Capítulo 1: Una apuesta.

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—Míralo, el sonrisita una vez más anda al acecho de su presa de la noche.— comenta David molesto, viendo desde detrás de su escritorio el como Nick hacía reír a una chica del sector contable. Ella solo reía y reía.

—¿Tan buenos son los chistes para que se ría tanto?— le pregunta hastiado a Greg, el pobre era víctima de aquella situación y mucho más si no entendía el porque tanta la enemistad entre ambos mayores.

—Yo creo que Nick sabe muy bien el como conquistar. Hay muchos hombres que hacen "cursos" para aprender a ligar porque les va mal.— opina el recién llegado CSI.

—Si, pero acá los dos sabemos muy bien que él no necesita ningún curso.— Greg seguía buscando cuál era el problema y para cuando se lo iba a preguntar ya no era necesario, pues, David se puso a divagar en sus pensamientos en voz alta, lo cuál le aclaró muchas de sus dudas:

—Piensa que con solo su sonrisa puede tener todo. La vida no es así, no se compra nada con una sonrisa, y esa flaca se le está regalando. Él se va por la presa fácil de agarrar ¿le falta huevos o qué? Se va contagiar de alguna enfermedad y yo me voy a reír, eso le pasará por andar de cama en cama con desconocidas.— Greg toma asiento, observando como David hablaba y hablaba de Nick, y si no lo conociera hubiera dicho que parecía el novio celoso del castaño.

Por solo unos segundos mira hacía el pasillo donde la chica pelirroja le daba un papel con su número al "Rey de Roma". Fue comprobado cuando Nick entra victorioso con el papel en cuestión en alto.

—Adivinen qué.— exclama con ego victorioso.

—No hace falta, Stokes. Ya vimos todo tu circo con la contadora.— David se encontraba a la defensiva siendo que nadie lo atacaba y eso a Nick no le gustaba del todo, no merecía aquel comportamiento que estaba teniendo su compañero en esos momento.

—¿Se puede saber que es lo que te molesta el día de hoy, Hodges?— ahora ambos mayores se enfrentaban silenciosos y eso a Greg no le estaba gustando el rumbo de aquella charla, pero cuando trato de relajar la atmósfera, Nick le hizo un gesto para que se quedase en su lugar, quieto y callado.

—Tú y tus miradas estúpidas. Eso sucede.— reclama el peligris.

—¿Te molesta mi cara? Pues lamento decirte que trabajamos juntos así que, te la tendrás que aguantar.— David se queda callado. Nick sonríe victorioso y Greg quería salir de aquel lugar cuanto antes.

—No eres capaz de hacer nada si no fuese por tu "perfecta cara".— reta nuevamente David.

—¿Enserio?¿Mi cara es el tema del día de hoy? Para tu información, no dependo solamente de mi rostro, es más, si quiero algo tengo muchas otras formas de conseguirlo, y me dan los mismos y mejores resultados.—

David bufa: —Jajaja ¿Por qué no sólo admites que eso te funciona con las mujeres?— cuestiona una vez más.

—Porque no solo tengo resultados con mujeres.— Nick ya se estaba cansando de aquella incoherente charla.

—No me hagas reír, no te veo capaz de estar con un hombre, ni siquiera por una apuesta.— El silencio retornó. David se sentía orgulloso por sus respuestas dadas; Nick, en cambio, tuvo capaz una de las mejores ideas que nunca se le halla ocurrido. Antes de decir algo, se tomo el tiempo de observar detenidamente a David, desde sus pies hasta la cabeza, volviendo suave hasta sus ojos azules grisáceo.

—¿Apuestas?— pregunta al fin, luego de una larga espera. Hodges no lo había visto venir.

—¿Quieres que apueste a que nunca estuviste con un hombre?— pregunta confundido.

—No. Apostemos a que puedo enamorar a un hombre.— David se lo pensó bien: ¿Tan alto tenía su autoestima como para probar suerte y tratar de enamorar a un hombre? Una parte suya decía que no haga la apuesta, que Nick estaba muy seguro como para ser la primera vez que se le planteaba a un hombre. Por otro lado, se decía a si mismo que sería muy interesante el ver como Nick andaba detrás de un hombre, que sería una vista que muy pocas veces se vería. ¿Que podría perder? —¿Y bien?— cuestiona impaciente el de cabellos castaños. —¿Entras o no?—

—Bien, acepto tu apuesta.— confirma David, mientras que extiende su mano para sellar aquél pacto.

—Todo el dinero dale a Greg, la misma cantidad de siempre.— sin muchas vueltas, Nick se dirige a la salida de aquél laboratorio. —Ah, y Hodges...— Nick hace pausa, para así dar un poco de suspenso a su oración. David desvía su mirada hasta donde se encontraba el castaño. —...Prepárate que vengo a por ti.— concluye y se pierde entre el movimiento de los pasillos de departamento de "Policía y Criminalista".

CSI: JUEGOS DE MIRADAS [David Hodges y Nick Stokes] (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora