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Semanas después ...

- Buenos días Señor Park!- dijo alegremente entrando en la oficina con la taza humeante de café en sus manos- Aquí tiene!- dejó la taza sobre su escritorio- lo he preparado como a usted le gusta! - le dedicó una amplia sonrisa

Jungsoo lo miró en silencio, sin parpadear, durante algunos segundos.

- Dónde está Yoona?- preguntó volviendo la vista hacia su laptop

- Ella llamó esta mañana, está enferma- dijo afligido- El Médico le recomendó reposo absoluto, al menos durante varias semanas, así que...- titubeó nervioso- No podrá venir, pero yo voy a cubrirla en todos sus deberes!!!- dijo rápidamente

- Definitivamente no!!- se apresuró a decir - No vas a cubrirla!!- sentenció levantándose para darle la espalda al menor, no quería que notara lo repentinamente nervioso que estaba.- No cubrirás a Yoona, pediré que envíen a alguien de otra área...

- Imposible!!- se apresuró a decir- Nadie podrá llevarle el ritmo, no conocen su método de trabajo ni saben cómo le gustan que se hagan las cosas!!- suspiró - Yo puedo hacerlo! Ya llevo cuatro  semanas aquí! Sé cómo organizar su agenda, las carpetas, en dónde están los documentos que necesita, sus horarios de comida! Las cosas muy condimentadas le gustan pero no saladas y el café!!- dijo ansioso llevándose una mano al pecho- Sé cómo le gusta! Lo he preparado especialmente para usted cada día!! Puedo hacerlo!! Y usted lo sabe!!!- se paró a su lado poniendo su mano sobre el hombro del mayor - Por favor señor Park....- suplicó- Déjeme ayudarlo...

Jungsoo lo miró enfadado, cada vez le resultaba más difícil resistirse a la tentación que representaba el menor, cada día se convertía en una agonía más y más grande, una verdadera prueba de resistencia! Estaba cerca de su límite y era algo inverosímil para el! Saber que estaba en ese estado por culpa de un mocoso de 20 años!! Él! que era un hombre que controlaba perfectamente sus emociones y no se dejaba llevar por sentimentalismos ni dominar por sus deseos carnales. Era cierto que de vez en cuando acudía al bar de su preferencia y se acostaba con algún doncel dispuesto a complacerlo pero no había nada más después de ese encuentro, solo sucumbía ante sus bajos instintos por un momento y volvía a la normalidad, nunca tenía la necesidad de estar con la misma persona o de pensar en ellos, pero con ese descarado mocoso...

Últimamente no podía dejar de pensarlo, soñarlo y anhelarlo...

Se le estaba metiendo en la cabeza y corría el peligro de no poder sacárselo nunca!! En el peor de los casos, (en lo cual no le gustaba pensar) temía que pudiera meterse a la fuerza en su corazón.

Había comenzado a tener palpitaciones en el pecho cada vez que lo miraba. Los primeros días todo estaba bien, pudo soportarlo admirablemente, pero después Kyuhyun continuó con sus intentos por conquistarle, en una especie de campaña silenciosa, sin decirle más "me gusta" o "lo quiero" comenzó a hacerlo a través de acciones, le llevo sus comidas favoritas, al parecer había investigado cuáles eran y se había encargado de cocinarlas para el, sorprendiéndose con las habilidades culinarias del menor, se encargó de organizar todos sus documentos por año, fecha, sede... todo lo que ha él se le había ocurrido el menor lo había realizado.

Kyuhyun había cumplido con su promesa, le otorgó un tiempo libre, aunque no del todo. El menor siempre le miraba con esos ojos soñadores y coquetos, dándole miradas tiernas y en ocasiones guiñándole el ojo mientras sonreía sensual, eso sin dejar de lado sus insinuaciones, se vestía con trajes que le ayudaban a realzar su bonita figura, su perfume sutil que se impregnaba en su memoria, esa manera de tirar disimuladamente una carpeta o algún objeto para recogerlo y agacharse de manera provocativa para enseñarle  su bonito, firme y redondo trasero, lo estaban volviendo loco!!!

 Señor Park... Me Gusta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora