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Desperté con mi cabeza adolorida y tirada en el suelo, no sabía dónde me encontraba, parecía estar en un edificio en ruinas o algo por el estilo. Era muy raro y sinceramente, estaba asustada.

Me toqué la cabeza y enseguida aparté mi mano por el dolor que me causaba tocar la zona afectada. Miré mi mano, había un poco de sangre.

—¿Pero que demonios...? —susurré frunciendo mi ceño, apoyando mis manos en el suelo y colocando ambas piernas a un lado tratando de incorporándome

No sabía que estaba sucediendo, que hacía en ese extraño lugar y porque sentía tanto dolor en la cabeza.

Tenía miedo, sí, por eso quería salir de allí lo antes posible, a saber quien vendría aquí o quien me había hecho esto.

Trate de levantarme pero el dolor me lo impedía, la cabeza me dolía como nunca y me era casi imposible mantenerme en pie.

—Mierda —maldije mientras que caía nuevamente al suelo al intentar levantarme

Miré a mi alrededor, cerca mío había una pared que a mí parecer no se caería si me apoyaba en ella. Así que comencé a arrastrarme hacia la construcción, una vez hube llegado apoyé mis manos y brazos sobre esta tratando de levantarme con la ayuda de la pared. Ponía todo mi peso sobre ella mientras que me incorporaba poco a poco.

Cuando ya estuve de pie apoyé mi cuerpo sobre la superficie parar luego poder soltar un profundo suspiro.

—Al parecer ya estás despierta —una voz escalofriante me hizo estremecer y mirar a todos los lados en busca del dueño 

—¿Qui-quien eres? —titubeé con miedo mientras que miraba a un punto fijo, entre las sombras de la ruinas me pareció distinguir una figura

—No tengas miedo, no vamos a hacerte daño —la voz volvió a hacerse oír y mis sentidos se dispararon

¿Cómo que vamos, es que hay más de uno?

Ahora sí que estaba asustada, necesitaba salir de allí lo antes posible, a saber lo que podrían hacerme allí, podría pasar de todo, podrían violarme, matarme, dispararme, de todo.

—He preguntado quién eres —insistí tratando de parecer segura de mi misma

La figura terminó de salir de las sombras y me miró con una sonrisa, era un chico pero no tenía ni idea de quién era.

—Mis disculpas —se inclinó haciendo una reverencia, tal como si fuera un príncipe —. Mi nombre es Wonho, encantado de conocerme Nakamoto Ami —dijo con una sonrisa que no me daba para nada buena espina

—¿Cóm-cómo sabes mi nombre...? —pregunté con temor, como era posible que lo supiera si no había visto a ese chico en la vida

—Mi hermana no para de hablar de ti, aunque creo que no de la forma buena —explicó mientras que daba un par de pasos más

¿Hermana? ¿Como que hermana?

—¿Cómo que hermana...? —pregunté frunciendo mi ceño y perdiendo un poco el equilibrio

—Mi hermana es alguien que te conoce, aunque creo que te odia —respondió mirando hacia otro lado y mostrando una media sonrisa —. No para de recordármelo en casa, te insulta y te llama de todo, por lo cual —me volvió a mirar haciendo que mi sangre se congelara —. Yo me he creído todo lo que mi querida hermanita Tania me ha dicho

Mi boca se abrió hasta casi romperse mi mandíbula. Era el hermano de Tania, ella lo había planeado todo, desde el momento en el que Jaemin me defendió aquella vez no ha parado de odiarme.

Let Me Love You ➳ Na JaeminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora