Let Me Love You ➳ Na Jaemin

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El tacto suave y dulce de unos labios sobre los míos me hizo despertar de mi profundo sueño. Abrí mis ojos lentamente y sonreí al ver a Jaemin mirándome mientras que el también sonreía, estaba muy cerca así que me incliné un poco para poder probar de nuevo esos labios que tanto me gustaban.

—Buenos días mi bella durmiente —dijo haciendo un beso esquimal de lo más adorable

—Buenos días mi principle azul —le seguí el juego para volver a dejar un casto beso sobre sus dulces labios

—Creo que el desayuno ya está listo, escuché como se encendía la cocina —comentó mientras que se separaba de mí —. Vistámonos y bajemos, tengo hambre

Es cierto, no me acoraba que ayer estábamos tan agotados y cansados que no nos pusimos ni el pijama, por lo tanto ambos estábamos desnudos. Jaemin agarró un pijama de uno de los cajones de mi habitación, al llevar tanto tiempo conviviendo con nosotros ya tenía todas sus cosas aquí.

Yo imité su acción y agarré un pijama suyo ya que me divertía el hecho de que me quedara grande y amaba que tuviera su delicioso olor impregnado en sus prendas.

Cuando Jaemin me vio con su pijama puesto no pudo evitar sonreír como idiota y correr hacia mí para poder abrazarme.

—¿Por qué razón mi novia es tan adorable? —preguntó elevándome provocando que mis pies se despegaran del suelo

—Porque nací así —le contesté mientras que reía

Después de varios minutos de momentos tiernos que eran muy comunes entre nosotros dos, bajamos para poder desayunar junto con Yuta y mi madre.

Bajamos las escaleras entre risas que obviamente, mi madre y Yuta escucharon ya que al entrar en la cocina pudimos notar como ambos nos miraban, aunque aquellas miradas no me daban muy buena espina.

—Buenos días señora Nakamoto, buenos días Yuta hyung —les saludó Jaemin sentándose en su sitio de siempre con una sonrisa surcando su rostro

—Buenos días Jaemin —le contestó mi madre devolviéndole la sonrisa —. Ahora... tenemos que hablar chicos —dijo cambiando su expresión a una un poco más seria

Tomé mi asiento al lado de Jaemin y miré a mi madre y a mi hermano con algo de miedo —. ¿Qué pasa mamá?

Mi madre se mantuvo durante unos segundos en silencio, junto sus manos formando un puño y las puso delante de su boca posando sus codos sobre la mesa.

—Sé que ayer mantuvisteis relaciones sexuales sin mi consentimiento y sin protección

Su argumento fue tan repentino que Jaemin, quien ya estaba degustando su zumo de naranja con la mayor ilusión del mundo, lo escupió bruscamente hacia un lado empapando el suelo con jugo de color naranja. Yo en cambio me sonrojé y miré a mi madre con una mueca de incomodidad para después mirar a Yuta.

—Era demasiado obvio después de ver como actuasteis el otro día cuando Teayong y yo os vimos en la farmacia —dijo Yuta encogiéndose de hombros con la mayor tranquilidad del mundo —. Pero fue una sorpresa para mamá y para mí que nada más entrar en casa nos encontráramos cajas de píldoras tiradas en el suelo de la entrada

—Me las iba a tomar ahora... —dije agachando levemente mi cabeza

—Queríamos que fuera especial... —alegó Jaemin una vez hubo limpiado el zumo que había derramado por las repentinas palabras de mi madre

—Al menos habéis sido responsables y habéis comprado pastillas, pero hubiera sido mejor que hubierais utilizado un preservativo —dijo mi  madre mirándonos a ambos con seriedad