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junio, 2016
SILVERY MIRABA POR la ventana y suspiró fuertemente acomodando un poco su largo cabello. Ese día se habían encargado de hacerle ondas en el, por lo que muchas veces aparecían mechones de cabello en su rostro, molestándola por completo.
—¿Estas lista, Kenz? —la llamó su madre mientras se miraba en el espejo poniéndose unos bonitos aretes dorados.
Parecía que todo le fastidiaba a la ojiazul ese día, ya que se molestó al escuchar que su madre la llamó por su segundo nombre. Ella prefería ser llamada Silvery, sentía que tenía algo más original que un simple y ordinario 'Mackenzie'.
—¿Tengo que ir? —preguntó la menor de los Howell con un puchero. Su madre la miró e hizo una pequeña pausa para mirarla detenidamente.
Silvery sintió una ligera esperanza de que la dejaría quedarse a ver televisión con su mejor amiga y no bajar a una aburrida fiesta. Pero esa fe se esfumó cuando su padre entró a la habitación, acomodándose su saco y preguntó:
—¿Están listas? —Kate Howell sonrió y asintió con la cabeza.
Su hermana, Ivory Howell, chateaba en su celular recostada en la cama, pero no se unió a las propuestas de Silvery y sin decir nada caminó hacia la puerta de la habitación para salir detrás de su padre.
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La fiesta estaba siendo más aburrida de lo que esperaba Silvery. Todos lucían sus hermosos atuendos y joyas mientras hablaban de sus próximos proyectos como películas y series, mientras que la pequeña Howell, de tan sólo trece años, jugaba con un tenedor sin nada que hacer.
Logró escabullirse de sus padres y caminó por los pasillos del crucero, donde estaba siendo la fiesta, sin un lugar en específico a donde ir.
—¡Silvery! —gritaron, reconoció la voz al instante por lo que se emocionó al saber que ya no estaría tan sola.
Una de sus mejores amigas, Jasleen Hope, corrió hacia ella sonriendo.
—¡Jas! —gritó Silvery de igual manera y ambas se saludaron con un abrazo como si no se hubieran visto en mucho tiempo, cuando en realidad el día anterior habían tenido una pijamada.
—Ven, estamos en la habitación de Chelsie —dijo jalándola del brazo y guiándola hacia dónde se encontraban sus otros amigos.
—¡Silvery! —gritó su mejor amigo Finn Wolfhard desde el piso, mientras veía una película con demás gente que no ella conocía.
Finn le hizo un ademán para que se acercara a ellos. Reconocía a algunos de los que se encontraban ahí, pero no lograba recordar los nombres de todos.
—Ella es Kiara Hooper —le presentó señalando a una pelirroja, esta le sonrió y Silvery repitió su acción como respuesta—, Lilia Buckingham —siguió con otra rubia junto a él— y Aidan Gallagher.
Silvery miró con vergüenza al chico frente a ella. Sentía cierta timidez de hacer siquiera contacto visual con el ojiazul, y era extraño para ella ya que solía ser muy sociable con cualquiera tipo de persona. Pero con el era diferente.
