Hodges, David.
Mentiría si no me sentía soberbio y egoísta por querer a Nick solo para mí.
Y tampoco tengo las ganas necesarias para negar que no lo llevo mirando un buen rato desde mi lugar. Verlo concentrado en su trabajo, tratando de imaginar la escena, la trayectoria de las balas perdidas, el cadaver, la discusión o conversación que hubo en este abandonado galpón.
—¿Qué crees que sucedió?— me pregunta desde lejos, sin mirarme. Mi mente trata de apartar todo pensamiento que no corresponda al trabajo. ¿Qué sucedió? Me volvía a cuestionar yo mismo. ¿Un crimen pasional? No, muy lejos de la ciudad. ¿Dinero? Podría ser, pero no me convencía del todo. ¿Venganza? Era el que mas acertaba. Un lugar desolado, lejos de la multitud. Balas de pistolas de bajo calibre que cualquiera puede conseguir, además de que el cadáver, ya en estado de descomposición avanzada, mostraba el como sus dedos estaban molidos a golpes, al igual que su cara y su cuello.
Una muerte lenta y dolorosa.
—¿David?¿Estas bien?— su voz hace que toque tierra una vez más. Le miro y le sonrío con razón.
—La venganza se sirve frío y en plata.
— y con aquella respuesta, Nick, queda satisfecho. Después de todo, ambos teníamos una misma deducción de todo aquél desorden. Termine con prisa mi parte, no estaba acostumbrado a tales escenarios, y mucho menos el sofocante calor que hacia.Ya extrañaba mi laboratorio con aire acondicionado.
Fui a dejar mi maletín y todas las muestras en la camioneta. Nick todavía tenía que hacer sus tareas en la escena. Tome una de las botellas de aguas que habiamos comprado antes de salir de la ciudad, y bebí de ella con algo de descuido, dejando escapar una que otra gota por mi comisura.
—¿Ya tratando de seducirme tan temprano, CSI Hodges?— mi corazón se aceleró por el susto. Nick estaba allí, a un costado mío, ambos escondidos tras la camioneta del laboratorio. En su mano sostiene nuevos, posibles, rastros. Él me sonríe y ¡Dios! Era una batalla entre Nick y el Sol para ver quién es más brillante y caliente. —Tus ojos son preciosos bajo la luz del sol, hacen parecer que son aún mas fríos y gelidos de lo normal.— comenta al no tener ninguna respuesta por mi parte.
—Lo que sea.— le contesto al fin, para después reemplazar la bolsa con evidencia de sus manos con la botella de agua que tenía.
"Un mal negocio" era como llamamos al caso, recién, cerrado.
Una mala inversión que llevo a la ruina a ambos socios. El socio que se vio en bancarrota por culpa de su compañero cobró su indemnización por sus propias manos.
En cuanto al caso del motel, bueno, el cliché de la mayoría de los casos pasionales. Infidelidad, venganza y más infidelidad.
Pero, es acá donde todo empieza a resultar interesante para mi genialidad. Ver como Grissom firmaba nuestros reportes, y empezaba a redactar sobre nuestras vacaciones, eso sin duda me causaba curiosidad.
—Mañana se reintegra el forense del primer turno.— dice Grissom sin levantar su mirada, pero esta claro que toda esa información iba hacía mí.
—¿Y, hay algún CSI que también se reintegre mañana?— le pregunto. Grissom reacciona confundido, su mirada de pasea de mí hacía Nick y viceversa.
—¿Puedes ser más específico?— refuta aún más confundido.
—Lo que sucede es que Nick y yo hicimos las pases, y como queremos conocernos mejor, bueno, decidimos pasar nuestras vacaciones juntos.— le explico de la forma más profesional posible, pues, los de recursos humanos estan bastante pesados con ciertos temas.
ESTÁS LEYENDO
CSI: JUEGOS DE MIRADAS [David Hodges y Nick Stokes] (Pausada)
RomanceUna apuesta puede tener muchos finales: algunos no lo cumplen, otros sí, hay gente que matan por desaudedar, venden sus órganos, drogas. Demasiadas cosas se diría. Normalmente, las mismas no tienen límite alguno, y eso en la ciudad de las apuesta lo...