Capítulo 8.

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Era Lunes al fin, luego de la fiesta no había intercambiado ni una sola palabra o mensaje de texto con Cigarette.

Nada.

En cambio había hablado con Julia, quien siempre era bienvenida a textearme, ya que era extremadamente agradable. Me contó que después de que desaparecí de la fiesta Andrés había peleado con Johna, el tipo con quien Amy quería besarse. No me sorprendía.

Se notaba que Andrés quería a Amy, y la verdad esperaba que ellos volvieran a tener algo.

También me di cuenta que la gente ni siquiera notó la ausencia de Cigarette, ya que una chica de nuevo ingreso resultó haber hecho un enorme ridículo tras haberse comido un brownie lleno de marihuana. (Lo que me preocupaba).

Me sentía feliz, llevaba muy poco tiempo en la nueva escuela y ya había tenido de todo un poco. Lo que me asustaba era lo fácil que todo podía acabar.

No quería que Cigarette comenzara a odiarme, al fin y al cabo el mismo me
había dicho que no estaba seguro de sus sentimientos.

Y bueno, yo si estaba bastante seguro que me gustaba, y mucho.


Llegué al colegio luego de un excelente desayuno a base de frutas que había hecho en casa, y rápidamente me dirigí a mi clase de Inglés, ya que era de las que más gente tenía y rápido se ocupaban todos los asientos.

Para mi suerte, Julia me estaba guardando un campo, con su café frío sobre mi asiento.

—Lo lamento te mojé el asiento— me dijo, guiñándome un ojo.

—Era eso o no sentarme al lado tuyo, nothing's perfect— le dije, guiñándole un ojo yo también.

En la clase no se encontraba Cigarette, pero si su novia, o al menos la chica con quien se había besado aquel día. Sin embargo no se veía tan radiante como normalmente lo hacía.

Algo se veía, distinto... Triste.

Pronto llegaron Andrés y Martin, pero solo uno de ellos logró conseguir asiento, y Martin tuvo que salir del salón a conseguir una silla extra.

La clase pasó sin mucha complicación, de hecho era bastante entretenida. Lo cual no podía decir de mi siguiente clase: Matemáticas.

A.k.a: Infierno.



Al fin salí de matemáticas y me dirigí al comedor, nervioso porque al fin iba a ver a Cigarette. Estaba ansioso, frustrado, asustado y demás.

Pero llegué al comedor y ahí no se encontraba. Fue entonces cuando escuché a un grupo de populares hablar a lo lejos.

—Dicen que su padre se dio cuenta de la fiesta que hizo y lo golpeó para enseñarle una lección.

Oh no.

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Holaaa, no es mucho, pero es una actualización no tan tarde (?). Espero les vaya gustando la historia y prometo que se pondrá mas interesante.

:)

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