~Capítulo 12~

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Nunca estuve tan llena de odio y bronca en toda mi corta vida.

Las palabras "Esto estuvo mal" no dejaron de resonar en mi cabeza desde que Scott me dejó sola en los vestidores como una idiota.

Jamás me rechazaron, siempre yo lo hacía. Pero como siempre él se lleva el primer lugar en varias cosas.

Pero bueno, ahora voy a hacer como si nada ubiese pasado, a ignorarlo por completo y obviamente a empezar algo con el rubio hermoso de Brett, dios ese chico sí que me gusta.

Lo que de verdad no entiendo es por qué no llego en ningún momento, se veía bastante decidido en ir a los vestidores.

Hoy va ser un buen día.

Bajé a desayunar y ví que toda la manada estaba muy entretenida hablando entre ellos.

-Buen día señorita Grace- me saludo el "mayordomo".

-Buen día señor Thompson- le correspondo con un beso en el cachete.

Este señor le a servido a mi familia durante 20 años, es como mi abuelo, lo adoro demasiado. Todavía no se como hizo para aguantarme todos estos años.

Me senté y comencé a comer.

-Grace- llamó Evie.

Evie Withman, una de mis personas favoritas en todo el mundo, mi mano derecha, la que me cuida absolutamente de todo.
La conocí hace algunos años y desde ese entonces es como mi hermana.

-¿Qué pasó?-

-¿Al final vamos a decirle a la directora lo de el grupo de baile?-

Por dios, lo había olvidado por completo.
Soy muy buena bailarina, y me gustaría empezar un grupo para enseñar lo que e aprendiendo todos estos años.

Además digamos que no es una danza tradicional.

Bailo reggaetón en su mayoría y estuve viendo una coreografía para hacer en parejas. Espero que ese bombón sepa bailar, bueno yo le puedo enseñar ¿No?

Una sonrisa coqueta en mis labios, miré a Verónica y a Evie. Sabían perfectamente lo que estaba pasando, y les parecía estupendo por la forma en la que me miraron. Ya que obviamente les conté lo que había pasado con el idiota de McCall.

-Si, cuando llegamos vamos a su oficina.- dije y terminé de comer.

Cuando todos estábamos listos salimos de la mansión y todos nos paramos en fila para que el guardia nos de las llaves de nuestros vehículos.

Apolo y Marcus iban en el Mustang.

Evie y Verónica en el Mercedes.

El resto de la manada en la Hummer.

Y como siempre con mis hermanos en nuestras motos al "estilo motoquero" como decíamos de chicos.

Yo salgo primero del garaje y atrás los otros.

Bajamos en el estacionamiento que la directora insistió en darnos, por "Respeto a la familia Rowsemberg".

Estoy por entrar a la escuela y reviso lo que traigo puesto.

Unos jeans tiro alto negros, mis Nike favoritas, una musculosa turquesa que resalta mis pechos y mi usual chaqueta de cuero negra.

Llevo el pelo suelto y algo de maquillaje.

Perfecta.

Todos se paran detrás de mí como siempre.
Ethan y Aiden.
Verónica, Evie y Apolo.
Y detrás viene Marcus con el resto.

Me enseñaron que mi forma de caminar definía mucho mi forma de ser.

Con una leve sonrisa en los labios y decidida, como si nadie me pudiera detener.

Al igual que las chicas.

Los chicos llevan su clásica cara de "Tocalas y te mato".

Todos son sumamente sobreprotectores con nosotras. Demasiado diría yo.


~La Nueva Manada~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora