nena bien ; wos.

012

—nico. — llamé a mi novio que estaba jugando a jueguitos en su celular.

—¿qué pasa?—  me mira.

—¿vos querés que nosotros dos veamos que onda las cosas para el casamiento o queres que se encargue mi mamá y tu mamá y bueno, yo?—  pregunto.

el duda un segundo en responder y me vuelve a mirar.

—creo que es mejor que lo hagan ustedes, viste que las mujeres saben mas de esas cosas, de verdad quiero, eh, ojo, pero yo me canso rápido y me aburro, si planeamos entre los dos seguro nos terminamos casando en tres años.—  rió.

—ah...porque me hubiese gustado que lo planeemos los dos, con cosas que te gustan a vos y a mi. no me molesta cuanto tardemos. — digo con la intención de atrasar lo mas que se puede el casamiento.

—si, pero en serio, armen todo ustedes y cualquier cosa me hablan, no quiero atrasar nada.— me dio un beso en el cachete y siguió jugando al jueguito.

sus palabras fueron el principio del desastre. pasar tiempo, mucho tiempo, con mi mamá y suegra, no me gustaba nada.

(...)

—¿y qué te dijo nico?  —preguntó mi suegra horrorizada al ver mi cambio de look.

—nada. — me encogi de hombros.

y había pasado eso, me miró varios segundos analizandome y entró a mi casa como si nada, ni una palabra sobre mi pelo y lo agradecía porque sinceramente no necesitaba su opinión.

—bueno...vamos que tenemos muchas cosas por hacer.  —dice claudia y empezamos a caminar por centro.

horas y horas viendo cosas para mi casamiento, horas y horas en la que fui ignorada completamente, porque al parecer, mi opinión no contaba en lo absoluto, porque claro, era mi casamiento.
las dos mujeres hablaban y anotaban precios, locales y calles en sus libretas y también sacaban fotos o miraban fotos, de las ideas que tenían y buscaban cosas similares.
estaba de adorno ahí, solamente estaba porque soy la novia, pero creo que era lo mismo si yo estoy o no.

después de decirle a valentin que estaba sufriendo me llama.

—necesito que me salves. — digo alejandome un poco de las dos señoras.

—¿qué pasó?

—estoy con mi mamá y mi...  —me aclaro la garganta porque estaba por meter la pata.—  y mi tía caminando hace horas por el centro, no aguanto más.  —bufé.

—mandame tu ubicación y te paso a buscar.—  sonreí.

—¿en serio? — dije animada.

—si, mandame que ya voy. 

—dale, ahí te mando.

cortó la llamada y aviso a las mujeres que me voy, sonaron muy apenadas para ser sincera, y creo que actuaron bien, pero aun así decidieron seguir recorriendo locales.
caminé un par de cuadras hacia atrás, donde sabía que mi mamá y claudia no iban a volver e hice una cuadra para adentro y le mandé ni ubicación a valentin.
en quince minutos, su moto estaba parada delante mío, sonriéndome como siempre.
lo abracé y le di un pico.

—gracias.—  digo muy feliz.

—no pasa nada. — se encoge de hombros.

me subo a su moto y maneja hasta una heladería que quedaba bastante lejos de donde estábamos y agradecía que haya ido a ese lugar.
nos bajamos y pedimos el helado para sentarnos afuera, al lado de la moto.

—¿qué hacías con ellas?  —me pregunta mirando concentrado a su helado.

—querían que las acompañe a comprar ropa, y son insufribles las dos juntas, lo peor es que me llevaron a mi para que les diga que pensaba pero no les importaba mi opinión.  —expliqué con un poco de mentirita.

—que bajón. 

—si, la verdas que si. menos mal que me fuiste a buscar.— sonreí.

—no pasa nada, linda. — me guiña el ojo y me derretí.

cuando terminamos el helado, nos levantamos y me dijo para ir a su casa, acepté y nos fuimos.
como era de esperarse, no había nadie.
nos metimos en la habitación de valentín y prendió la tele para seguir mirando la serie.
él estaba muy cariñoso, y me encantaba. amaba cuando se ponía asi de tierno y molesto conmigo. yo siempre fui una persona que le gustan mucho los mimos y los besos de otras personas, si, era muy cargosa y siempre estaba abierta a los mimos, pero valen era otra cosa. un mundo diferente, sus besos y caricias era algo que nadie mas me podía dar, nadie podía hacerme mimos como él. o nadie podía besarme como él lo hacía...ni nico. su forma de besarme era diferente, me agarraba del mentón y dejaba pequeños besos sobre mis labios y dejaba besitos en toda mi cara y cuello, haciendome cosquillas. su boca sobre la mía era la sensación más linda y me hacía sentir un revuelo en mi panza, un pequeño hormegueo se hacía presente  cuando lentalmente metía su lengua en mi boca y peleaban incesantemente para dominar a la otra. escuchar nuestras respiraciones pesadas por tanto tiempo que nuestras bocas estaban juntas era música para mis oídos.

odiaba admitirlo, porque no estaba en mis planes...pero creo que me estoy enamorando de valentin.

💫
k noticion aixa si no lo decías no nos enterábamos