El reloj marcaba las 6 en punto, aún no había amanecido y Alfred ya esperaba a Pablo en la puerta de su tienda.
-. Llegas tarde.
-. Alfred olvídame. ¿Qué quieres?
-. Encomendarte una labor muy especial.
-. Mira que atento.
-. Aún quedan puntos del territorio sin excavar, quiero que marches por detrás de las ruinas a explorar el territorio
-. No me jodas. Eso está a casi una hora de aquí.
-. Exacto, por eso tuviste que levantarte tan tempranito.
-. Ahórrate el sarcasmo tío.
-. Es que estaba de oferta.
-. ¿Quién viene conmigo?
-. Nadie.
-. ¿Nadie?
-. ¿Qué pasa, el gran Pablo necesita de alguien que le lleve de la manita?
-. Sabes que se trabaja en parejas por seguridad.
-. No te va a comer el lobo.
Pablo le lanzó una mirada de odio y se marchó de allí rumbo al lugar indicado por Alfred.
Pasó el día trabajando, pensando en la carita de su niña, últimamente era lo único que le motivaba. Aún quedaban 3 meses para verla, pero estaba deseando que ese momento llegase.
Mientras tanto en España Amaia acudía a la consulta del ginecólogo.
-. Buenos días Amaia.
-. Buenos días doctor.
-. ¿Cómo va todo?
-. Bien, con ganas de verla ya.
-. Aún queda un poquito, hay que ser pacientes.
Amaia se tumbó mientras el ginecólogo la echó el frío gel por su abdomen para poder así ver a Coralinda en el ecógrafo.
-. Mira Amaia, esta es tu preciosa niña.
Amaia se emocionó al verla, tan pequeñita y tan grande a la vez, podía sentir cada movimiento que veía, una niña perfectamente formada a la que lo único que la faltaba era "madurar" un poquito.
-. Es preciosa.
El doctor miró detenidamente la pantalla del aparato, retrocedió una y otra vez por el vientre de Amaia, lo que hizo que esta se pusiera nerviosa.
-. ¿Pasa algo doctor?
-. No te asustes Amaia, la niña está perfectamente, pero si hay un pequeño problema.
-. ¿Un pequeño problema?
-. Si, puedes ir vistiéndote, ya hemos terminado.
-. ¿Pero qué pasa doctor?
-. Siéntate.
Amaia obedeció y escuchó atentamente las palabras que el doctor iba a pronunciar.
-. Mira, tiene fácil explicación, la niña está estupendamente, y no va a pasar nada ¿vale? Por eso estate tranquila, pero la placenta se está desprendiendo.
-. ¿Desprendiendo?
-. Si, se está soltando, pero no tiene por qué desprenderse del todo, para que eso no ocurra solo hay una receta. Y la tienes que cumplir.
-. ¿Qué tengo que hacer doctor?
-. Estar muy tranquila, reposo, no absoluto, pero reposo, nada de viajes, simplemente aprovecha y descansa mientras esperas.
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La cajita de música
Fanfiction-. Dice una antigua leyenda egipcia que esa cajita de música perteneció a un faraón. Un faraón que estaba enfermo de amor. Amaba en silencio a una bella mujer, que no conocía apenas. El faraón no comía, no dormía, no reía... vivía en su mundo interi...