Capítulo ~7~

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-¿Les parece empezar a hablar sobre lo que realmente vinieron a hacer a mi casa?- preguntó Ethan sacando a todos de sus pensamientos.

-Si, me gustaría entender algunas cosas- habló Lydia.

-Siéntense, es larga la historia de nuestra vida- dijo la alfa.

-Todo empezó con mis padres, Dominic y Issabel Rowsemberg. Mi papá es un hombre lobo alfa que antes de conocer a mi mamá mataba a cualquiera que se le cruzaba en el camino.

Y ella es una mujer Jaguar, por nacimiento. Cuando se conocieron mi papá se enamoró completamente de mi mamá, al igual que ella de el.

Con el tiempo se casaron y cuando se enteraron que estaba embarazada de mí, se mudaron a una isla en Inglaterra.

Alejados de todo, ya que con el tiempo mi papá se había conseguido muchos enemigos.

La mayoría querían quitarle su poder y algunos por venganza.

Pero nunca lograron lastimarlo, desde hace muchisimos años mi familia es multimillonaria y heredera de cantidad de companias enormes.

Literalmente nunca nos va a faltar nada, y por esa razón mi papá podía hacer que nos mudaramos a cada rato.

De igual forma nunca encontraron nuestra ubicación.

Toda mi familia de parte de mi papá son lobos, y de parte de mi mamá Jaguares.

Cuando ya tenía 4 años de edad y en ningún momento me había transformado en nada.

Había un 50% de probabilidades de que sea una mujer lobo, y un 50% de que sea una mujer Jaguar.

Mis padres ya preocupados por que era literalmente imposible que sea humana, mis hermanos ya se habian transformado en Jaguares con los cortos 3 años que tenían.

Y yo nada.

Entonces me llevaron con el Druida de la familia.

*Flashback*

-No es normal que no se haya transformado en nada.- habló Dominic preocupado.

-Tranquilos, las transformaciones son conforme a las emociones, que casi siempre es enojo o furia. A ella todavía no le pasó nada de eso.- dijo el Druida llamado Lucas Fray.

-Mami, ¿Que me pasa?¿Por que yo no soy como Ethan y Aiden?- preguntó Grace inocentemente.

-Nada mi amor, todo va a estar bien ¿Si?- habló su madre acariciando su cabezita tratando de calmarla.

-Bueno- asintió la chiquita.

*Fin del flashback*

Cuando tenía 5 años aproximadamente estaba jugando a las escondidas con mis hermanos y de un momento para otro los perdí totalmente.
Empecé a buscarlos y no los encontraba.
No estaba asustada, no hasta que olí sangre, sangre de Aiden.
Cuando observé mis manos tenía garras en ellas, mis orejas se habían alargado, tenía colmillos y los ojos de un color amarillento dorado brillante.

Me había transformado por completo.

Después de estuve entrenando por tres años, a los ocho ya sabía como luchar a la perfección.

Al igual que Ethan y Aiden.

Los tres nos preparamos de antemano.

Ya sabíamos que cualquier día podian intentar atacarnos o algo parecido.

Ese mismo año me convertí en lo que soy hoy.

Mi papá lucho contra mí.

Por prácticamente tres horas.
El sabía lo que era realmente.
Mi carácter y mi forma de ser lo demostraba.

Toda mi familia sabía que mi debilidad siempre fueron Ethan y Aiden.
El simple hecho de pensar que pueden morir en algún momento me aterra.
Entonces agarró a Aiden del cuello, puso sus garras en él y me dijo.

"Mostrame tu verdadero ser"

Salí corriendo hacia los dos, aparte a mi hermano de las manos de mi papá y le pegué una patada que lo hizo volar a un kilómetro de distancia.

El calló en sus dos pies y me miró sonriente.

Con un chasquido hizo que dos guardias trajeran un espejo.

Nunca me voy a olvidar las palabras de mis padres.

"Tus ojos Grace, tus ojos"

Cuando me miré en el espejo los ví.

Unos ojos rojos como la sangre.

Mis ojos.

"Sos una Alfa Verdadera hija" me dijo mi mamá felizmente.-


~La Nueva Manada~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora