~La Nueva Manada~

~Capítulo 13~

Estabamos por entrar a la oficina de la directora Martin cuando un dulce aroma me detuvo.

Brett.

Siento como se está acercando a mí.
Me doy vuelta sobre mis talones y lo veo, parado a unos pocos sentimientos míos.

Dios es tan perfecto.

Su sonrisa derrite un poco mi corazón, es tan tierno, me encanta.

-Hola- dice.

Y me quedo callada.

-Sé que no fui a los vestidores pero de verdad quería hacerlo, tampoco tuve tiempo de avisarle a Satomi, y yo... perdón- habla algo preocupado.

Le hago una seña a las chicas para que se vallan y me quedo sola con él.

-Esta bien, no tenes que darme explicaciones de nada- le contesté sincera.

-Si, ya se eso pero me da bronca-

-¿Por?-

-De verdad quería ir, la idea de tenerte a vos en poca ropa me vuelve loco- dice y se muerde el labio.

Ya no aguanto más.

Comienzo a mover mis caderas y mis piernas de forma provocativa para dirigirme hacía la oficina del entrenador, donde no hay absolutamente nadie.

El entra, le pongo seguro a la puerta y me saco la chaqueta lentamente, dejando que se vean mucho más mis bellos pechos.

El rubio agranda sus pupilas y me mira con lujuria.

Lo observo y lamo mi labio.

En ese entonces el me estampa contra la pared besándome de forma agresiva, cosa que me excita mucho más.

Me levanta del suelo y enrollo mis piernas en sus caderas, puedo sentirlo duro en mi entrepierna.

Agarro su pelo con fuerza y continuó besando esos dulces labios, nuestras lenguas tienen una especie de batalla y luego nos separamos en busca de aire.

No tarda ni dos segundos en comenzar a morder mi cuello con fuerza, dejando marcas, sus manos que estaban en mis muslos empiezan a subir hasta mi culo y lo aprieta con deseo haciendo que suelte un gemido.

Me bajo de su cintura para sacarme remera y el corpiño en frente de él, quedando desnuda por la parte de arriba.

El se saca la remera mostrando sus perfectos abdominales.

Me vuelve a levantar, ahora un poco más alto, su boca llega a mis pechos y empieza a lamer, morder y chupar.

Cada vez está más duro, parece que va explotar.

-Breet.. ah..- susurro en su oido

Sus ojos se vuelven amarillos, me sienta en el escritorio. Me quita el jean a tirones y yo desabrocho el suyo despacio, admirando la vista. Lo bajo un poco y veo su enorme paquete duro como piedra.

Uh esto va ser bueno.

Apreté con fuerza su bello miembro y soltó un gemido.

Nos quitamos la poca ropa que nos quedaba y lo empuje contra el escritorio.

Se sentó, y yo arriba de él.

Ni siquiera lo tenía adentro y ya se sentía como la puta gloria.

Me levanté, lo acomodé en mi entrada y bajé de golpe soltando un gemido.

Al igual que él.

Empeze a moverme con agilidad sobre su perfecto cuerpo.

Los gemidos eran lo único que se escuchaba en toda la habitación.

-ahh, Grace dios-

-Bret.... ah ah..-

-No me..me pu..se condón..-

-No importa...ah.. quiero sentirlo todo...-

Mis ojos rojos ya habían salido a la luz, comencé a morder su cuello sus abdominales, dejando marcas muy visibles.

Al igual que él en mí.

Apretó mis pechos con fuerza y eso basto para que los dos llegáramos al orgasmo juntos, gimiendo y temblando.

-Me encantas- dijo.

-Y vos a mí ojitos-

Nos cambiamos después de tomar un poco de aire y salimos al pasillo donde nos encontramos con que nos habíamos saltado TRES CLASES.

¿Cuanto tiempo estuvimos cojiendo?

Que bien Grace súper responsable de tu parte.