❝ Nakamoto Ami es una chica de 17 años que empieza una nueva vida en Corea del Sur. Tendrá que afrontar tanto problemas del pasado como del presente.
Pero su mayor problema en estos momentos es el siguiente...
Un chico llamado Na Jaemin ❞
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Te despegaste de las sábanas con pereza después de que la alarma de tu teléfono casi reviente tus oídos, te levantaste y te dirigiste a el baño para asearte, en unos minutos acabaste y saliste del baño para escoger la ropa que te pondrías.
De todos los conjuntos que tenías escogiste este:
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No era mucho de tu estilo pero de todas formas te gustaba.
Cuando estuviste lista saliste de tu habitación y te dirigiste a la cocina para desayunar.
—Buenos días —saludaste mientras bajabas las escaleras, en la mesa de la cocina ya estaba sentado tú hermano el cual te saludaba con una amplia sonrisa
Te sentaste y segundos después tu madre puso el plato con comida delante tuyo.
—Gracias mamá —agradeciste para después comenzar a comer
Tu madre te sonrió y siguió lavando los trastes y haciendo diferentes recados de casa. En unos pocos minutos tu hermano y tú acabasteis de comer y ayudasteis a tu madre a recoger la mesa.
—Gracias hijos —sonrió vuestra madre agradecida
—No hay de que mamá —contestó tu hermano —. Ahora hay que irse hermanita, venga, yo te llevo
—¿En serio? —preguntaste contenta
—¡Claro!
—Está bien, espera que tengo que coger mis cosas —subiste a tu habitación y cogiste tu bolso el cual habías preparado ayer para salir lo antes posible y no llegar tarde otra vez
Lo agarraste y rápidamente bajaste las escaleras para ir junto con tu hermano
—¿Vamos?
Asentiste con la cabeza y ambos salisteis de la casa, no sin antes despediros de tu madre, y os dirigisteis al coche de tu hermano. Os subisteis y una vez te abrochaste el cinturón tu hermano arranco el coche.
En unos pocos minutos ya estabais en el instituto, te dispusiste a abrir la puerta del coche para entrar a clases pero tú hermano te agarró la muñeca.
—Que no te moleste el chico ese —dijo serio, pero su expresión cambió en segundos a una alegre —. Ahora dale un beso a tu hermano —se señaló la mejilla
Tu rodeaste tus ojos y le diste un dulce beso en la mejilla —¿Feliz ahora?
—La verdad es que si
Reíste —Eres un tonto Yuta
—Ya lo se, ahora entra rápido que sino llegarás tarde, y supongo que no quieres eso ¿no? —te soltó
—Pues no, chao —te despediste para después cerrar la puerta del coche y dirigirte a la entrada del instituto
Caminaste por los pasillos llenos de gente hasta llegar a tu aula, 3 A, menos mal que no se te olvido. Entraste y viste a todo el mundo hablar con otros, y a diferencia del otro día nadie se te quedó mirando excepto Jaemin, el cual te miraba algo enfadado.
