Adeline Barahona es una chica de nacionalidad mexicana tiene 22 años de edad su vida cambia cuando su padre la obliga a casarse con el gran Jacque de Arabia para asi juntar las empresas y que su padre se recupere de la ruina .
Kedar zayd un empresa...
Observo la ventana del avión privado del jaque, como si fuera la cosa más interesante en el mundo, siento la mirada de kedar en mí solo que no me atrevo a voltearlo a ver, fueron muchas emociones por hoy, solo quiero descansar un poco, cierro los ojos y madejo llevar por la oscuridad.
Siento que soy cargada por alguien comienzo abrir los ojos, pero me sigo sintiendo cansada y me cuesta abrir los ojos, cuando por fin logro abrirlos miro hacia arriba y veo que quien me tiene en sus brazos es Kedar pero estoy demasiada cansada como para saber si es real o solo es mi imaginación vuelvo acerar los ojos -
Escucho una voz, que molesto no ven que solo quiero dormir ¿porque no me dejan en paz?, estoy bien relajada y esa voz no se calla, estas sabanas son tan suaves que no me quieren dejar ir... Poco a poco re conozco la voz, abro los ojos y me encuentro con Kedar enfrente de mi tratando de despertar me.
- Adeline despierta - me llama
- Que paso? Ya llegamos a Arabia -digo observando que estamos en una habitación.
-No Adeline estamos en España, era una sorpresa, solo que te quedaste dormida, estabas muy cansada pero luego tuve que llamar a un médico para que te checara ya que tenías temperatura. -me acaricia la mejilla.
-Lo siento no era mi intención provocarte tantos líos, solo que me sentía muy cansada, el estrés de la boda... Fue un día muy pesado para mí...
- No te preocupes lo importante que estas bien, Ahora a desayunar - dice dejándome una bandeja con hotkackes con miel y mermelada, y frutas picadas se ve delicioso, no lo pensé más y comencé a comer.
Me quedo viendo a kedar, parece que tiene un lado bueno a pesar de creerse el rey del mundo, me sorprende las atenciones que tiene conmigo y sin darme cuenta las palabras salen de mi boca.
-Kedar gracias por cuidar de mi - le agradezco y le sonrió.
-No hay de que... -sus ojos chocan con los míos y al momento siento escalofríos -Eres mi esposa acuérdate en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte nos separe...
-Querrás decir hasta que él contrato nos separe, pasando los dos años regresare a mi país natal y volveré a recuperar mis planes de vida y esto solo será agua pasada. - kedar le cambia la cara al momento y se le venta de la cama.
-Mientras tanto estarás a mi lado 2 años, por lo tanto, eres mía... Y tienes que hacer lo que te ordene - comenta con una voz gruesa que te intimida.
- Pero no seré tuya para siempre, ademas no por ser tu esposa voy obedecerte en todo ya te dije kedar yo no soy ni nunca seré sumisa...- digo con firmeza
- Eso lo veremos - sale de la habitación dejándome con la palabra en la boca. Que le pasa acaso es bipolar primero me trata bien y de pronto está enojado, confirmado los árabes son bipolares.
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