Dentro de la casa estaban organizando juegos para tomar (Yo nunca, etc), afuera estaban las personas que querían usar la piscina y tomar. Más adentro de la casa, estaban los sillones para relajarse y tener un momento de tranquilidad. Y arriba estaban los cuartos según me dijeron, donde... podían pasar muchas cosas. Y también, arriba estaban los baños.

Leah, Andrés y Martin llegaron después,  todos juntos. Nos reunimos y decidimos ir a la zona de los sillones, parecía el lugar más tranquilo hasta que el espíritu fiestero invadiera nuestro sistema, aunque Amy parecía que ya no aguantaba más. Conversamos hasta que el sonido de la música no nos dejó hacerlo más.

Fue entonces cuando entraron los "Populares" a la fiesta. Al inicio no lo vi, hasta que lo vi encender su cigarillo.

—¿¡Vas a hablarle?!— me gritó Julia al oído. En ese momento, Amy se había levantado corriendo a la cocina, la vi tomarse su primer shot de la noche, y la perdí de vista.

—¡Ve por el!— gritó Julia, de nuevo, poniéndose en pie y dejándome solo con Leah, Martin y Andrés.

Tengo que hablarle.

El estaba de pie en medio del tumulto de adolescentes bailando. En su boca su cigarrillo y en su mano una cerveza. Vestía de negro con su usual chaqueta de cuero.

Cigarette... pensé, y el me vio a los ojos. Dejó de moverse con el sonido de la música y solo me observó. Señaló con su cabeza a la escalera y se fue caminando hacia arriba.

Para confirmar que era conmigo, me volvió a ver otra vez al borde de las escaleras.

Me levante y corrí a la cocina, tomé dos de las bebidas mas fuertes que encontré, las mezclé, y me tomé dos shots.

¿Que demonios estaba haciendo?

Mr. CigaretteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora