Capítulo 49

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Cinco días había pasado desde que las preliminares habían terminados, la mayoría de los genin que participaban en los exámenes Chunin se mataban entrenando, cada uno sabía que si rival era muy peligroso y tenían que estar preparado para su pelea. Aunque dos equipos eran los más afectados, primero eran los de Suna, aunque no lo parezca Gaara fue al desierto para entrenar lejos de toda persona que pueda molestarlo, sabía que Naruto no iba ser un rival fácil porque era igual que él, un Jinchuriki, una persona con una enorme cantidad de poder que prácticamente podía arrasar con cualquier enemigo que se le ponga enfrente. Luego estaba Kankuro, el titiritero se había encerrado en su habitación para modificar a su marioneta y las otras tres marionetas que iba a usar en la pelea contra Shino, iba ser una pelea donde le tenía que estar a una distancia considerable para caer bajo los insectos del Aburame, pero aun así tenía que estar completamente preparado para la pelea. Por último Temari, ella fue a entrenar a una parte muy alejada de la aldea, donde podría entrenar con seguridad, tenía que incrementar el poder de sus jutsus y por supuesto estar dispuesta a tener una pelea de Taijutsu después de todo se iba a enfrentar contra una Hyuga, el clan que era considerado el poseedor del Taijutsu más poderosos de todos, aunque Hinata no esté en los estándares de los hyugas, el Taijutsu de Hinata era mucho más destructivo que sus familiares.

Por el lado del equipo 8 las cosa era completamente igual a los del equipo de Suna, Shino estaba siendo entrenado personalmente por Orochimaru y el descanso no era una opción, la única forma de que Shino descanse unos minutos es que caiga desmayado, las rutinas de peleas que tenían contra Anko eran dolorosas, era prácticamente imposible que Shino pueda derrotarla ya que el solamente era un Genin que podía ser considerado como Chunin de rango medio, ya que no contaba con la experiencia de un Chunin alto que prácticamente significaba rosas el rango de Jounin bajo. Hinata estaba de la misma manera, aunque Kurenai parecía ser una Jounin amable, sus entrenamientos eran brutales, la única diferencia era que Hinata si tenía un treinta minutos de descansos cada seis horas, por lo que prácticamente la Hyuga no descansaba para nada, Kurenai fue entrenada por tres personas en el pasado que no fueron las personas más amables en lo que entrenamiento se refería y Hinata iba a recibir el mismo trato, si tenía que romper cada hueso que Hinata tenía para que esta mejores, lo iba a ser. Por último Naruto, este estaba siendo entrenado por Jiraiya que no se contenía, la suerte que Naruto poseía es que con cinco minutos de descanso ya estaba de nuevo al cien por ciento, sin duda ser del clan Uzumaki era una bendición, pero tenía que darle muchos puntos a Naruto por la dedicación que tenía, y la facilidad que tenía en aprender técnicas, era como si supiera que hacer, como si tuviera las memorias de sus padres, aunque claro el Sannin no sabía de ese pequeño detalle.

Excelente Naruto – Jiraiya miraba con asombro como el rasengan de Naruto destruyo una roca de siete metros de alto como si nada, tenía que admitir que el rasengan más poderoso era el del pequeño Uzumaki, ya que este lo destruyó sin problema – aprendiste en rasengan en tres días...y al parecer por ti solo descubriste que el rasengan tiene más variantes – el pocas palabras el chico era un genio, lo que hacía pensar al Sannin que si él se quedaba así como si nada, no faltaba poco para que este lo supere- creo que es mejor que entrene, a este paso, en unos meses me superara.

Con ese pensamiento Jiraiya iba a utilizar este mes para entrenar, aunque Naruto no iba a ganarle en mucho tiempo a Jiraiya en una pelea, en lo que a poder se refiere el rubio no estaba tan lejos de ese, el crear un rasengan a los tres días era una muestra de eso, por lo que tenía que dejar sus investigaciones de lado y tomarse un poco el entrenamiento en serio o quien sabe cuánto tiempo iba a tener el cargo de Sannin. En otro punto de la aldea, Hinata estaba de rodillas, varias agujas se incrustaron en su espalda y brazos, su chakra estaba al límite, y poder volver invisible la rotación hasta el momento era algo imposible, pero ella sabía que faltaba aún mucho tiempo para que las finales lleguen, iba a lograr esta evolución cueste lo que cueste, iba a dejarle en claro a todo el mundo que su estilo de pelea era superior a cualquiera de su estúpido clan. Por supuesto Kurenai miraba atentamente como Hinata volvía a levantarse para darle órdenes a sus clones de lanzarle todo tipos de arma, para que Hinata activara su byakugan y usará la defensa absoluta del clan Hyuga, sin necesidad de girar, pero eso fue todo ya que Hinata al defenderse de todas las armas que pudo cayó en suelo inconsciente por el cansancio que tenía acumulado y por supuesto la falta de chakra.

Llegó a su límite – Pensó Kurenai mirando a su estudiante que estaba siendo atendida por Shizune que no estaba muy de acuerdo con la brutalidad de entrenamiento que estaba siendo sometida Hinata ya que no era una que una Kunoichi pueda ser sometida así nada más sin nada de preparación, por supuesto Hinata estaba dispuesta a todo, ella no deseaba ser el eslabón débil del grupo, no deseaba quedarse atrás de ninguno de sus compañeros - dentro de 30 minutos volveré...asegúrate que sus heridas estén sanas Shizune.

Sus reservas de chakra están agotadas, dentro de treinta minutos no podrán seguir entrenando – las palabras de Shizune no fueron escuchada ya que Kurenai ya se había ido, por supuesto eso quitó un suspiro de la pelinegra que miraba a su amiga que al parecer estaba muy enamorada de cierto antiguo espadachín de la niebla que estaba esperando que Tsunade sea elegida como Hokage para incorporarse como shinobi de la hoja a tiempo completo – Me pregunto así algún día...encontraré un novio.

Shizune suspiro concentrándose nuevamente en Hinata que estaba inconsciente, esto sin saber que al igual que su amigo, cierto espadachín de la niebla caerá en sus encantos, dándole otra razón para vivir. Mientras por el lado de Shino las cosas no pintaban para nada bien, su pelea contra Anko no era la mejor que digamos, Orochimaru deseaba que el Taijutsu de Shino mejore más, por lo que pelear contra Anko era en su mejor opción algo más apropiado para los extenderles de Shino, por supuesto Anko disfrutaba estas peleas ya que siempre era divertido en sus palabras pelear contra una presa difícil, Orochimaru en cambio analizaba junto con Ibiki las mejoras que tenía Shino, el chico estaba dándole una mejora al clan Aburame y por supuesto iba a darle mucho renombre, luego de estos exámenes Chunin.

El chico mejoró mucho, no lo crees Ibiki – Orochimaru miraba como Anko se reía de Shino que apenas podía ponerse de pie, para luego esquivar una patada de Anko que volvía a atacar al Aburame, porque después de todo para el no había descanso alguno – dejaremos que Anko de divierta unos minutos más, para entrenar en sus jutsus.

No cree que es muy exagerado...Anko lo podría matar – Ibiki miro a el Sannin que solo sonrió ante que una explosión se escuchada y el cuerpo de Shino se estrelle contra un árbol, para luego salir de ese lugar ya que Anko le lanzo una bola de fuego que casi lo calcina, tenía que admitir que el chico tenía que estar loco para seguir entrenando con una Anko que disfrutaba esto, una presa que no se rendía y seguía de pie, se encontraba muy pocas veces – Seguro que no tenemos que interrumpir.

Ese chico es como yo – Orochimaru sorprendió a Ibiki con esas palabras, siempre miraban al sannin como alguien que nació con un don para ser shinobi, un genio, pero que tal si detrás esa personas que todo consideraban un genio, se encontraba alguien que en secreto se mataba entrenando para que nadie lo supere – el chico tiene miedo al fracaso...por esa razón lo entrenó personalmente, se lo que se siente.

Fin Del Capitulo

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